Ejercicio mental, alimento del cerebro

Era una partida de ajedrez muy cerrada. Hubo movimientos magistrales por ambos lados. Todo un ejercicio mental. También hubo errores imperdonables. Estos fueron hábilmente aprovechados por los jugadores. En cada jugada se apoderaba en él la duda. Solo quedaba esperar la respuesta de su adversario. Su corazón se aceleraba y sus manos sudaban. Lógicamente, lo que seguía era un ataque agresivo e inteligente.

Poco a poco se perdían las esperanzas de victoria. Su inferioridad numérica era ya evidente. Los errores de su parte eran más y de mayor magnitud. Eso se estaba convirtiendo en una carnicería dura y despiadada. Era necesario concentrarse otra vez en el juego e intentar pensar de manera creativa e inteligente.

Al menos, la estrategia defensiva que usó desde el principio ayudaba. Por un lado, no daba mucha libertad de movimiento a su enemigo. Por el otro, era evidente que le molestaba. Aún así, su juego era muy superior al de nuestro héroe, quien estaba en una situación desesperada.

Estaba acorralado y su única opción era reaccionar a lo que le pusieran en el tablero. Buscaba desesperadamente una ruta de escape. ¿Acaso estaba todo perdido? . . .

Ajedrez 2.0

tablero whatsapp
El tablero está hecho de “emoyis”**  y de cuadros blancos y negros

En casa hay dos niños que aprendieron recientemente a jugar ajedrez. Su tía les regaló un juego muy bonito de cristal. Debería de jugar con ellos, que me lo han pedido algunas veces. Pero confieso que la desidia ha ofrecido oídos sordos a tales peticiones *. Durante años dejé esa actividad que había practicado con cierta regularidad. Hace poco leí a alguien en Internet que juega ajedrez en WhatsApp. Inicialmente no entendí el concepto: ¿tiene la aplicación un juego de ajedrez incluido?

Después entendí cómo funciona. Se juega de una manera muy primitiva: copiando y pegando las piezas, y llenando los espacios con cuadros del color correspondiente. La idea cautivó mi imaginación inmediatamente. Intenté buscar la entrada nuevamente para copiar el concepto pero no la encontré. Entonces tuve que usar mi imaginación. Diseñé mi propio tablero, actividad que fue todo un ejercicio mental.

La ventaja de que mis amigos sean más inteligentes que yo es que si callo y escucho, aprendo mucho de ellos. La desventaja de que mis amigos son más inteligentes que yo es que enfrento constantemente las peripecias en las que se metió nuestro héroe de la introducción. Más adelante me explico.

Una forma diferente de jugar

Últimamente me ha obsesionado la impasibilidad del paso del tiempo. Por ello, he concentrado mis energías en tratar de usarlo y aprovecharlo eficientemente. Eso hace poco atractiva la perspectiva de pasar dos horas frente a la televisión… o a un tablero de ajedrez.

El ajedrez en WhatsApp resuelve este dilema. Me ofrece la opción de ejecutar mis jugadas cuando tengo oportunidad y ganas, o durante períodos muertos de tiempo. Los juegos llevan días. No hay peligro de que las piezas se caigan o se desacomoden. Es posible jugar con alguien que está a miles de kilómetros de distancia. Además, en la conversación queda todo el historial del juego para analizarlo después.

Sé que hay formas más sofisticadas de hacerlo, pero este método cautivó mi imaginación.

Reglas del juego
Se juega copiando y pegando. Cada pieza movida debe ser reemplazada por un cuadro del color correspondiente. Las piezas “comidas” al adversario se ponen del lado del jugador.

Habiendo diseñado un tablero, le propuse un juego a mi amigo Gustavo. Inmediatamente entendió el concepto y le atrajo la idea. Había un problema: eso de tardar horas en responder se presta a analizar demasiado o pedir opiniones ajenas. Pusimos una regla: no tardar más de un minuto en analizar las jugadas. No era muy práctico y la eliminamos.

Ahora solo confiamos en la honestidad del adversario. De todos modos, hacer trampa elimina el objetivo de perfeccionar el juego y de usarlo como ejercicio mental.

Fue cuando inició una serie de batallas sangrientas y despiadadas. Paralelo a esto, entre jugadas nos pusimos a platicar de temas diversos y la comunicación entre ambos se restableció.

El músculo de la mente

¿Por qué llevo una buena parte de la entrada hablando de ajedrez? Porque es un gran ejercicio mental. Además, los emocionantes juegos han sido muy recientes y sus memorias me ayudan a escribir con fluidez y emoción.

En algún lado leí la analogía de la mente como un músculo y la idea me gustó:

  • Si la usas mucho, se fortalece. Es entonces posible exigirle más, ponerle retos cada vez más difíciles. A diferencia de su contraparte el músculo físico, prácticamente no tiene límites de crecimiento.
  • Si la usas poco, se atrofia. Cuesta cada vez más ponerla en operación para actividades diferentes a las rutinarias.

¿Cómo se puede fortalecer este músculo? Con ejercicio mental. ¿Como qué? Hay gran cantidad de ejercicios mentales disponibles. Muchos de ellos han sido diseñados por expertos. No dudo de su eficiencia. En una época jugué Sudoku de manera incansable. Pero ahora estoy haciendo un esfuerzo por simplificar mi vida, y no quiero complicarme con crucigramas.

