Un plan B en todo momento

La familia estaba a bordo de un pequeño auto mal estacionado a un lado de la calle, evitando apenas afectar el paso de los otros coches. Yo me encontraba afuera del auto. ¿La razón? Estaba comprando tamales* en un puesto de la calle para un desayuno familiar en casa de mis padres. Plan sencillo: trasladarnos al otro lado de la ciudad, desayunar rico, pasar un rato de sobremesa para seguir con otros planes del día. ¿Qué podía salir mal? ¿Había necesidad de tener un plan B? Para nada.

El vendedor envolvió los tamales en papel, cuidadosamente. Los agrupaba de cinco en cinco a la vez que los ponía en pequeñas bolsas de plástico. Al final, colocó todo el contenido en una bolsa grande. Así se mantendrían calientes durante la travesía. Mientras tanto, todos nos esperaban impacientes en nuestro destino.

Pagué el total de mi cuenta. El muchacho, alegre por una buena venta, me dio el cambio y un litro de atole* como regalo. Subí al coche y lo moví inmediatamente, aliviado de ya no estar mal estacionado. Continuamos el largo recorrido. Afortunadamente había menos tráfico de lo esperado. Llegaríamos a tiempo al rico desayuno.

camino cerrado
No debemos dejar que se nos cierren los caminos. Siempre debemos contar con una alternativa

Mientras tanto, un conductor manejaba una camioneta. Su trabajo del día consistía en trasladar un caballo, carga nueva para él, y un peso extra al que no estaba acostumbrado. Lo transportaba en un remolque conectado a la parte trasera del vehículo. De repente, el tráfico se volvió más lento. Aplicó normalmente los frenos. Pero no fue suficiente. A pesar de que apretaba el pedal fuertemente, no pudo evitar alcanzar a un auto en el que viajaba una familia con tamales calientes. . .

La importancia de tener alternativas

Un plan B ayuda en muchos casos. Cuando las cosas no salen como esperamos, tener una alternativa ahorra  tiempo. También ayuda a reducir el factor sorpresa, ya que  al analizar nuestras opciones, automáticamente nos preparamos mentalmente a que llos resultados no se den al pie de la letra.

Nada es seguro en la vida. No lo es lo más importante, ni tampoco lo insignificante. El factor sorpresa introduce un efecto de reacción retardada y en ocasiones hasta de trauma. Contando con un plan alternativo es posible comprar un poco de tiempo, que es un recurso muy valioso en circunstancias difíciles.

Dicho lo anterior, es recomendable contar con un plan B (y C, y D) que nos ayude a reaccionar rápidamente ante los cambios repentinos. El proceso no debe tomar mucho tiempo y debe de hacerse de la manera más sencilla posible.

Un ejemplo completamente irrelevante

Una desventaja de mi trabajo es que los horarios son variables. Aveces pierdo fechas y eventos importantes. Normalmente duermo cuando todos están despiertos y estoy despierto mientras los demás duermen.

Una ventaja de mi trabajo es que los horarios son variables. Me doy el lujo de estar en casa  mientras los demás trabajan. Mis traslados son rápidos ya que normalmente evito el tráfico.

Gracias a esto, tengo la fortuna de ser parte activa en las actividades familiares. En las mañanas, si estoy desocupado, llevo a los niños a la escuela. De ahí paso a un centro comercial a tomar un café. El problema es que los dejo a las 7 y este lugar lo abren a las 7 y media.

Para no tener esta media hora muerta, hice amistad con el guardia de la entrada. En cuanto me ve, abre la puerta amablemente y me deja entrar, a pesar de que el lugar está oficialmente cerrado. Por alguna extraña razón, la cafetería está ya abierta  y me puedo tomar mi café a las 7.

Entiendo que algún día llegaré y habrá otro guardia que no me va a dejar entrar. Por eso tengo un plan B:  cada vez que salgo de casa con rumbo a la escuela, me llevo un libro. Si me encuentro con que he perdido mi privilegio, me quedaré en el coche leyendo hasta que abran.

¿Cuándo hay que contar con un plan B?

De preferencia, siempre, aunque entiendo que hay ocasiones en que no es práctico. Definitivamente cualquier decisión relevante e importante debe acompañarse de una alternativa.

Súper autos
Si no es el rojo, es el otro rojo. Si no, el naranja o el blanco. Esto es tener un plan B, C y D

Cuando inicié mi pequeño negocio de internet, lo hice con cierto tipo de productos y clientes en mente. Después de iniciar operaciones me di cuenta de que el perfil de los clientes era diferente a lo planeado. Por esto, los productos no eran los adecuados. Me vi obligado a cambiar por completo mi oferta para adaptarme a las circunstancias.

