Mis consejos para los negocios

Hoy empiezo con una solicitud contradictoria: No hagan caso a mis consejos para los negocios. ¿Por qué? Basta una pequeña introducción a mi experiencia como hombre de negocios. Entonces se podrán dar cuenta de que el presente artículo es más bien una forma de pensar en voz alta. Estoy seguro de que un buen número de mis lectores están al frente de empresas exitosas. Ellos están en mejor posición de darme consejos que de recibirlos. Sin embargo este es mi blog y puedo escribir en él lo que me venga en gana.

Para explicarme, empezaré con una pequeña historia de un adolescente que tuvo la suerte de tener una computadora poderosa para su tiempo. Dicha computadora tenía conectada una impresora, algo que no era tampoco muy común en una familia en aquel entonces. Después pasamos a darlas por hecho. Ahora se están volviendo otra vez un artículo no tan necesario en la casa.

Aquel muchacho vio un nicho que se abría en esas épocas: trabajos escolares hechos en computadora e impresos (un trabajo que nos habían dejado, en particular, era muy laborioso). También encontró una necesidad de sus potenciales clientes: ahorrar el tiempo que llevaría hacer dicho trabajo en máquina de escribir. Esto lo llevó a encontrar una oportunidad de negocio: vender tareas impresas a otros estudiantes. Había solo un pequeño obstáculo: el profesor que había dejado ese trabajo era muy exigente. Difícilmente perdonaría el hecho de que todo el grupo entregara esa tarea con su contenido exactamente igual.

El plan de negocios

Nuestro héroe, después de encontrar un nicho, una necesidad y una oportunidad, puso manos a la obra. No era tan fácil debido al obstáculo antes mencionado. Entonces, estableció una estrategia.

Hizo dos versiones de aquel trabajo: una para entregarla él y otra completamente diferente. Esta segunda versión la ofrecería a la venta a sus compañeros y la modificaría manualmente para que fuera diferente a todos los demás.

Puso entonces en marcha su plan de mercadotecnia y anunció al mundo su nuevo producto con la siguiente misión empresarial:

‘Tareas hechas en computadora, completamente originales, que ofrecen la libertad de aprovechar el tiempo libre en las cosas realmente importantes de esta gran etapa de la vida.’

La importancia de poner en práctica los proyectos

Fue un éxito. Desde ahí mis dotes de hombre de negocios quedaron guardados hasta hace poco. Actualmente manejo una pequeña operación de hospedaje en línea. Tiene casi 7 años de vida, lo cual en sí es un logro. El hecho de que sea muy pequeño da la oportunidad de dar un servicio amable y personalizado. Esto ha resultado ser su propuesta única de venta, que es muy apreciada por los clientes. Aún así, siento que tan poca experiencia no me da el derecho de ofrecer mis consejos para los negocios.

Fuera de esas dos aventuras, tengo mil proyectos que me hacen soñar de día. Desafortunadamente hay un problema. No he logrado que aquellos sueños diurnos se conviertan en realidad. Tal vez debido a la desidia me cuesta trabajo darle forma a mis proyectos y crear de ellos un negocio grande y palpable, con infraestructura y empleados.

Mis consejos para los negocios son una forma de pensar en voz alta lo que necesito para hacer de mis proyectos una realidad. Algunos de ellos han estado en mi cabeza desde etapas muy tempranas de mi vida. No. Nada que ver con reabrir el negocio de las tareas escolares impresas. Ese nicho de mercado desapareció hace ya muchos años.

Mis consejos para los negocios

A continuación intento reflexionar sobre las experiencias que he adquirido en mis propios proyectos. He dedicado también mucho tiempo a leer libros de negocios. He tomado también muchas notas y lluvias de ideas sobre cómo quiero que sea la operación de mis empresas futuras. Como mencioné antes, este es un ejercicio en el que pretendo auto-aconsejarme. Espero que al compartirlo le sea de utilidad a alguien más:

Crecer orgánicamente

Se dice que 9 de cada 10 negocios fracasan. De aquellos que sobreviven, solamente el 50% pasa del quinto año con vida. Hay quien dice que es una estadística exagerada e inventada. Puede ser más factible la que dice que el 50% de los negocios no pasan su quinto aniversario.

Mis consejos para los negocios vienen con una sabia recomendación: Todo negocio nuevo trae sus propios riesgos. Lo recomendable es empezar con una buena idea y con poco capital. De ahí hacer que crezca orgánicamente si la idea es exitosa. Si no lo es, la pérdida no me traería problemas económicos. Si la idea fracasa, queda dinero para la supervivencia familiar y, por supuesto, para pasar al siguiente proyecto. Así, si las estadísticas son ciertas, me quedan ocho oportunidades más para que salga bien.

Otra ventaja de crecer orgánicamente es que la infraestructura puede ir creciendo con el negocio. Al principio se puede rentar y empezar muy pequeño. Cuando esté ya bien posicionado, se puede adquirir la infraestructura necesaria de acuerdo a las necesidades y al crecimiento.

