La satisfacción de pasar una buena noche

Me levanté antes de que saliera el sol. Era temprano pero la satisfacción de pasar una buena noche me motivaba. Salí de casa en cuanto el transporte público empezó a operar. Poco después me encontraba con mi amigo Gustavo. Nuestro objetivo era una caminata en el volcán Iztaccíhuatl porque necesitaba inspiración. Varias horas y autobuses después se inició la aventura en el pueblo de San Rafael, en las faldas de la montaña.

Monstruo de pesadilla
Es un alivio cuando nos damos cuenta de que nuestras pesadillas fueron solo un sueño.

Tan interesante paseo era el resultado de una serie de malas decisiones que había tomado días antes. En ese entonces estudiaba la carrera de Diseño Gráfico. Se me había asignado un importante proyecto: crear la imagen de una marca ficticia de perfume.

Hice equipo con dos compañeras. Nuestro proyecto iba por buen camino. Estábamos creando algo interesante. Sin embargo, por alguna extraña razón, decidí independizarme unos días antes del plazo de entrega . Anuncié mi decisión: crearía mi propia marca de perfume, basado en la “Mujer Dormida*”. No vi para atrás.

Esa fue la primera mala decisión. La segunda fue el paseo al volcán donde, según yo, me inspiraría para crear un producto espectacular. La pasamos muy bien Gustavo y yo. De eso no hay duda, pero. ¿Hubo algún progreso relacionado con el proyecto? Claro que no. Fue un agradable día de desidia. Tiempo valioso perdido en un bello bosque. . .

Consejero inadecuado

No soy médico ni mucho menos experto. Ni siquiera me tomé la molestia de investigar sobre el tema del sueño. Recomiendo tomarlo muy a la ligera.

Sin embargo, durante los últimos cuarenta y seis años he dormido muchas horas. Como todos nosotros, entiendo la satisfacción de pasar una buena noche. Disto de ser una autoridad en la materia, pero mi experiencia me da derecho a hablar sobre el tema.

Mi objetivo es ofrecer mi opinión al respecto y posiblemente hacerlo de manera entretenida. Esta entrada no sustituye de ninguna manera el consejo dado por especialistas o expertos en el tema. **

Nieve sí que duerme sin ningún remordimiento.

El placer de dormir

El sueño es uno de los placeres de mi vida. No es tema nuevo en el blog y no repetiré los consejos del pasado. Hoy solo pretendo compartir con los amables lectores la satisfacción que me da pasar una buena noche.

Los consejos sobre el tema abundan. Hay quien dice que se duerme mejor con poca luz. He leído por ahí que la temperatura ideal para dormir bien es de 18 grados centígrados. Yo moriría de frío y no podría dormir. El ruido tiene que ser mínimo, la almohada ideal y el colchón, ortopédico.

Cada cabeza es un mundo. Lo que en unos funciona en otros no. En ocasiones he dormido con el sol en la cara o con calor. La almohada me da lo mismo y el colchón, mientras no tenga resortes salidos, está bien.

Mi condición para llegar a la satisfacción de pasar una buena noche es estar cansado. Así no importa la dosis de cafeína ingerida y los ruidos me arrullan. Creo que me ayudan a tener los sueños más extraños, lo que nos lleva al siguiente punto.

…Y de soñar

Tengo sueños muy extraños. Algunos son hermosos y otros me aterrorizan. Cuando despierto y me doy cuenta de que solo estaba soñando, reacciono de dos maneras: tristeza cuando el sueño era bueno y alivio cuando se trataba de una pesadilla.

Además tengo la habilidad de controlar mis sueños. Cuando me doy cuenta de que lo que está pasando no es realidad, puedo alterar su curso. En ocasiones logro convertir una pesadilla en un cuento de hadas.

Aurora boreal
Una ventaja de pasar una noche en vela es la oportunidad de presenciar una hermosa aurora boreal en medio del Océano Atlántico.

