El complejo proceso de simplificar la vida

1991 fue un año importante. Sin embargo, cerca de cumplir los 19 años, ni cuenta me daba. Estaba a punto de tomar una decisión que afectaría el resto de mi vida. Tenía que escoger la carrera que debía estudiar y dadas las circunstancias, no tenía ni idea. La vida era simple. El complejo proceso de simplificar la vida ni siquiera pasaba por mi cabeza. Con una cabeza despejada, tomé la decisión:

Voy a estudiar Diseño Gráfico

En realidad, no era la decisión correcta, al menos en todo el sentido de la palabra. Lo bueno es que la vida es más benevolente de lo que creemos. Tampoco fue una decisión que afectó el resto de mi vida. Por otro lado, conocí a grandes amigos que de otra forma no hubiera conocido y aprendí algunas técnicas interesantes de diseño gráfico. También ayudó a tener un gusto un poco más artístico.

Diseño Práctico

silla
Simplicidad y funcionalidad

Viéndolo en retrospectiva, me da un poco de pena con mis compañeros. Me lo tomé con mucha calma. Recuerdo algunas veces en que todo el grupo estaba bajo un gran estrés por la entrega de un trabajo importante, en el que habían invertido varias semanas. Yo empezaba a trabajar el día anterior a la entrega. Después de pasar una noche en vela llegaba con un trabajo que, sin ser excepcional, era aceptable. Hasta llegué a recibir elogios de los profesores que calificaban dichos trabajos.

Al darme cuenta de esto, acuñé un concepto, más bien en tono de broma: el “Diseño Práctico”. En realidad, ahora que lo pienso, debió haberse convertido en todo un movimiento en el mundo del Diseño. Era, en sí el complejo proceso de simplificar la vida, aplicado al diseño gráfico. El resultado eran entregas funcionales, estéticas y, claro está, simples.

La verdad, mi paso por el diseño gráfico estaba destinado al fracaso. Después de dos años, dejé la carrera para seguir mi verdadera vocación. No fueron años desperdiciados. Llevé conmigo grandes enseñanzas y amistades muy valiosas.

La vida se pone complicada.

La simplicidad de la vida a los 19 años empezó a dar paso a las complejidades que nos auto-imponemos.

No debería de ser así. Nosotros lo provocamos. En fin: estudios, pertenencias, mudanzas. Nos hacemos de cosas que nos llevan a hacernos de más cosas, que nos llevan a complejidades como permisos o trámites burocráticos. Y, claro: crecen de manera incontrolable.

Yo cometí, como muchos, el error de complicarme la vida mientras creía que me la simplificaba. Pensaba que hacía las cosas de manera magistral y en realidad me llenaba de cosas y de complejidades.

Tardé mucho años en darme cuenta. Las cosas pasan poco a poco. Cuando me di cuenta, era casi demasiado tarde (nunca es demasiado tarde para nada). Pero definitivamente era tiempo de empezar con el complejo proceso de simplificar la vida. Era tiempo de tomar acción al respecto, pero…

Me sentí ahorcado por mi propia complejidad

Tenía (tengo) demasiadas cosas en la cabeza. Se me juntaban los trámites burocráticos, al punto en que la desidia empezaba a tomar control de mi vida. Sentía que no podía más, el tiempo no me rendía. Un día completo no era suficiente para lograr ya no sólo los objetivos y metas de la vida. Ni siquiera para cumplir con las obligaciones inmediatas.

En verdad, en el momento, la cosa no sonaba tan dramática como la estoy poniendo ahora. Por un lado, sí era así de dramático. Por el otro, hay que ponerle más dramatismo al blog para hacerlo más entretenido.

Llegó entonces el momento crucial. Me di cuenta que mientras más pertenencias tuviera, mientras más complejidad pusiera en mi vida y mientras más cosas tuviera en mi cabeza, sería más difícil cambiar. Ese fue el exacto momento, la encrucijada. Fue cuando inicié el complejo proceso de simplificar la vida.

vaso
Simple, saludable y sin sabores innecesarios

El cambio iba a ser el éxito de la misión

La complejidad me había traído malas consecuencias. Tenía inseguridad, tenía miedo. Me faltaba ánimo para hacer las cosas. Estaba de mal humor. En otras palabras, sentía que se me cerraba el mundo.

Había decidido iniciar el complejo proceso de simplificar la vida. Ahora había un pequeño problema. Era consciente del problema, pero no tenía ni idea de por dónde debía empezar.

