Hoy ha sido un día particularmente pesado. El trabajo fue duro y el ánimo anduvo bajo en algunos momentos. Llegué tarde a casa y tengo poco tiempo para el artículo del martes. Además, estoy bajo los efectos del jetlag. Mi cuerpo me pide descanso. Pero he decidido que voy a escribir. La constancia es muy importante y no quiero quedar mal con los lectores. Por ello, me reporto en esta corta entrada.
No dejar de intentar hasta lograr
De antemano ofrezco una advertencia: soy muy necio. También soy paciente. Mientras otros han caído, yo he seguido en pie. Pero no todo es un éxito: cuando otros cambian sabiamente de parecer, yo continúo detrás de causas perdidas. El no dejar de intentar me ha dado excelentes resultados. También me ha hecho perder tiempo valioso. Lo que puede ser una virtud se nos puede voltear.