Desde la infancia he tenido sueños repetitivos. El mismo tema, lugar y personajes reaparecen constantemente. Si no fuera poco, evolucionan con el tiempo. Es como si hubiera un universo paralelo del que participo cuando duermo. Esto se me hace fascinante e interesante.

La satisfacción de pasar una buena noche

Estoy convencido de que un buen día solo puede ser el resultado de un descanso nocturno apropiado. Por eso duermo sin remordimientos. La satisfacción de pasar una buena noche no tiene precio. No es negociable. Dormir bien debe de ser una de las prioridades en la vida.

Debido a mi trabajo he pasado muchas noches en vela. Sé que cada vez que esto pasa me estoy haciendo un daño casi imperceptible pero a la vez irreversible. Las horas perdidas no se pueden recuperar. Esto me ha ayudado a valorar cada minuto que paso con la cabeza pegada a la almohada. Soy flojo y lo digo con orgullo.

Cuando duermo bien, y sin interrupciones, me siento como nuevo durante el día. Mi mente trabaja con claridad. En cambio, cuando trato de dormir unas horas en la tarde para trabajar una jornada nocturna, es difícil y extraño la satisfacción de pasar una buena noche.

Conclusión

La satisfacción de pasar una buena noche es comparable con las mejores sensaciones de la vida. No hagamos caso a los que dicen que para lograr el éxito es necesario dormir cuatro horas. Disfrutemos sin remordimientos mientras recargamos las baterías. Hagamos de dormir un placer.

La satisfacción de pasar una buena noche
La satisfacción de pasar una buena noche se ve reflejada en el buen humor que tenemos al día siguiente.

Ahora, si me lo permiten, tengo que empezar mi ritual para poder ir a la cama a tiempo. Buenas noches.

. . . Lo único que logré fue perder el tiempo. Fue un paseo interesante pero no me sirvió de nada para mi proyecto. No sabía qué solución darle a este problema que habitaba en mi mente. Ahora lo veo desde otra perspectiva pero ese día sentía que se me venía el mundo encima.

Mi mente trabajaba a mil por hora cuando recibí una llamada. Uno de los equipos necesitaba un miembro más para poder completar el proyecto a tiempo. ¿Les ayudaría? Por supuesto. La solución llegó por sí sola. Nos pusimos a trabajar casi de inmediato. Lo logramos después de pasar una noche en vela.

Al día siguiente, al ver a mis compañeras del equipo anterior me sentí como un traidor. Y lo era. Me sentí mal pero salí del problema. La entrega fue un éxito, aunque hoy no me siento orgulloso. Lo que sí me enorgullece de aquel día son las 13 horas que dormí en cuanto llegué a casa.

Notas

* Esta es otra forma de llamar al volcán Iztaccíhuatl.

** Más información aquí.

8 respuestas a “
La satisfacción de pasar una buena noche

  1. No te imaginas lo acertado de tus conceptos sobre el sueño. Te lo dice una insomne eterna. Desde los 10 años sufro en las noches sin poder dormir durante largo tiempo: es horrible. Dichoso tú que puedes disfrutar de largas horas de sueño y aun de las previas a tu trabajo nocturno aunque no sean de la misma calidad. Excelente artículo y muy buenas fotos. Qué envidia da ver a la gata…

  2. Si pongo la cabeza en la almohada me muero me informan pero gracias a dios no sufro, hasta el día de hoy, de insomnio
    Saludos y buenas noches

  3. A mí me cuesta dormir y me cuesta despertar. Como dices, los sueños son fascinantes y una buena noche de descanso vale oro.
    Como también vale oro un paseo por San Rafael y La Mujer Dormida.

  4. Yo padezco de insomnio, todo me quita el sueño, qué bueno que tú no y sobre todo que cambias de horario y puedas conciliar el sueño, felicidades. Mi abuelita decía, que el sueño es vida.

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