Funciones del cerebro
El cerebro es un organismo complejo y misterioso. Por si las dudas, hay que ejercitarlo mucho.

¿Qué has hecho para fortalecer el músculo?

Buscar la solución por mi cuenta:

  1. A veces me pierdo en mis pensamientos y eso es un ejercicio mental.
  2. Correr una hora en una banda resulta monótono. A veces me pongo complejos ejercicios matemáticos relativos a la información de distancia, tiempo y calorías de la caminadora. Así se me hace más llevadera la rutina
  3. Leo y escribo diariamente. He repetido hasta el cansancio en el blog los excelentes resultados que me han dado las lluvias de ideas.
  4. Jugar Ajedrez con amigos que viven a miles de kilómetros. Un ejercicio mental que ha resultado muy divertido.
  5. Al final del día agradezco al menos tres cosas. Buscarlas requiere un esfuerzo mental y ayuda a ver el lado positivo del día.
  6. Escribir un blog y publicarlo cada martes. Exprime mi cerebro cada semana. Además, hay que tomar las dichosas fotografías…
  7. Experimentar constantemente. No siempre se obtienen buenos rersultados, pero se aprende mucho de los errores.

Ejercicio mental, alimento del cerebro

Uno de los efectos del ejercicio físico es que fortalece los músculos del cuerpo y proporciona una buena dosis de oxígeno al cerebro. Esto ayuda a estar en buena forma física, y mental.

Uno de los efectos de ejercitar el cerebro es que fortalece  el “músculo” de la mente. Esto ayuda a pensar con claridad y reaccionar bien cuando la rapidez e inteligencia son necesarias.

La combinación de ambos son una receta para el bienestar del cuerpo y de la mente. El cumplimento de estas dos condiciones fortalece y mejora la salud física y mental. Además ayuda a ser más despiertos y creativos. Los retos se vuelven más interesantes.

ajedrez de cristal.
El ajedrez regalado por la tía Laura. Prometo ponerme a jugar con los niños.

Conclusión

Hay muchas oportunidades en el día para implementar los ejercicios mentales. No deben ser complicados. Tampoco tienen que ser diseñados por psicólogos o expertos. Algo tan sencillo como calcular el descuento de un precio o un tipo de cambio mentalmente ayuda a ejercitar ese músculo para no dejarlo atrofiado y en el olvido.

Como siempre, el escribir esto, aparte de ser un ejercicio mental, me ayuda a poner en orden mis ideas para darme cuenta en qué debo trabajar para mejorar.

. . . Pensaba que estaba todo perdido cuando su oponente cometió un diminuto error. Esto le dio a nuestro héroe un pequeño respiro. Una gran oportunidad después de haber estado ahogado prácticamente desde el principio. Debía de aprovecharla.

Era necesario pensar de manera diferente, salir del área de confort. Si no, todo estaría perdido en tres jugadas. Pero ese pequeño desliz a su favor le dio la oportunidad de tender una trampa. Si su oponente caía en ella, la situación daría un giro de 180 grados.

No quedaba más que esperar. Horas después llegó la reacción. La trampa dio resultado. Dos movimientos más tarde las negras se cubrían de gloria y nuestro héroe celebraba su primera victoria después de dos dolorosas derrotas. Eso me pasa por tener amigos más inteligentes que yo.

jaque mate
A un paso de la ya inevitable primera victoria de la serie. Era ya mi turno. Perdón. No pude evitar la sonrisa

Notas

* Ante el amplio auditorio del blog, me comprometo a solucionar esto y a jugar con los niños. Será una buena práctica y un ejercicio mental para todos, además que fortalecerá la relación padre-hijo.

** Para mi sorpresa, hay un equivalente en español para la palabra “emoji” y es “emoyi“. Se trata de la adaptación de una palabra en japonés que significa imagen + letra.

Si alguien quiere jugar esta extraña forma de ajedrez, es tan fácil como copiar el tablero o crear el propio. El límite es la imaginación. Si alguien quiere jugar contra mí, me puede avisar a través de este medio. Puedo tardar horas o días en responder, pero lo haré.

10 respuestas a “
Ejercicio mental, alimento del cerebro

  1. Excelentes fotografías. El artículo es un gran estímulo para ejercitar la mente a la que no hay que dejar en reposo para que siempre esté alerta. Te felicito. Como siempre, muy buen artículo.

  2. Cierto… todo un ejercicio mental. Y a través de WhatsApp se disfruta el juego y los comentarios de la vida cotidiana. También me gustó ver los contrastes en nuestro rendimiento, causados por estar en distintos husos horarios. Pronto te retaré con un tablero.

  3. Es lo mejor el ajedrez, para ejercitar la mente y también para pasar un rato divertido. Aunque creo que yo voy más por el tablero a la antigua que por el whtsapp.

  4. Que bueno que consideres jugar con los niños. Para ellos sera un hanor jugar con su papi, ademas de que aprenden, el convivio de padre e hijos es muy bueno. Felicidades

  5. Hace tiempo se jugaba ajedrez a distancia por email. Y mucho antes se jugaba por cartas, de esas que repartía el cartero, una partida ebe haber durado meses o, quizá, años.
    También se pueden ejercitar las neuronas aprendiendo otro idioma o inventando, y resolviendo, problemas de cálculo. Pero el ajedrez es número uno.
    Como siempre, éste es un artículo interesante y ameno. Felicitaciones.

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