Fui necio y me faltó visión. Tardé tiempo en reaccionar y perdí tiempo valioso. Ahora cuento con un plan B para enfrentar los cambios imprevistos del mercado y problemas técnicos, como me pasó el mes pasado.

Un plan B ayuda a reaccionar con precisión y prontitud ante los eventos inesperados. esto puede tener buenas consecuencias:

  • Nos puede dar una ventaja competitiva (en el caso de un negocio).
  • Ayuda a reaccionar con tiempo ante eventualidades.
  • Nos prepara para crisis financieras.
  • Evita el aburrimiento cuando se nos prohíbe la entrada a un centro comercial cerrado.

¿Y el bloguero lo hace?

No siempre. Tanto blog como bloguero están en constante construcción. Siempre hay errores y falta mucho por hacer. Escribir de estos temas me ayuda a grabar en mi cabeza los temas que considero de mi beneficio. Hoy espero mejorar y encontrar la necesidad de tener un plan B.

Pero no todo está perdido. He mejorado. Antes me conformaba con una vida desorganizada, pensando que todo se soluciona naturalmente. Aunque el caos no siempre es malo, la situación estaba casi fuera de control.

Perdía tiempo, vivía con miedo constante de que las cosas salieran mal. Y cuando era necesario enfrentar eventos desagradables de frente, me daba pánico y no sabía cómo reaccionar.

Ahora que cuento con un plan B para algunos casos, me siento más seguro de mí mismo. Estoy más preparado para enfrentar los inevitables retos que me pondrá la vida. También se me facilita salir de mi zona de confort. Tiendo a experimentar más que antes.

Mi actitud, a veces pesimista, es compatible con la idea de tener alternativas. La conciencia de que los resultados pueden ser diferentes a los planes, reduce la frustración, sin duda.

Los 10 momentos estelares de un plan B

Llevaba tiempo sin copiar mis lluvias de ideas de la libreta al blog. ¡Qué coincidencia! La sesión de ayer está relacionada con el tema de hoy. Es una lista personal, pero puede ser de utilidad a alguien.

1.- El trabajo

El hecho de ser humano me expone a errores. Algunas veces los patrones no perdonan. Las empresas no duran toda la vida. Algunas veces desaparecen o tienen que recortar personal. Por ello busco unas finanzas sanas y un colchón financiero. Leo constantemente y trato de adquirir nuevas habilidades que pueden ser de ayuda en momentos difíciles.

2.- La salud

Lo más importante es prevenir. A pesar de los buenos resultados que me han dado mis sesiones de correr, entiendo que la salud puede dar sorpresas a cualquiera. Un seguro médico es importante. También lo es pensar en alternativas si se vuelve imposible trabajar (ver punto anterior), o cuidar a algún miembro de la familia.

3.-Actividades que requieren planeación

La Ley de Murphy dice: “si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal.” Por ello, trato de tener un plan B cada vez que tengo un nuevo plan o proyecto. Los imprevistos nunca faltarán. Es necesario poder reaccionar a tiempo y eficientemente.

4.- Pérdidas económicas

Los mercados son volátiles. Existe la idea incorrecta de que hay cosas que siempre se valoran, como los bienes raíces, o la bolsa de valores, que tiende a subir históricamente. Sin embargo, hay caídas estrepitosas que podrían llegar en los momentos de más necesidad (ver punto 1 y 2), y seguramente lo harán (ver punto 3). La solución es diversificar  y contar con un ingreso pasivo constante.

Vuelta
A veces es necesario tomar una desviación que nos lleve a un mejor lugar

5.- Viajes

Desviaciones, cancelaciones, fallas mecánicas y otros eventos son cosa común para los viajeros. Se debe contar con un fondo extra cuando se viaja para cubrir gastos inesperados. Si, como yo, se viaja sujeto a espacio, hay que llegar al extremo de considerar un destino diferente por si se llenan los vuelos. Lo importante es hacer lo posible por no echar a perder las vacaciones.

6.-Proyectos

El carpintero o el plomero pocas veces entregan sus trabajos a tiempo. Los grandes constructores de aviones hacen algunas entregas con demoras escandalosas. Los proyectos de construcción se atrasan. Nosotros no somos inmunes a esto. Cualquier proyecto que iniciemos vendrá acompañado de imprevistos y sorpresas. Es importante considerar lo que puede salir mal y tener listas posibles soluciones para que el proyecto sea más eficiente y confiable.