Decidí atacar los pequeños detalles, lo que era fácil, lo que podía cambiar inmediatamente y sin gran esfuerzo. Pensé en las cosas innecesarias de las que me podía deshacer en el momento. Analicé diferentes métodos para retomar el control de mi tiempo. Era necesario eliminar las complejidades que traen consigo más complejidades. Decidí también atacar de frente el complejo manejo que daba a mis finanzas personales.

Paulatinamente apliqué mi plan de acción a los aspectos más sencillos. Implementé procesos para simplificar algunas de las cosas más complicadas.

Algunos ejemplos:

  • Apliqué un proceso ordenado para hacer ejercicio: rutinas máximas de una hora, en casa, con una caminadora, sin membresías a clubes o gimnasios.
  • Inicié el proceso de simplificación de mis inversiones: índices de diferentes bolsas de valores, con una buena diversificación de riesgo.
  • Empecé a hacer pequeñas redadas de 5 minutos para deshacerme de pertenencias inútiles que nada más estorbaban.
  • Decidí pensarlo bien antes de comprar artículos que aparentemente nos dan felicidad, cuando en realidad sólo nos complican la vida.
  • Me propuse implementar sistemas para organizar varios aspectos de mi vida.
  • Cuando inicié este blog pensé en la simplicidad. Tanto la funcionalidad del sitio como su aspecto visual (el menor número de distracciones) y su contenido. Mi objetivo es expresar las  ideas de la manera más clara posible.

Así fue como se inició el complejo proceso de simplificar la vida. El plan no es perfecto, por supuesto, ni espero que lo sea. El solo hecho de haber comenzado hizo que mi cabeza se despejara un poco. No tan despejada como en aquellos años mozos en los que tenía 19. Aunque, comparado con la etapa dramática que describí al principio, era un buen comienzo.

El complejo proceso de simplificar la vida

Los amables lectores que siguen el blog religiosamente, y a los que estoy muy agradecido, sabrán que mi propósito del año 2017 fue el de escribir 10 ideas diarias, propósito que sin ser el más original, da buenos resultados.

foco
Al final siempre se me prende el foco

Por coincidencia, el día en que escribo esto, 10 de abril de 2017, es el día número 100 del año. Eso quiere decir que el día de hoy escribí mi idea número mil. Y no. La lluvia de ideas de hoy no fue sobre el complejo proceso de simplificar la vida*. Hubiera sido más emocionante el artículo, pero no fue así.

La buena noticia es que me puse a repasar mis lluvias de ideas pasadas, y el día 20 de marzo escribí: “10 ideas: Cómo vivir una vida más sencilla**”, lo cual califica para que sea transcrito y ampliado:

1.- Menos pertenencias: sólo lo necesario

Eso es algo por lo que lucho constantemente. Es difícil, pero he sido capaz de perderle el amor a algunas cosas.

2.- Vivir en un lugar más sencillo

No es que viva en la opulencia. Muy lejos de eso, pero pienso que mientras más sencillo es el lugar en el que vivimos, la mente tendrá más claridad.

3.- Tener ropa de buena calidad, pero que sólo sea para unos 7-9 días

Si de todos modos se lava la ropa de manera periódica, no veo la necesidad de tener más de lo necesario para que haya un flujo constante de ropa limpia.

4.- Invertir parte de mis ahorros en unos cuantos índices de bolsa

Ya lo expliqué anteriormente, y pienso escribir en el futuro todo un artículo al respecto.

5.- Eliminar el ruido causado por las noticias

Me entero de lo que pasa, claro está, pero no me obsesiono con las noticias. Mucho menos las sigo en vivo cuando se están desarrollando.  Cuando los eventos están fuera de mi control, lo mejor es sacarlos rápido de mi cabeza. Larga vida a mi gran amigo, el periódico. No desaparezcas, por favor.

6.- Pasar menos tiempo en Internet

Punto difícil, en proceso y por el que lucho constantemente. Eliminé las aplicaciones de redes sociales de mi teléfono. Las visitas a mi sitio favorito, Quora, van acompañadas de un reloj con alarma. De otra manera se extenderían de manera  interminable.

7.- Hacer mi trabajo más sencillo.

Igual que con el Diseño Práctico, busco en mi trabajo formas prácticas de simplificar mis funciones. El objetivo es  incrementar la productividad y reducir el estrés.

8.- … O no tener trabajo y vivir de ingresos pasivos y de un negocio

Como lo dije en un artículo anterior, espero algún día estar al frente de mi propia cafetería (claro: ¡una cafetería simple!). De manera paralela, espero disfrutar de los ingresos pasivos que me da el manejo, cada vez más eficiente, de mis finanzas personales.