Buscar constantemente un nicho

La competencia no perdona. La tecnología tampoco. Hay que buscar un nicho que sea difícil de cubrir por las grandes empresas. Algunos ejemplos pueden ser: servicio personalizado, mejor calidad, productos hechos a mano, o buscar un segmento de la población olvidado por los grandes consorcios.

Hay dos ocasiones en las que el nicho se puede perder:

• La competencia encuentra lucrativo el nicho que le acabas de abrir y avienta toda su maquinaria contra ti.
• Una nueva tecnología, o el fácil acceso a la tecnología hacen que el nicho sea obsoleto, como en mi negocio de la adolescencia.

Por eso, hay que buscar renovarse constantemente y abrir nuevos nichos constantemente.

Que resuelva problemas y necesidades

Mis consejos para los negocios no tienen como objetivo ser el próximo Google. Sería maravilloso y no se debe descartar. Tampoco hay que estancarse y pensar que si no es algo que cambie el mundo no haré nada.

Incluso lavando ventanas o reparando baños se resuelven problemas y necesidades. No hay que buscar tan lejos. Por cada persona que le gusta algo, hay miles a los que no les gusta. Si hay algo que conozco y me gusta, puedo ayudar a otros que no conocen y que no les gusta.

Crecer de manera exponencial

El hecho de iniciar de una manera orgánica con poco capital e infraestructura, no quiere decir que debemos quedarnos así para siempre. La idea debe ser desde el principio pensar en que mi pequeño negocio algún día va a llegar a ser un gigante. Mis consejos para los negocios dicen que desde el principio debo de pensar en grande. Dos puntos que me ayudarán a lograrlo:

1. Estandarizar: Aunque empiece con una operación de una sola persona (yo), el negocio no debe depender únicamente de mí. Hay que poner en marcha un programa para estandarizar procesos y servicios. Así, cuando crezca el negocio, estará todo listo para delegar las tareas al personal, y que lo haga con la misma calidad y dedicación.
2. Automatizar: El tamaño del negocio está limitado al número de empleados que en él trabajan. Automatizando algunos procesos se puede eliminar, al menos parcialmente, el cuello de botella creado por la limitación humana.

Tener como objetivo el beneficio de empleados y clientes

Hay una buena razón para mencionar primero a los empleados y después a los clientes. Estoy convencido de que empleados felices y satisfechos harán un mejor trabajo. Esto traerá como consecuencia la satisfacción de los clientes.

Siento que toda empresa debe aceptar la responsabilidad de mejorar las vidas de otros, y debe ponerse eso como una de sus prioridades. El resultado será contar con empleados y clientes felices, lo que llevará a un incremento en las ventas y por lo tanto de las ganancias.

Documentar las fallas y los aciertos

De nada servirá la operación día con día de mi negocio si no aprendo de mis errores ni me responsabilizo de mis fallas. Si me dedico a buscar culpabilidades por todas partes negaría mis propias limitaciones. Esto me llevaría a un proceso de autodestrucción. Se debe analizar por qué otros (competencia, proveedores, empleados, clientes, etc) me metieron en un problema y cuál es mi parte de responsabilidad. Documentando los errores puedo evitar que vuelvan a ocurrir y los puedo canalizar a mi beneficio.

Por otro lado, si olvido lo que se ha hecho bien, no será posible repetirlo. Por ello es que también hay que documentar los aciertos. De ahí se puede establecer un proceso de mejora constante. Es muy importante hacer saber a los empleados de sus aciertos. Así ellos se darán cuenta de que son una parte activa de dicho proceso.

Conclusión

Estoy convencido de que siguiendo mis consejos para los negocios (y otros más que vaya descubriendo), seré capaz de alcanzar algún día estar al frente de un negocio exitoso. Espero también que tal empresa llegue a hacer alguna diferencia, aunque sea pequeña, en la vida de unos cuantos.

Un amigo me dijo una frase con la que no estoy de acuerdo:

‘A tu edad no es posible iniciar un negocio. Debes empezar joven, sin hijos, con menos responsabilidades, más energía y con ganas de tomar riesgos.’

Agradecí el consejo y lo ignoré. A mis 44 años me siento listo para iniciar lo que sea. Y si es a los 70 años estaré igual que listo. No me da miedo. Mientras haya vida no faltarán ganas.

Epílogo

En retrospectiva, aquel maestro, el que sería una limitación en mi negocio de tareas impresas, se dio perfecta cuenta de que la mayoría de los estudiantes (yo incluido) le entregaron prácticamente el mismo trabajo. El diferente tipo de letra y la modificación de algunos párrafos eran muy notorios. El mío, al menos, era diferente (eso creía). Tal vez simplemente se le hizo ingenioso el proyecto, rió y decidió hacerse de la vista gorda.