Soluciones simples a problemas complejos

No lo voy a repetir. Ya escribí en otra ocasión sobre la complejidad de nuestro árbol de Navidad. Pues bien: el domingo pasado inició, como cada año, el ritual de armarlo. Como de costumbre, tuve que vencer a la desidia para decidirme. La presión ejercida por el alto mando ayudó a tomar la decisión con más prontitud. Tomé al toro por los cuernos y puse manos a la obra. Para hacerlo más llevadero, esta vez había que encontrar soluciones simples.

Subí al empolvado ático que alberga esa infinidad de piezas que, juntas, hacen un hermoso árbol de Navidad. Este paso no es muy sencillo. Para subir, hay que entrar primero a una bodega. El objetivo allí es no tropezar entre los artículos de bebé en desuso que habitan en ella. Una vez librados los obstáculos, se encuentra, finalmente, una escalera vertical.

Sombra gigante
Los problemas parecen más grandes de lo que son.

Los primeros escalones son difíciles. Hay todavía más obstáculos. Se necesita balance corporal para no caer. A partir del tercer escalón la situación mejora y es posible subir con normalidad. Al alcanzar la meta, la vista es desoladora.

Había una capa de polvo acumulado en un año. La perturbaban las huellas del plomero que subió desesperadamente para cerrar la llave central del agua. Su pronta acción detuvo una fuga por una tubería rota el mes pasado. Al fondo del ático se encontraban las tres bolsas que contenían el árbol de Navidad.

¡Fuera abajo! Cayó la primera, sobre una carriola. Siguieron las otras dos. El grado de dificultad para bajar la escalera fue el doble que el de la subida pero lo logré sin incidentes. Tan heroica y riesgosa maniobra era apenas el principio del proceso. Todavía había que armarlo. Necesitaba soluciones simples para hacer esto más llevadero. . .

Problemas complejos

Casi todos los problemas existen solo en la mente. En la mayoría de los casos un breve análisis es suficiente para darnos cuenta de que nos estamos haciendo la vida difícil sin necesidad. Entender esto  permite canalizar nuestras energías en lo verdaderamente importante.

Hay otros problemas reales pero que se pueden evitar antes de que existan. ¿Cómo? No metiéndonos en ellos. Se oye fácil y lo es. Simplificar la vida  evita dolores de cabeza. Una vida sencilla con reglas simples, pocas pertenencias y responsabilidades necesarias evita situaciones difíciles.

No es tan fácil. Durante la vida cometemos errores. Aprendemos de ellos, pero también cargamos sobre los hombros el peso del pasado. No podemos viajar en el tiempo para resolverlos, pero es posible encontrar soluciones simples para mitigar sus consecuencias.

Haz caso al blog de Alejandro

Tanto Lector como autor compartimos el mismo problema: El blog tiene menos de dos años de existencia. De haber llegado antes, gozaríamos de sabiduría, viviríamos vidas simples y nuestras finanzas serían fuertes. Pero no fue así. Por eso, traemos pesadas cargas provenientes del pasado.

Más vale tarde que nunca. Siempre hay tiempo para corregir el curso. Esto se logra mediante un proceso de mejora constante. De esta manera es posible eliminar el ruido de nuestras vidas. No importan la edad ni el daño que ya nos hemos hecho.

Estamos a tiempo para encontrar soluciones simples a los problemas que cargamos. Estamos juntos en esto y juntos encontraremos la solución. Veamos qué podemos hacer al respecto.

tacos en la playa
Soluciones simples al estrés.

Soluciones simples

Los problemas no son creados iguales. Por ello, las soluciones son variadas. Por esto no es posible ofrecer una fórmula o receta que nos libre de las dificultades. Si lo hiciera, no sería más que un charlatán. Es necesario ver el asunto desde otra perspectiva.

En la primera sección del artículo logramos eliminar los problemas inexistentes. En la segunda, nos dimos cuenta de que llegamos a esta conclusión un poco tarde. Existen y son una realidad. Pero muchos de ellos no tienen razón de existir. Es hora de atacarlos de frente.

A veces las soluciones simples son las más difíciles de detectar. Cuando esto sucede y no hallamos por dónde empezar, hagámonos una pregunta: ¿Y si no estoy viendo el problema desde el ángulo correcto? Un cambio de punto de vista puede ser lo que se necesita para abrirnos los ojos.

El objetivo de dormir es descansar

Vamos por buen camino. Veamos un pequeño resumen de lo que hemos logrado hasta ahora:

  • Evitamos la creación de problemas nuevos.
  • Detectamos la existencia de problemas innecesarios.
  • Cambiamos la perspectiva para encontrar soluciones simples.

