Un humilde logro personal alcanzado

El reloj sonó a las cuatro de la mañana. Me levanté de inmediato a pesar de haber pasado una mala noche. Estaba cansado y entusiasmado al mismo tiempo. En unas horas sabría si se realizaría un humilde logro personal que me había propuesto. Después de tomar agua me dispuse a darme un baño rápido para refrescar el cuerpo y el espíritu.

mapa de la carrera
Mapa del recorrido de la carrera.

Al pasar junto al espejo paré y me encontré con Alejandro. Le hice una pregunta: “¿Listo para correr una media maratón?” “No”, me respondió. “¡Perfecto!”

Mi reflejo era optimista y realista a la vez. A pesar de que me había preparado para ese momento, no sabía con certeza si mi entrenamiento había sido el adecuado. Por otro lado, no me quedaba ninguna duda de que lo intentaría. Frente a mí había un día divertido y eso era lo más importante.

Salí de bañarme renovado. Me vestí rápidamente poniendo especial cuidado al amarrarme los zapatos para evitar posibles eventualidades. Comí un plátano, subí a mi auto y manejé hacia el lugar donde esperaba cumplir un humilde logro personal. . .

Antecedentes

Los eventos descritos arriba iniciaron en abril de 2015. Llevaba años de inactividad y tenía que hacer algo al respecto. Si no cambiaba ya, las consecuencias podían ser irreversibles. Desde antes estaba consciente del problema pero había demorado su solución. No había tiempo que perder. Había que poner manos a la obra antes de que fuera demasiado tarde.

En otras ocasiones había intentado imponer cambios radicales y no me funcionó. Esta vez decidí hacerlo poco a poco, con hábitos simples y casi imperceptibles. Estos, juntos, echarían a andar la pesada rueda que estaba detenida. En cuanto se comenzara a mover todo sería más fácil.

Uno de estos hábitos tenía que ser el ejercicio. Consciente de sus beneficios, y sabiendo que me gusta correr, implementé un plan que me llevó lentamente a cumplir un humilde logro el viernes pasado.

Amanecer en Doha.
Creo que llegué demasiado temprano pero el tiempo pasó rápido.

El entrenamiento

Hace meses compartí en este espacio mi intención de correr una media maratón. Expliqué el plan que me había puesto y que estaba basado en información recabada de diversas fuentes. La estrategia que describí cambió un poco gracias a un comentario que recibí en esa entrada y a otros consejos. Así quedó la rutina.

  • Dos días a la semana de descanso, separados.
  • Un día de entrenamiento muy ligero.
  • Tres días de entrenamiento moderado.
  • Una corrida larga en la que fui aumentando la distancia semana con semana hasta llegar a 16 kilómetros. *Así quedó la rutina:

A la mitad de este proceso, en noviembre pasado, participé en una carrera de diez kilómetros. Después de esta, me enfoqué de lleno en la media maratón y mi objetivo fue la resistencia más que la velocidad. En algunas ocasiones me di un día extra de descanso para evitar posibles lesiones.

Estrategia de la media maratón

Los errores cometidos en la carrera de diez kilómetros me fueron de gran utilidad. Aprendí de ellos y me propuse no repetirlos. Esto sin duda me facilitaría la realización de un humilde logro personal.

Entendí que el día anterior a la carrera no había nada que hacer. No me estresé y me di el día libre. La información que leyera en línea nada más me daría nervios e inseguridad. Tuve una rutina normal y estuve tranquilo.

Antes de ir a la cama cené una buena porción de arroz para tener energías durante la carrera. Me hidraté de manera adecuada y me propuse seguir al pie de la letra la estrategia de arranque que me había fallado antes. Correría despacio los dos primeros kilómetros y después incrementaría el ritmo.

Objetivos de la carrera

Me puse como objetivo terminar en menos de dos horas. La carrera cuenta con cuatro segmentos de ida y vuelta. Si completaba cada uno en menos de media hora el éxito estaba garantizado.

En las vacaciones de invierno caminé mucho sin zapatos adecuados, lo cual me generó un fuerte dolor en el pie derecho. Tuve que parar durante una semana. Cuando me repuse entendí que otro objetivo importante era poner el esfuerzo suficiente para evitar lesiones durante la carrera.

Línea de salida
A punto de arrancar, emocionado por mi primera media maratón.

Un humilde logro personal

Para mucha gente una media maratón no es gran cosa. Hay quienes participan en maratones, triatlones y hasta ultra-maratones. Comparado con ellos me puse una meta humilde. Pero considerando que hace tres años y medio no podía correr durante más de treinta segundos, veintiún kilómetros es definitivamente un logro.

Cuando me vi en el espejo esa mañana empecé a dudar de mi capacidad pero no me arrepentí en ningún momento. Analicé las posibilidades. Si todo salía bien, me sentiría satisfecho. Si no terminaba analizaría los errores cometidos, aprendería de ellos y los evitaría en el futuro. Un triunfo desde ambos puntos de vista.

Conclusión

Un humilde logro personal y un gran triunfo a la vez. Me preparé durante meses, modifiqué mi rutina de acuerdo a consejos recibidos y cuando estaba ahí me se me quitó el miedo. Estaba listo, sin duda.

Lo que no se intenta no se consigue.

. . . Las calles estaban prácticamente desiertas. Era muy temprano y manejaba sin prisa. Poco después estacioné mi auto y me bajé para darme cuenta de que tenía mucho frío. Había trece grados y yo tenía nada más una playera pantalones cortos. Otros participantes estaban bien tapados. Demasiado tarde para arrepentirme.

un humilde logro personal.
Después de haber alcanzado un humilde logro personal.

Aguanté el frío durante hora y media. Minutos antes del comienzo me acerqué a la línea de salida. Estaba muy emocionado. Ahora sí me sentía listo y todas mis dudas de antes se habían disipado. De repente adelante de mí la gente se empezó a mover. Casi sin darme cuenta corría ya entre todos ellos. Nada más faltaban veintiún kilómetros.

El tiempo pasó rápidamente. Por mi mente cruzaban muchos pensamientos pero a la vez estaba concentrado en mi estrategia. Al completar 17 kilómetros entraba en territorios desconocidos: era la distancia más larga que había corrido en mi vida. Estaba cansado pero sabía que lo lograría.

Una hora, cincuenta y dos minutos, cincuenta y ocho segundos después crucé la meta y me llevé una grata sorpresa al encontrar a mi familia. Fuimos juntos a tomar un merecido desayuno para celebrar un humilde logro personal.

Nota

* En mi última corrida larga cometí un error matemático que me llevó a correr 17 kilómetros aunque mi intención era de no pasar de 16

16 respuestas a “
Un humilde logro personal alcanzado

  1. Felicitaciones. Un gran logro. Muy buenas las fotos: qué bonita la que tomaste cuando todavía no había amanecido. No recordaba tantas palmeras en Al Corniche. Después de tantos años, crecieron.

  2. Nada de humilde en pasar de la completa inactividad a una media maratón en tan poco tiempo.
    ¡Un gran logro! ¡Felicidades!

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