Un verano lleno de pendientes

Cuando era niño, cada año, tenía una meta muy clara y simple: el último día de clases. No era un mal estudiante, pero la academia nunca fue mi actividad favorita. Eso no quiere decir que no había algunos sentimientos encontrados. Iba a extrañar a algunos de mis amigos. Pero también se veía en el horizonte un verano de emociones, juego y diversión.

espresso
La cafeína ayudará a incrementar el entusiasmo para los proyectos de este verano.

Hubo grandes viajes en mi infancia. Pero en las vacaciones de verano no salíamos mucho, o al menos no por largos períodos. Esto no impedía que la pasara bien. Recuerdo con cariño aquellos días improductivos y de vagancia. Contemplaba las nubes que anunciaban la lluvia de la tarde. Otras veces leía libros que me hicieron ver lo pequeños que somos ante el Universo.

Pero también había proyectos. Programas de computadora por escribir. Naranjos por plantar * para que ocuparan el centro del jardín. Juegos que inventar. No todo era tiempo perdido. Disfrutaba tanto de la actividad como de los momentos aparentemente muertos.

Un día estaba yo angustiado: se me estaban acabando las vacaciones. De hecho faltaba solo un día para regresar a la escuela. A la hora de la comida, mis papás me mandaron a la tienda a comprar algo. Mientras caminaba, me encontré a un compañero de la escuela. Era el niño más aplicado del salón.

Nos pusimos a platicar. Inmediatamente le compartí mi angustia por el final de las vacaciones. Al otro día empezaba otra vez la rutina escolar. ¿Cómo no podían durar más días las vacaciones? Su respuesta me dejó helado. . .

Cómo son en la actualidad

nieve
Fui injusto cuando hablo de la soledad. Habrá compañía, igual que el año pasado.

Por un lado, las cosas no han cambiado mucho hoy. Un verano sigue ofreciendo la oportunidad para descansar y echar a volar la imaginación. Por otro lado, hay trabajo, obligaciones y soledad.

Vivimos lejos de casa. Entonces el verano es la época para visitar a familiares y amigos. Es una gran oportunidad para pasarla bien y ver a mucha gente. Pero hay un problema: estamos juntos solo unos días. La familia se queda y yo tengo que regresar a trabajar.

Cuando regreso, me esperan el calor y la soledad. Pero también es la ocasión para llevar a cabo actividades que en otras épocas se dificultan por falta de tiempo. Hay muchos pendientes por cumplir. Pero también grandes proyectos para completar.

Algunas cosas no cambian

De niño pensaba que a los papás no les importaban las vacaciones. Ahora que soy papá, las espero con la misma impaciencia de antes. Especialmente en esta época, a unos días de las vacaciones, ya no aguanto más. En unos días se acabarán las tareas, nos levantaremos tarde. Lo mejor de todo: no hay tráfico.

Después viajaremos. Todos juntos, viviremos una nueva aventura. Veremos a seres queridos, comeremos los platillos que extrañamos. Nos relajaremos. Por mi parte, me transportaré a aquellos días de la niñez con naranjos y nubes que anuncian el olor de la tarde lluviosa.

La difícil separación

Unos días después habrá una triste despedida. Regresaré a la realidad de trabajo, pendientes y obligaciones. Estaré frente a un verano caluroso. Pero estoy convencido de que podré superar la desidia y seré productivo.

Afortunadamente la comunicación es sencilla y eficiente. Esto hará todo más llevadero. El tiempo pasará rápido. En un abrir y cerrar de ojos estaremos otra vez juntos para empezar un nuevo ciclo escolar… y esperar con impaciencia un verano más.

monumento a la revolución
Habrá caminatas agradables, sin duda.

No todo es tristeza

Sacaré el máximo provecho de esos días. La rutina incluirá ejercicio, resolución de pendientes y seguramente la iniciación de proyectos. Uno de ellos es un libro electrónico que prometí pero que se ha quedado en mi imaginación.

La solución para que todo sea más llevadero es a base de buenos hábitos. Ya tengo una lista de pendientes. Puedo sentir desde ahora la satisfacción que será tacharlos uno por uno. Pero mejor se sentirá ver cómo los proyectos, que existen solo como parte de una lluvia de ideas, van tomando forma.

Un verano lleno de pendientes…

…Y de proyectos. Aprovecharé el tiempo libre del trabajo. Entonces, en el momento menos pensado, estaremos todos reunidos de nuevo. El entusiasmo por el nuevo ciclo escolar se renovará. También se irá degradando de manera casi imperceptible hasta que en junio próximo estemos listos para unas nuevas vacaciones.

Falta tiempo para eso. Mientras tanto, a disfrutar del viaje familiar. Después quedará cumplir con los objetivos que ayudarán a simplificar la vida. Tengo cuatro sentimientos encontrados al mismo tiempo. Estoy:

  • Estresado por la preparación del viaje.
  • Feliz por viajar con mi familia para ver a gente que extrañamos.
  • Triste por la separación de casi dos meses.
  • Emocionado por los proyectos que me esperan al regreso.

Conclusión

El calor y la soledad serán mudos testigos. Veo en el horizonte un verano productivo. Confío en que estaré un paso más cerca del cumplimiento de mis metas. Tras un proceso de mejora, la familia regresará a un lugar mejor. Sin duda nos encontramos ante una época especial. Así lo ha sido cada año y lo seguirá siendo.

playa
Esta es una imagen que se relaciona con el verano. En mi caso será diferente.

. . . Mi amigo veía las cosas de manera diferente. Él estaba aburrido. De hecho le emocionaba el comienzo de clases. Cada cabeza es un mundo. En el mejor de los casos, era una forma positiva de ver las cosas. Yo, optimista pero realista a la vez, no podía creer lo que escuchaba.

Esa plática pudo haber sido la gran oportunidad para cambiar mi perspectiva. Desgraciadamente no lo fue. Al día siguiente, sentado en la banca durante mi primer día de quinto de primaria, ya contaba los días para un verano con nuevas aventuras.

Nota

* Un verano de aquellos mil proyecto fue de plantar un naranjo. No fue solo uno. El día de hoy, en el centro del jardín, hay dos naranjos. Durante años hemos disfrutado de sus jugosos frutos. Corrección: me acaban de informar que uno se secó. El que queda está verde y listo para dar más naranjas.

10 respuestas a “
Un verano lleno de pendientes

  1. Muy ameno y emotivo tu artículo de hoy. Algo es muy cierto: nos parece que los periodos de soledad se harán interminables pero acaban pasando rápido, sobre todo si hay muchos pendientes que realizar. Qué angustias cuando se acercaba el final de las vacaciones, los recuerdo…Te felicito

  2. Yo también pienso que es un artículo muy ameno y lleno de recuerdos. Por aquello de “tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro”, ya urge lo del libro electrónico, lo esperamos ¡ah! y que sea gratis para amigos y parientes. Felicitaciones por un buen artículo.

  3. Muy emotivo. Ademas de plantar 2 arboles, también haz sembrado 2 semillitas que son 2 hermosos hijos, con ños que Dios te bedijo. Entiendo todo el estres y sacrificio que hacen al atravesar al otro parte del mundo. Pero si supieran, como nos cambian la vida, a los que los esperamos.

  4. Comparto tu recuerdo de verano, los patrones se repiten ahora con los hijos y sigue siendo fantástico. Yo también espero leer ese libro electrónico. Saludos y que tu verano sea increíble.

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