Los fantasmas de la imaginación

El martes se ha convertido en un día especial para mí. En primer lugar, es el día en que publico artículo del blog. En segundo lugar, es mi día de descanso de correr. Esto me regala un par de horas de mi tiempo, que aprovecho para hacer algunas cosas que me gustan. Suena muy bien en teoría. La realidad es que, sin darme cuenta, el martes se convirtió en uno de los fantasmas de la imaginación.

Con esta mentalidad, hace unas semanas esperaba con ansias la llegada del martes. El artículo del blog estaba prácticamente listo, lo cual me daba todavía un poco más de tiempo. Días antes estaba feliz porque mi martes iba a ser un día de descanso y relajación. Para decirlo en lenguaje más realista, un día de flojera.

Llegó el tan esperado día. En la mesa había un libro listo para ser leído. La cafetera estaba encendida y ya se había calentado. Estaba lista para regalarme un buen momento con el gran amigo en la vida. Respiré profundamente mientras el olor al grano de café moliéndose, con su característico sonido, era una sinfonía que alimentaba también a mi sentido del olfato. Segundos después el aparato me regalaba su dosis de cafeína a la pequeña taza que esperaba abajo con ansias.

En ese momento oí un accidente en la calle, justo detrás de la casa. El café tenía que esperar. Las sospechas surgidas en el momento se confirmaron: el auto familiar había sufrido un pequeño percance. Nada grave afortunadamente. Cuando la preocupación sobre la gravedad del accidente se disipó, la realidad de los trámites que seguirían tomó el control de la situación.  Mi martes no iba a ser de café, lectura y blog. Sería en cambio de reportes policíacos, aseguradoras y estrés. Ingredientes perfectos para la desidia.

¿Qué son esos fantasmas?

fantasma en castillo
Los fantasmas de la imaginación se adueñan de nuestra mente y de parte de la vida.

Este ejemplo explica el significado de los fantasmas de la imaginación: mi mente se desvió de las cosas importantes y creó la ilusión de que los martes eran un día especial. Mal pensado porque en realidad todos los días deberían de ser especiales. Por otro lado, mi mente también se desvió de la realidad. En lugar de agradecer que el accidente no fuera grave y dar pronta solución al problema, pensé que el martes, mi martes, se había echado a perder.

Los fantasmas de la imaginación viven en la mente y ponen un fuerte ruido en ella. No tiene ningún caso que habiten ahí. Está en nosotros eliminarlos. Así viviremos de manera práctica y relajada.

La solución radica en darnos cuenta de que la imaginación tiene mucho poder sobre la mente. Esto nos aleja de la realidad y nos hace ver cosas irrelevantes como si fueran cosas de vida o muerte. Analizar los pensamientos que habitan en nuestra cabeza y decidir la diferencia entre ruido y asuntos importantes son un gran antídoto contra los fantasmas de la imaginación. Una vez definidas las prioridades, tenemos las herramientas necesarias para atacar el problema de frente.

¿Pero… hay fantasmas buenos?

En algunas películas de fantasmas hay uno bueno, amigable y con sentido del humor. Los fantasmas de la imaginación pueden llegar a incluir ese simpático personaje. Al parecer nuestra mente a veces tiende a seguir las tendencias cinematográficas.

Nuestros proyectos nacen como ideas irreales dentro del cerebro. Durante estas tempranas etapas pueden ser considerados como fantasmas, de los buenos. Debemos diferenciarlos de los malos y hacerlos cobrar vida para transformarlos de imaginarios a reales, tangibles.

La clave para que los proyectos nacientes se conviertan en realidad es canalizar nuestros esfuerzos para así determinar cuáles son buenos y cuáles no. Estos proyectos a su vez nos mantendrán ocupados. De esta manera se libra la lucha contra los fantasmas de la imaginación: los que son malos y que absorben nuestro tiempo y energía.

Los fantasmas de la imaginación

Abusaré de un recurso que uso constantemente en este blog. Los lectores ávidos adivinarán a qué me refiero: una lluvia de ideas de los fantasmas de la imaginación. El método de las 10 ideas me ha dado grandes resultados así es que seguirá apareciendo en el futuro.

1.- Pensar que un día específico de la semana es siempre bueno o malo

Si no me dí a entender en la introducción, aquí me explico. En años anteriores pensaba que el jueves era el peor día de la semana. Así lo esperaba y mi predisposición me hacía ver solo sus aspectos negativos. Todos los jueves me pasaban tanto cosas buenas como malas pero yo no lo veía así.

