Propósitos de Año Nuevo en octubre

Me consta que era un jueves del mes de octubre. El lugar: un edificio en el histórico Paseo de la Reforma de la Ciudad de México. Acaba de pasar el mediodía. Lo demás son solo especulaciones. En realidad nunca recibí una reseña muy completa de tan importante evento. Conozco algunos detalles, pero nada más. Es físicamente imposible para mí saber o recordar lo que pasaba. Pero ese día sería en el futuro la fecha de mis propósitos de año nuevo.

Imagino a una joven pareja algo nerviosa. La realidad es que dos años antes lo habían estado más. Y mucho más cuatro antes. Las experiencias anteriores les habían hecho perder el miedo a lo desconocido. Había un poco de inseguridad pero ya sabían a lo que iban. Puede que horas después haya sido una tarde parecida a las de años después, cuando divisaba aviones en mis ratos de ocio.

La joven pareja recibió una buena noticia. Todo bien y bajo control. El pequeño círculo de familiares y amigos empezó a enterarse del suceso. Algunos de ellos se habrán trasladado al lugar del evento para ser testigos oculares. Me imagino que había felicidad en general. . .

Una oportunidad para recapacitar

Trato de no dar gran importancia a las fechas. Soy algo introvertido y hago lo posible por que esa en particular pase desapercibida. Sin embargo, al final no sucede. La mayoría de la gente analiza y hace sus propósitos de año nuevo el 31 de diciembre. Yo lo hago en el aniversario del evento arriba descrito.

A pesar de que cada año trato de quitarle importancia, debo confesar que no pasa tan desapercibido. Al final lo disfruto mucho. Además de algunos festejos, el recuento de lo pasado y mis propósitos de año nuevo toman una pequeña parte de ese día. Fecha rara para tal tarea, debo agregar.

El recuento

Trato de recordar tanto los aspectos positivos como los negativos del año. Es importante recordar lo bueno y dejarlo en la memoria para que se repita. Lo no tan bueno es igual de importante. Tal vez más, porque de ahí se aprende y se sacan las lecciones más importantes. A continuación comparto algunas de mis conclusiones del año que pasó.

Lo positivo

• Inicié, después de varios años de pensarlo y de darle vueltas, la escritura de este blog.
• Cometí muchos errores. Aprendí de algunos de ellos.
• He leído más libros que nunca. He aprendido mucho de ellos.
• Mis finanzas personales tomaron forma, siguiendo mis propios consejos.
• Hice ejercicio con regularidad. Los beneficios han sido fenomenales.
• Introduje uno que otro ingrediente saludable en mis comidas.
• Tuve una actitud positiva.
• Escribo diez ideas diarias (este fue parte de los propósitos de año nuevo, en enero).
• Conseguí, después de muchos años, llevar una buena rutina.
• Me divertí mucho.
• Hago caminatas casi todas las tardes. A veces en compañía de la familia, lo cual es un gran detalle.

Lo negativo

• La victoria en la guerra contra la desidia es todavía lejana. Al menos soy más consciente del problema.
• Cometí muchos errores. No aprendí de algunos de ellos.
• Soy malo para escuchar. Siempre espero con ansia mi turno en las pláticas. Si callara aprendería más..
• Realicé muchos planes de proyectos interesantes, pero faltó ejecución.
• En ocasiones el pesimismo ha sido más fuerte de lo necesario.
• No he pensado lo suficiente en otros.
• No aproveché el tiempo como quisiera.

Propósitos de Año Nuevo en octubre

El jueves pasado, basado en la recopilación hecha sobre lo bueno y lo malo, me senté a escribir los propósitos de año nuevo:

• Ser optimista y positivo, con una pequeña dosis de pesimismo, por supuesto.
• Eliminar algunos de los fantasmas que habitan en mí.
• Aprender temas completamente nuevos, desde cero.
• Re-inventarme. Tratar de reciclar en el futuro lo que soy hoy para mejorar.
• Adaptarme a mis limitaciones del presente y del futuro.
• Dar los primeros pasos de ejecución para la creación de un negocio.
• Dar enseñanzas importantes a los niños y prepararlos para la plática.
• Volverme más eficiente en todo lo que pueda.
• Hacer planes para el futuro y tener soluciones alternativas por si las cosas no se dan como pensaba.
• Seguir cometiendo errores, pero esta vez aprender de todos ellos.
• Aventurarme afuera de mi zona de confort.

Conclusión

En realidad, los propósitos de año nuevo se deberían llevar a cabo varias veces y no solo en fechas especiales. Yo los hago en octubre y en manera menor a final de año. Pero ¿por qué me limito? ¿No sería mejor hacerlo más seguido? Cualquier momento de paz y tranquilidad debería ser un pretexto para recapitular y planear.

El tiempo que nos damos para revisar nuestros propósitos está bien invertido. Propongo revisar nuestras metas y objetivos con más constancia, no solo en fechas especiales. Lo más importante es hacer todo lo posible por que todos esos proyectos vean la luz del día.

. . . La joven pareja manejaba nerviosamente en el Paseo de la Reforma, el jueves 12 de octubre de 1972*. 45 años después siguen igual de jóvenes y con el mismo entusiasmo.

El evento en cuestión, mi llegada al mundo en un sanatorio en Paseo de la Reforma, que desapareció hace mucho, es intrascendente para la mayoría de la gente, y más aún para el Universo. Pero es importante para mí y para unas cuantas personas. Por eso decidí festejarlo regalándome esta entrada en el blog.

Agregado al artículo original:

Al parecer la publicación de este artículo trajo como consecuencia la búsqueda de recuerdos empolvados en el pasado y abajo hay un ejemplo:

Nota

* Este año mi cumpleaños cayó también en jueves.