Durante los últimos años, abrir la puerta del armario tiene un efecto negativo: siento un nudo en el estómago. Los años que llevamos viviendo en la casa han sido testigos de una alarmante acumulación de objetos. Algunos de ellos son útiles. La mayoría, no. Lo fueron en el pasado, pero ahora no tienen nada que ofrecer. Es hora de deshacerme de lo que no necesito. Sé que poco a poco, con pequeños cambios, lograré cumplir este nuevo objetivo.
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Perdonarse a uno mismo vale la pena
Es difícil ser fuerte ante las tentaciones. Sobre todo cuando se está de vacaciones. Si la visita es a la tierra que me vio nacer es más complejo. En esa situación me encontraba yo. Sentado, frente a la comida más rica del mundo, la debilidad de carácter se apoderó de mí. Cómo perdonarse a uno mismo cuando se rompen hábitos por los que se libran épicas batallas día con día.
Vivir en la rutina y su posible solución
Las vacaciones tienen muchas ventajas. Algunas de ellas resultan obvias. Por ejemplo, la oportunidad de relajarse. Además es una ocasión para conocer lugares nuevos e inexplorados. Sin embargo, no todo es alegría. Al menos no para alguien como yo, acostumbrado a vivir en la rutina. Ofrezco una pequeña y sencilla historia para explicarme con más claridad.
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Un verano lleno de pendientes
Cuando era niño, cada año, tenía una meta muy clara y simple: el último día de clases. No era un mal estudiante, pero la academia nunca fue mi actividad favorita. Eso no quiere decir que no había algunos sentimientos encontrados. Iba a extrañar a algunos de mis amigos. Pero también se veía en el horizonte un verano de emociones, juego y diversión.
En el lugar y el momento adecuados
En 2011 me enteré de la existencia del Bitcoin. En ese año alcanzó la paridad con el dólar. El tema me interesó desde el principio. Sin embargo, me quedé a un lado, como simple espectador. En ese entonces se podía obtener un gran número de “monedas” por el método de “minería” usando una computadora muy básica. A diferencia de mí, otros sí participaron activamente. Estaban en el lugar y el momento adecuados.
Unas valiosas horas para dormir
Hoy recibí el nuevo día despierto, lo cual no es poco común. El jet lag me tenía confundido. No sabía si era de mañana, tarde o noche. Lo único en mi mente era mi cama. Necesitaba de unas valiosas horas para dormir. Se acercaba el gran momento. Pero por un momento me sentía todavía muy lejos de ellas. El tiempo pasaba lentamente. Estaba alerta pero cansado. No hay plazo que no se cumpla. La hora llegó finalmente.
Disfruta del momento y aprovéchalo
Como quien disfruta del momento, estaba yo en la playa, nadando y divirtiéndome con las revolcadas de las olas. A los ocho años, vivir frente al mar era un sueño hecho realidad. Mis hermanos y yo pasábamos horas en la playa. La piel ya se había acostumbrado a los rayos del sol. Tan cerca estábamos que mi mamá nos gritaba desde la cocina para que fuéramos a comer.
Deja de pelear contra ti mismo
Los lectores más asiduos saben que hace un año llegó a la familia un nuevo miembro: Nieve, una gata que adoptamos después de que, sin esperarla, apareciera en nuestras vidas. Es tranquila, sabia y entiende la importancia del presente. Y tiene un nuevo pasatiempo: ver a un pajarito que lleva tres semanas peleando con su reflejo en la ventana. Parece como si quisiera decirle: “Pajarito: deja de pelear contra ti mismo”. O tal vez solo se lo quiere comer.
Buenos hábitos para mejorar la vida
Necesitaba de toda mi concentración, pero esta no llegaba. Durante ese difícil adiestramiento lograría una importante transición profesional al principio de mi carrera. Necesitaba poner el 100 por ciento. Llegando a casa, después del primer día de entrenamiento, sentía que las cosas no habían salido tan bien como esperaba. Estaba estresado. Para que las cosas mejoraran, necesitaba implementar buenos hábitos en mi rutina de los días siguientes.
La constancia como base del éxito
Hoy ha sido un día particularmente pesado. El trabajo fue duro y el ánimo anduvo bajo en algunos momentos. Llegué tarde a casa y tengo poco tiempo para el artículo del martes. Además, estoy bajo los efectos del jetlag. Mi cuerpo me pide descanso. Pero he decidido que voy a escribir. La constancia es muy importante y no quiero quedar mal con los lectores. Por ello, me reporto en esta corta entrada.