Recientemente pensaba, al contrario, que los martes eran el mejor día, sin pensar que también pueden pasar cosas malas. Un accidente sin terribles consecuencias me hizo pensar que el día estaba echado a perder. En realidad el hecho de que no haya pasado nada malo es positivo.

2.- Competir mentalmente contra otros para tener / ser más

Durante algún tiempo viví en una constante competencia tratando de ser mejor que los demás. Me afectaban aspectos como su situación, sus pertenencias, su trabajo, sus ascensos en la escalera laboral y otros aspectos.

Compararnos con otros nos paraliza. Gastamos energía pensando en otros y no en nuestras prioridades. A veces cuesta darnos cuenta de que no hay necesidad de compararnos con los demás. Lo importante es estar satisfechos de nosotros. Si no lo estamos, debemos compararnos con nosotros mismos, con nuestra situación actual, para así mejorar.

3.- Pensar que las experiencias del pasado se repetirán tal cual

Hay que buscar soluciones prácticas a los errores que nos llevan a las malas experiencias, aprender de ellos y vivir en el presente. En cuanto a las buenas, tampoco se repetirán por arte de magia. Las cosas que se hicieron bien se deben analizar para que vuelvan a ser exitosas en el futuro.

4.- Creer que al portarnos bien merecemos más

fantasma en puerta
No son reales. No debemos dejar que nos espanten.

Este fantasma me ha afectado directamente. Yo antes creía en una especie de justicia que premia a la gente dedicada y castiga a la gente tramposa. Las cosas no son así. Todos tendremos buenas y malas experiencias, independientemente de nuestro comportamiento. Este punto también lo traté en el artículo sobre las frases célebres.

La solución es hacer las cosas correctamente sin esperar nada a cambio. Nada más por convicción. Pensar de esta manera nos libera ya que no perdemos tiempo esperando que la espada de la justicia venga a nuestro rescate.

5.- Pensamientos negativos sobre otras personas

Cualquier pensamiento negativo sobre los demás conlleva una pérdida de tiempo y de energía. Nuestra relación con los demás debe ser cordial y abierta. Si no es así es mejor evitar a la persona en lo posible. Dejar de pensar mal en otros nos trae una gran paz interna.

6.- Creer que nuestras habilidades e inteligencia son superiores

La mayoría de la gente piensa que es muy hábil para manejar. En realidad la mayoría de la gente está en el promedio de la gráfica. Este problema se incrementa los martes. Creemos también que nuestra capacidad intelectual es mayor que la de nuestros colegas. Por otro lado la crítica a los defectos de los demás se nos facilita.

Para eliminar este fantasma hay que hacer un análisis realista para llegar a una conclusión: en algunas cosas somos hábiles y en otras no. Con este conocimiento en mano podemos trabajar en perfeccionar nuestras habilidades. Las cosas que se nos dificultan las podemos mejorar con esfuerzo. Lo que de plano no se nos da, es mejor evitarlo y no perder nuestro tiempo.

7.- Quejarnos constantemente de injusticias pasadas

Lo que pasó, pasó. Algunas veces hay suerte y otras veces no la hay. En ocasiones somos víctimas de injusticias. Eso es malo sin duda. Pero dejarlo vivir en nuestra mente es todavía peor. Lo mejor es olvidar esos eventos y concentrarnos en el presente y seguir con la vida.

8.- Pensar que la gente tiene algo personal contra nosotros

La mayoría de la gente que nos hace daño ni siquiera se da cuenta de que lo hace. Siguen simplemente con su vida. Mientras tanto, nosotros alimentamos a los fantasmas de la imaginación recordando el mal que nos han hecho. Por supuesto hay casos en los que alguien nos puede hacer algo malo para atacarnos. En ese caso lo mejor es olvidar a esa persona, hacerla a un lado y seguir con nuestra vida.

9.- Tratar de aparentar algo que no somos

He perdido valioso tiempo tratando de aparentar algo que no soy. No me daba cuanta de que todos hacemos lo mismo en alguna etapa de la vida. Y el objetivo es esconder nuestras propias vulnerabilidades.

Caemos en este comportamiento para competir, lucirnos con otros o tratar de aparecer diferentes a lo que en realidad somos. No creo que sea malo mostrar que en realidad todos somos vulnerables. Nos hace más humanos y también facilita que otros muestren su lado humano hacia nosotros.

10.- Pensamientos de venganza o resentimiento

Deben salir de nosotros inmediatamente. No trae ningún beneficio pensar en los que nos han hecho mal. Esto nada más alimenta odio mientras maquinamos nuestros planes de venganza. Imaginamos a nuestro enemigo a nuestros pies. Esto, desde el punto de vista práctico, no nos deja nada bueno.

