Un día abrí los ojos y me di cuenta cuenta de que mi estilo de vida era sedentario en extremo. Era un problema serio y tenía que atacarlo de frente. Me puse algunas metas para lograrlo. Pero no fue suficiente. No tomé en cuenta un detalle: el mantenimiento de los objetivos es igual o más importante que su imposición. Entendí esto mucho después. Por lo pronto, ahí estaba yo, muy feliz en una tienda para comprar un nuevo juguete.
La importancia de ponerse objetivos
Mi vida ha sido en general desordenada. Así ha sido casi siempre, y así la había establecido, casi por diseño. Siempre había tenido la idea de que las cosas salen solas. A veces habían salido bien pero otras no tanto. Estaba conforme con las cosas como eran, y realmente no me había dado cuenta de la importancia de ponerse objetivos. Así, de manera algo desordenada, pasé mucho tiempo, muy feliz y muy conforme.