7.- Los negocios

No tengo mucha experiencia en el tema, pero me gusta escribir sobre negocios. Aquí es necesario buscar alternativas constantemente. La competencia nos alcanzará (o pasará) en cualquier momento. La tecnología cambia y los productos se vuelven obsoletos. Hay que trazar un plan B para renovarse, modernizarse y aplicar un proceso de mejora constante.

8.- Cuando parece que nada saldrá mal

Cuando llega ese pensamiento a mi cabeza, algo saldrá mal (ver punto 3). Lo sé adentro de mí. como si fuera una premonición. Si creo que algo es infalible, debo buscar inmediatamente una solución para estar listo en el momento en que llegue la inevitable falla.

9.- Eventos inesperados

Nuestra sola existencia garantiza la venida de eventos muy buenos o terribles. Debemos aprovechar los positivos. Los negativos, en cambio, nos golpearán fuertemente y no queda más que salir adelante. Tener un plan de contingencia no evitará el dolor o el enojo, pero qué tan preparados estamos puede ser la llave para salir del hoyo.

10.- Fotos, música, artículos y documentos importantes

El plan B es un respaldo de seguridad, de preferencia en un lugar diferente. Es el consejo que leo constantemente en revistas y blogs de tecnología. Sin embargo, pocos lo llevan a cabo. A veces tenemos la idea de que nada fallará. Un plan B ayudará a lamentar la pérdida física y no la sentimental. Esto me recuerda que no he hecho el respaldo de los dos últimos artículos. Ahora mismo lo hago.

Conclusión

paz
La paz es una buena alternativa si las cosas se encuentran tensas.

Es poco práctico tener un plan B para todas las circunstancias posibles. Pero en ocasiones contar con alternativas puede evitar una crisis. Aquí es cuando toma carácter de obligatorio. Dicho lo anterior, sería un buen hábito hacerlo también aunque no sea cuestión de vida o muerte.

. . . Lo último que había pasado por mi mente esa mañana era que una camioneta remolcando a un caballo nos iba a pegar por atrás. Afortunadamente nadie salió lastimado. El caballo y los niños ni cuenta se dieron. Al auto, que me había prestado mi suegra, no le fue tan bien.

Estuvimos varias horas esperando al representante de la aseguradora. Cuando llegó finalmente, se perdió más tiempo en detalles. La hora del desayuno quedó atrás y los tamales, tan bien empaquetados, perdieron su energía calorífica. Por el lado positivo, los niños, entonces muy pequeños, estuvieron fascinados con el caballo, al que agradezco haberles evitado berrinches.

Llegamos a nuestro destino pasadas las dos de la tarde. Obviamente no contábamos con un plan B en caso de que una camioneta no pudiera frenar debido al peso de un caballo y nos chocara. Pero improvisamos.

Como era ya la hora de la comida, recalentamos los tamales y los comimos. Recuerdo más lo deliciosos que estaban que el trago amargo del día. Y con atole gratis, qué más se puede pedir.

Nota

* Incluí el enlace a las páginas de Wikipedia de tamal y atole porque el blog se lee en diferentes países de habla hispana y no en todas partes tienen la fortuna de conocer tales delicias.

16 respuestas a “
Un plan B en todo momento

  1. Excelente idea la del plan B aunque es difícil tenerlo siempre. Habrá que hacer un esfuerzo para contar con él sobre todo en los momentos difíciles que se avecinen. Muy buen artículo. Te felicito.

  2. Muy bueno tener un plan B, pero mejor aun, tu buena actitud ante el evento ocurrido, viendo las
    cosas positivas, como el caballo que causo tal admiracion de los niños y tambien que disfrutaron sus tamales y mejor todavia, el atole de regalo mmmmm

  3. Un plan B, sobre todo, nos da seguridad en nosotros mismos y nos ayuda a tomar riesgos.
    Qué buena la anécdota del caballo.
    Y ya se me antojó un tamal mmm, de rajas con queso

  4. En mi caso, estuve diseñando un plan B durante mucho tiempo, y lo acabo de poner en práctica. La satisfacción de que lo pude implementar y está dando frutos ha sido lo mas importante. Un buen amigo me decía que en la vida “siempre hay que tener un plan B…”

    Saludos!!

  5. Sin duda que un plan B nos evitará dolores de cabeza y frustración y, por lo tanto, hay que hacerlo en la mayor parte de nuestras actividades. Buen artículo y buenas fotos. Felicitaciones.

  6. Mi alex buen artículo , será bueno estar pensado en alternativas de todo lo que nos pase y como lo puso alguien en este espacio buena actitud para darle más valor a esos planes que nos salen como los pensamos originalmente

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