A un emprendedor con imaginación se le ocurrió algo nuevo: vender monedas. ¿Es buena idea ese tipo de negocio? Nuestro pequeño héroe no lo sabía. Pero valía la pena experimentar. Y lo hizo. Tomó las monedas peruanas que su padre le había traído de un viaje y se decidió a iniciar aquella arriesgada empresa. Le daba miedo que fracasara el negocio. Sin embargo se dio cuenta de que no intentarlo era, en sí, un fracaso.
Nacimiento de un libro electrónico
En una época de mi adolescencia, tal vez para luchar contra la confusión de esa difícil etapa, tomé la decisión de escribir una novela policíaca. Para entonces había devorado infinidad de libros de ese género, que abundaban en los libreros de la casa. El día de hoy he decidido retomar ese camino que dejé de recorrer hace años. Muy pronto, amigo lector, serás testigo del nacimiento de un libro electrónico.
El tiempo es oro: hay que aprovecharlo
Ayer desperté antes que el resto de la familia. El tiempo es oro, y ese pequeño período antes del bullicio matutino me da una pequeña ventaja que aprovecho para planear el día. Tomé un recibo de cafetería. Al reverso, escribí los pasos a seguir para enfrentar una emergencia que surgió la semana pasada y que no había atacado con la debida prontitud.
Pequeños pasos, resultados sorprendentes
“Niño Alejandro Merediz, lo busca su mamá en la entrada“. El mismo mensaje se había repetido varias veces en los altavoces del patio de la escuela. Yo, como siempre distraído, no lo había escuchado. Era mi primer día en la escuela primaria y todo era nuevo. No sabía que ese día era el primero de múltiples pequeños pasos que me llevarían durante años a través del sistema educativo. Tampoco se me había ocurrido que ya habían pasado a recogerme.
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Escribir un blog, toda una experiencia
Desde hace ya años jugaba con la idea de escribir un blog. Como muchas cosas en mi vida, era más bien un proyecto inalcanzable que servía más bien para hacerme sentir bien. Cerraba los ojos pensando en todas las visitas que tendría. Eso me ayudaba a dormir tranquilo. Pero un buen día, hace un año y tres días, hice la desidia a un lado, puse manos a la obra y publiqué el primer artículo. Desde entonces no he mirado para atrás.
Cómo enfrentar los grandes proyectos
Hoy, 23 de enero, la temporada navideña es cosa del pasado. El árbol de Navidad quedó meticulosamente empacado en bolsas de plástico y está, por los siguientes 11 meses, en un ático lleno de polvo cuyas funciones son: albergar la cisterna y el tinaco y darle un lugar donde pasar el tiempo cuando no está en uso. A pesar de ser un tema fuera de época, este árbol constituye un buen ejemplo de cómo enfrentar los grandes proyectos. Por ello, comparto el siguiente relato:
Pensando más allá de la norma
En la familia ha habido modas pasajeras. Una de ellas es el armado de rompecabezas en equipo. Me gustó mientras duró porque se crea un ambiente positivo. Cada pequeño triunfo, como encontrar una pieza, se celebraba con la frase “me cubrí de gloria”. Resultaba muy alentado cuando se encontraban partes muy difíciles como agua o cielo, esas se resuelven pensando más allá de lo acostumbrado.
Saber escuchar vs. hablar y hablar
Ser parte de un grupo grande no ayudaba. Todos hablábamos y nos interrumpíamos constantemente. Cada quién quería dejar en claro su punto de vista, yo incluido. Era la situación ideal para sentirme incómodo, pero tenía razón. Todos creíamos tener la información correcta. A pesar de ser consciente de la importancia de saber escuchar, mi participación no era la ideal.
Querer es un buen comienzo
Hace años, después de grandes esfuerzos, conseguí lo que era el trabajo de mis sueños. De esta manera se cumplían deseos que tuve desde niño. Tras el largo y exhaustivo proceso de selección, mis energías estaban muy bajas. Pero recibí una buena noticia: había sido exitoso. Al final se habían cumplido mis deseos de mucho tiempo Me dije a mí mismo que querer es poder.
Las eventualidades no se pueden planear
No recuerdo exactamente cuándo se me metió la idea en la cabeza. Habrá sido en la niñez, tal vez un poco después. Hace una semana realicé un proyecto que para otros era una idea descabellada. Hoy me dispongo a reseñar tal evento. Por supuesto, las eventualidades surgidas durante la realización de un sueño de muchos años tienen carácter protagónico.