En 2011 me enteré de la existencia del Bitcoin. En ese año alcanzó la paridad con el dólar. El tema me interesó desde el principio. Sin embargo, me quedé a un lado, como simple espectador. En ese entonces se podía obtener un gran número de “monedas” por el método de “minería” usando una computadora muy básica. A diferencia de mí, otros sí participaron activamente. Estaban en el lugar y el momento adecuados.