En 2011 me enteré de la existencia del Bitcoin. En ese año alcanzó la paridad con el dólar. El tema me interesó desde el principio. Sin embargo, me quedé a un lado, como simple espectador. En ese entonces se podía obtener un gran número de “monedas” por el método de “minería” usando una computadora muy básica. A diferencia de mí, otros sí participaron activamente. Estaban en el lugar y el momento adecuados.
Nacimiento de un libro electrónico
En una época de mi adolescencia, tal vez para luchar contra la confusión de esa difícil etapa, tomé la decisión de escribir una novela policíaca. Para entonces había devorado infinidad de libros de ese género, que abundaban en los libreros de la casa. El día de hoy he decidido retomar ese camino que dejé de recorrer hace años. Muy pronto, amigo lector, serás testigo del nacimiento de un libro electrónico.
No dejar de intentar hasta lograr
De antemano ofrezco una advertencia: soy muy necio. También soy paciente. Mientras otros han caído, yo he seguido en pie. Pero no todo es un éxito: cuando otros cambian sabiamente de parecer, yo continúo detrás de causas perdidas. El no dejar de intentar me ha dado excelentes resultados. También me ha hecho perder tiempo valioso. Lo que puede ser una virtud se nos puede voltear.
Bitcoin: un paseo por la montaña rusa
En casa hay un desordenado cuarto que se puede considerar mi oficina. Dicho espacio ha sido la fuente que ha dado luz a grandes proyectos, incluido este blog. Hace unos años, la escena recordaba al laboratorio de un científico loco. El ruido era intolerable. El calor, indiferente al viento generado por el constante uso del aire acondicionado. Tres computadoras operaban las 24 horas al 100% de su capacidad. El consumo eléctrico era excesivo. El polvo se impregnaba en sus inútiles ventiladores. ¿La razón? Se llevaba a cabo una operación de minería de Bitcoin.
El futuro que nos merecemos
Llegué cansado y entusiasmado después de un viaje muy largo. Era mi día favorito de la semana: martes. Lo disfruto mucho porque toca publicar artículo y descanso de mi ejercicio. Para mi sorpresa, el autobús que me llevaría del aeropuerto a mi hotel en la Gran Manzana tenía Internet. El entusiasmo duró poco. Al conectarme me di cuenta de que el servidor que aloja este blog (y otros sitios bajo mi responsabilidad) estaba fuera de línea. ¿En serio? Ese no es el futuro que nos merecemos.
Echando a perder se aprende
Con entusiasmo saqué la computadora portátil * de su caja. Sorpresa: incluía estuche. Segunda sorpresa: era más delgada de lo que pensaba. La conecté. Sin pensarlo, inserté un dispositivo USB con el sistema operativo de mi preferencia (basado, por supuesto, en el núcleo de Linux). Con gran habilidad completé los pasos para la instalación. Arranqué entusiasmado mi nuevo sistema en la flamante máquina. Resultado: luces multicolores parpadeando y una pantalla negra. Echando a perder se aprende.
La inevitable plática padre-hijo
Diré la verdad: me sentí agobiado. ¿Cómo pude dar tan importante consejo, tan a la ligera y sin pensarlo más de un instante? Mi cuñada me agarró en un momento de optimismo. Para colmo pasó dos veces, no una. Después de haber ofrecido tales consejos, me queda una pregunta: ¿Qué pasará cuando llegue la inevitable plática padre-hijo? No lo sé. Por eso creo que lo más sensato es prepararme desde hoy.
Confesiones de un ochentero
Creo que fue durante unas vacaciones de verano. O tal vez un día feriado. El caso es que no había clases. Mi amigo Juan Manuel* y yo estábamos sentados frente al monitor con letras verdes sobre un fondo negro. Escribíamos un programa en el lenguaje BASIC. Era, con mucho, el programa más largo que habíamos escrito. La culminación de todo lo que habíamos aprendido leyendo y copiando ejemplos de libros y revistas de programación. Corría el año 1987. Buena época para una buena introducción a las confesiones de un ochentero.
Mi uso del software de código abierto
Mi uso del software de código abierto es un tema tan importante en mi vida que merece al menos un artículo introductorio. Después entraré en más detalle en otros artículos donde trataré varios proyectos y experimentos en los que el software libre tendrá un lugar protagónico.