Los puntos anteriores requieren de una acción de nuestra parte. El siguiente necesita inacción.

La receta perfecta para insomnio, pesimismo, irritabilidad e imposibilidad de encontrar soluciones simples es repasar los problemas en cama, al tratar de dormir. Es como verlos a través de una lupa. Los magnifica. Hace que parezcan imposibles.

No es fácil desconectarnos en la noche. Tampoco es imposible. Tener pensamientos positivos al poner la cabeza en la cama ayuda. Un repaso de lo que agradecemos nos lleva tranquilos a ese momento en que los pensamientos y los sueños se entremezclan. Un instante después caemos en un sueño profundo.

adornos en caja
Aunque parezca imposible, siempre todo termina tomando forma.

Lo que queda

Hasta ahora hemos pasado los problemas por un filtro. Los que quedan  son de verdad. También son inevitables. No todo está perdido, sin embargo. Hay soluciones simples. Se me ocurren algunas ideas.

  1. Enfrentar la realidad. La percepción selectiva impide, en ocasiones, entender que tenemos un problema.
  2. Entender las limitaciones. Si la solución no está en nuestras manos, no es un problema.
  3. Pedir ayuda. Puede que haya amigos o familiares que han pasado por lo mismo. Expertos y profesionales pueden ofrecer soluciones eficientes.
  4. Las situaciones irreversibles no son problemas. No tienen solución. Hay que vivir con ellas.
  5. Eliminar la fuente. A veces la raíz del problema es más profunda de lo que pensábamos. Hay que atacarla.
  6. No hacer nada: . En ocasiones no hay nada que hacer mas que esperar a que llegue la solución.
  7. Responsabilizarnos. En lugar de echar culpas y buscar responsables hay que hacernos responsables y empezar a buscar una solución.
  8. No esperar que alguien lo haga. Es bueno pedir ayuda, pero la solución está en nosotros.
  9. Introspección. En lugar de quejarnos hay que aprovechar el tiempo y buscar soluciones simples basadas en nuestra experiencia y conocimiento.
  10. Prevención. Hay que tener un plan B y estar listos para la crisis. Algunas soluciones prefabricadas nos pueden sacar de problemas.

Conclusión

Hay que usar la mente como un filtro para determinar qué es real y qué no. Todo tiene solución. Si no, entonces no se está frente a un problema.

Para enfrentar los problemas hay que usar toda la artillería disponible y atacarlo de frente. Paso a paso darán de sí. La mente se aclarará. Entonces podremos concentrarnos todavía más en soluciones prácticas, reales y eficientes.

Árbol incompleto
Una solución a medias

. . . Decidí esperar porque no había necesidad de complicarme la vida. La hora de la salida de la escuela se aproximaba. La ayuda estaba en camino. Armar el árbol de Navidad sería tarea fácil. Seis manos son mejor que tres. El problema que tanto había dejado pasar ni siquiera existía.

Saqué todas las partes del árbol de sus bolsas respectivas. Las acomodé y armé el tronco principal. Me hice un café y me puse a leer mi libro. La solución entraría por la puerta en cualquier momento.

En eso estaba cuando recibí una llamada. “Estoy ocupada. ¿Puedes recoger a los niños en la escuela y nos vamos a comer por ahí?”. “¡Claro!”,  contesté. No podía rechazar tan atractiva oferta. En pleno noviembre el árbol podía esperar.

Llegamos un poco tarde a casa. Gracias al trabajo en equipo quedó armado en un santiamén. Problema resuelto… hasta enero.

8 respuestas a “
Soluciones simples a problemas complejos

  1. Buena conclusión: problema resuelto hasta enero. En enero llega la tarea más difícil: desarmar el árbol y llevar todo al ático, ya sin la ilusión de diciembre.

    Seguiré tus consejos para combatir mi eterno insomnio. Dios quiera que lo logre.

    Buen artículo y excelentes fotos, como siempre.

  2. Buenas recetas para lidiar con los problemas. Una muy antigua es la de fraccionar un problema grande en varios chicos y atacarlos uno por uno. Muy buen ejemplo el del árbol de Navidad, ¿y el Nacimiento? Felicitaciones, es un buen artículo.

  3. Perfectos consejos, tips
    Me encanto
    Debemos cambiar la forma de pensar para tener una vida más tranquila eso es muy importante.
    Jamás decir llevo 59 años o los que tenga uno, siendo así y no cambiare. Nunca es tarde

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