9.- Ser más ordenado. Quitar el ruido de la vida

Ruido equivale a las cosas que están constantemente en nuestra mente. Lo que no nos deja dormir y que nos hace despertar exaltados en la madrugada. Sé que es posible quitar ese ruido. También sé que en ese momento la vida será más sencilla

10.- Ser más sencillo, honesto y humilde como persona

No es que sea arrogante, mentiroso o petulante (al menos eso creo). De lo que hablo es de luchar constantemente para ser mejor como persona. Por ejemplo, mentir hace que nuestra cabeza se vuelva una maraña de complejidad. Ser arrogante hace más complejas las relaciones personales. Estoy convencido de que con humildad, atacaremos el complejo proceso de simplificar la vida con más facilidad.

Conclusión

El complejo proceso de simplificar la vida es, como otras cosas de las que he hablado en el blog, un trabajo en proceso, que tal vez nunca podré culminar. Estoy muy lejos de vivir en un estado Zen, y creo que eso también sería complicado.

Falta mucho. El darme cuenta de que hay que hacer algo para simplificar la vida y el haber dado pequeños pasos para empezar, son ya un buen comienzo. En esa etapa ando: en el principio.

desorden
Falta mucho por hacer, pero el proceso se ha puesto en marcha

Soy optimista de que algún día podré decir que, aunque no del todo, he simplificado considerablemente mi vida, que mi cabeza está libre de ruido, que soy dueño de mi tiempo y que estoy listo para enfrentar los grandes retos de la vida con una gran claridad mental.

Notas

* La lluvia de ideas de hoy fue: “Cómo ser más ordenado con la publicación de artículos del blog”.

** Escribí las ideas y estoy trabajando duro para implementarlas, aunque estoy todavía muy lejos de lograrlo.

16 respuestas a “
El complejo proceso de simplificar la vida

  1. Es verdad que para disfrutar la vida no se necesita tener mil cosas.
    En particular me gusta comprar. Ahora veo alrededor y me asusto de todo lo que he acumulado en estos años, cosas que me encantan, pero que en realidad no necesito. De hecho reconozco que sin ellas no sería infeliz.
    Pero como mujer a veces es difícil simplificar la vida… pero no imposible.

  2. Muy cierto Ale, la vida es simple y nosotros la hacemos compleja, a la vez esta compuesta de momentos que debemos enfrentar y disfrutar. Todo lo vivido nos ha traido a estar acá hoy. Creo que si bien hay que mantenerla simple, también hay que tomar riesgos para disfrutarla, hay que salir de la rutina y aprovechar oportunidades que probablemente nunca se repetirán.

    Un abrazo y espero el proximo!!!!!

    1. Estoy de acuerdo. Hay que tomar riesgos y salir de la rutina. Creo que simplificando la vida es más fácil animarse, aparte de que tenemos más tiempo para aprovechar esas oportunidades. Un abrazo!

  3. Qué buenos propósitos. Lo positivo es que los pusiste o los estás poniendo en práctica. No soy compradora compulsiva, todo lo contrario pero algo de lo que dices, fundamental actualmente para mí, sería echar a la basura tantas cosas inútiles acumuladas durante años, que no sirven para nada y que sólo estorban. Coincido contigo en un 100%. Te felicito por todas las ideas plasmadas en tu blog.

    1. Gracias. Sí. Acumulamos demasiadas cosas. Además la simplicidad no solo debe ser material. También mental, aunque creo que si tenemos lo material en orden, la mente automáticamente se quita un gran peso de encima.

  4. Tienes mucha razon. A mi me cuesta trabajo deshechar cosas que tienen recuerdos y no puedo tirarlas, pero pienso, los recuerdos se llevan en el corazon y los tienes en la mente.
    Voy a seguir tu consejo y luego te platico como me fue.
    Felicidades

  5. Yo, en realidad, no tengo mucho apego por las cosas materiales. Pero sí hay mucho ruido. Ese ruido del que hablas, el que te quita el sueño en la madrugada. Y que está hecho de cosas que, en realidad, no son importantes, pero que nos aparta de la pantalla completa. Simplificando, quitando ruido innecesario, podemos hacer que nuestra vida sea más rica, más productiva y más feliz. Excelente artículo.

  6. Muy buen artículo, filosófico con un toque de psicología. Me gustaron también las fotos, que están muy de acuerdo con los textos. Felicitaciones

  7. Articulo ameno, sencillo y práctico creo ya estás en el proceso inmediato y como persona eres muy sencillo, agradable, sincero y te hace práctico pero cada quien lleva sus ángeles internos felicidades

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