  • La venganza nos deja pensamientos negativos. Es una pérdida de tiempo que debería usarse en otras cosas.
  • El resentimiento nos paraliza y nos congela. Hay que superar las malas experiencias y deshacernos de los fantasmas de la imaginación.
cortina
Nos hacen ver las cosas sin claridad. Nos dificultan tomar decisiones adecuadas

Conclusión

Los fantasmas de la imaginación se ríen constantemente de nosotros, mientras perdemos tiempo y gastamos energía pensando en ellos.

Hay soluciones prácticas para hacerlos a un lado. No es tan difícil como parece. El primer paso, y el más importante. es darnos cuenta de que los fantasmas sí existen. Una vez conscientes de eso hay que atacarlos de frente para eliminarlos.

A pesar de nuestros esfuerzos siempre habrá fantasmas acechándonos. Encontrarán la oportunidad para internarse en nuestra mente. Son muy hábiles y tienen la llave de nuestra imaginación, que abren con facilidad para entrar por la puerta grande. Luchar contra ellos es un trabajo constante que lleva toda la vida.

En lo que a mí respecta, estoy de acuerdo en que los martes son un día agradable. Así trataré de que sean siempre. Por otro lado prometo luchar constantemente para que todos los días, jueves incluido, sean como he querido ver los martes. De esta manera sacaré lo mejor de cada día de mi vida.

16 respuestas a “
Los fantasmas de la imaginación

  1. Interesantes ideas Ale, buenas para analizar. Lo de las espectativas, lo aplico mucho con las personas y en hartas cosas. Hago las cosas porque quiero hacerlas, hago regalos o tengo gestos, etc sin esperar nada a cambio. Normalmente no espero nada para así no caer en otro tema que muchos caen y caímos, que es la desilusión, cosa que aprendí a golpe y caídas. Es más sano y me permite vivir feliz.
    Tratar de hacer cada día distinto y entretenido creo debe ser nuestro camino para llegar a disfrutar a nosotros, a Los nuestros y a está hermosa vida llena de oportunidades y sorpresas.
    Abrazos Ale!!!

  2. Muy profundo tu artículo. Confirma mi convicción de siempre: no guardes rencores. Las personas destinatarias ni se enteran y uno sigue sufriendo sin ningún provecho. Excelentes fotos. No sé de dónde las sacas.

    En cuanto a los días malos y buenos, tengo que aprender la lección porque siempre pienso que en martes y sábados aumentan mis malestares.

  3. Un tema original y muy bien tratado. Casi nunca pensamos en nuestros fantasmitas o fantasmotes y en verdad que son importantes. Hay que aprender a convertir los fantasmas en herramientas que nos brindan un servicio.
    Felicitaciones, es un buen artículo.

  4. El lunes, por ser el primer día laboral, ha sido hasta hace unos años el día que más cuesta arriba se me hecho. Siempre pensaba, que una vez superado, la semana iría de perlas y que tendría las pilas cargadas para superarla con nota. Pero no siempre fue así porque muchas veces mis pies van para un lado y mi mente para otro.
    Un abrazo, Alejandro.

  5. Muy buena tu lluvia de ideas en este artículo. Me quedo, sobre todo, con lo de tratar a todos de manera abierta y cordial. No siempre es fácil hacerlo, a veces requiere un esfuerzo. Pero un esfuerzo que al final da satisfacción y hace la vida más agradable a todo el mundo.

    También es cierto lo de poner etiquetas a los días de la semana. Para mí siempre fueron los domingos. Aunque salía o me divertía, siempre, sobre todo en las tardes, había una cierta melancolía. La famosa melancolía de los domingos. Después le quité esa etiqueta al pobre domingo. Ahora, trabajo los domingos, más que ningún otro día y procuro hacerlo, a pesar de la presión, un día especial y creo que hasta los disfruto más que antes.

    1. Cierto.

      Yo pienso que hacer el esfuerzo de tratar a la gente de manera cordial va a facilitar, a la larga, la vida de todos.

      Parece que lo de la etiqueta a los días de la semana es más común de lo que pensé. Creo que eso nos puede quitar la oportunidad de hacer cosas “buenas” en los días “malos”

      Muchas gracias.

  6. Creo que los fantasmas estan siempre ahí y depende de uno hacernos la vida facil o complicada.
    Muchas veces nosotros mismos la complicamos sin que realmente lo sea y se ve casi imposible salir de ese hoyo hasta que decidimos solucionar la maraña que creamos, pensando positivamente o aceptando las cosas tal como son y seguir adelante.

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