Reglas simples en un mundo complicado

Quien haya leído el blog por algún tiempo habrá notado cierta obsesión por la simplicidad. Pero entre lo que digo y lo que hago suele interponerse una distancia considerable. Dicho de otro modo, no siempre practico lo que pregono. Y no es por falta de ganas. Para demostrarlo hoy hablo sobre las reglas simples que trato de imponer en mi vida. Su objetivo es el de eliminar distracciones y alcanzar metas.

portada libro reglas simples
Libro altamente recomendable para quien, como yo, anda en busca de reglas simples.

Desperté agitado. Mi corazón latía rápidamente. En el momento en que abrí los ojos me di cuenta de que tenía que cambiar. Algunos de mis hábitos no eran los mejores. Tenía que tomar al toro por los cuernos. Era hora de actuar. El Alejandro de ese momento sería, muy pronto, cosa del pasado.

El día pasó como tantos otros. Pero el gran evento estaba ya reservado para esa tarde, en la que cambiaría para bien. Al día siguiente habría un nuevo ser en el mundo. Alguien que sería la envidia de propios y extraños. Se acercaba el momento de dar un giro de 180 grados.

El bullicioso día se convirtió en una apacible tarde. Me dirigí a mi oficina* ceremoniosamente. Tomé asiento ante el escritorio. Era necesaria toda la concentración disponible. Tomé una pluma y un papel. En aquella hoja en blanco se escribiría un nuevo porvenir. . .

Un libro con un interesante mensaje

En el primer artículo del blog prometí artículos sobre libros interesantes. Me he quedado corto en la promesa. De ochenta entradas que llevo, solo he cumplido en dos ocasiones:

Hoy hago efectiva la promesa por tercera vez:  Simple Rules: How to Thrive in a Complex World, de Donald Sull y Kathleen M. Eisenhardt.

Es un libro de negocios, aunque yo lo considero de autoayuda. Sus enseñanzas pueden llevarnos a la mejora personal. El tema es sencillo. Estableciendo reglas simples es posible hacer a un lado gran parte de la complejidad de este mundo.

Al estilo del blog de Alejandro

Es un libro que recomiendo ampliamente pero no lo describiré en este espacio. Si mis lectores consideran interesante el tema, vale la pena darle una repasada. Hoy me limito a discutir las mejoras que trae imponer de reglas simples en diferentes rubros.

Antes pensaba que eliminar la complejidad de la vida era una tarea muy dura. Me dediqué a establecer sistemas muy rígidos con reglas difíciles de seguir. Estaba convencido de que había que dedicar muchas horas al día para lograr mejoras tangibles.

Pero esto no funcionaba. Seguía chocando constantemente con paredes que se interponían ante mis objetivos. Sin ser una mala persona, sabía que esos cambios eran necesarios. Había que atacar al problema en lo más profundo. Pero pensaba que para llegar a la raíz era necesario excavar.

picnic
Los lugares simples también pueden traer momentos memorables-

Hay formas más fáciles de hacerlo

Después de darme de topes de manera repetida llegué a una conclusión muy fuerte: no se necesitan elaborados equipos de excavación para llegar a los lugares más profundos. Es tan fácil como lo siguiente:

¿Cómo mantenemos a una planta con vida? Con sol y agua. ¿A dónde llega el agua? A la raíz. ¿Es necesario cavar un hoyo para llegar a la raíz? No. Así solo se corre el riesgo de que la planta se caiga al estar rodeada por un hueco.

Para llegar a lo más profundo de nuestra alma no se necesita más que unas cuantas reglas simples. Estas van a llegar a la raíz de los problemas sin quitarnos tiempo ni espacio. No notaremos su presencia pero estarán ahí, hidratando y alimentando. Mientras tanto, nos dedicaremos a vivir una vida plena.

Reglas simples en un mundo complicado

Mientras más complejo es un problema más simple es su solución. Darnos cuenta de esto resuelve ya una gran parte. Para atacar el resto, mi siguiente paso es escribir tres reglas simples. Considero que ese es el número mágico para echar andar la maquinaria sin agregar complejidad.

El problema es que a veces resulta difícil establecerlas. ¿Por qué? Porque deben de ser prácticas. Y muchas veces nos gusta ser abstractos. Esto es positivo en muchas ocasiones, pero no hoy. La regla debe de ser concreta e incluir una acción física.

Creo que una de las razones por las que el fútbol es uno de los deportes más populares es porque sus reglas son pocas y sencillas.

Un ejemplo

pieza de lego
Las reglas simples son como pequeños bloques: se unen para lograr algo grande e inimaginable.

Bajar de peso con reglas abstractas:

  1. Una dieta balanceada.
  2. Incremento en la actividad física.
  3. Alcanzar un peso saludable.

Suena bien pero no nos lleva a ningún lado. Tal vez en una junta ejecutiva nos llevaríamos una ovación, especialmente usando una jerga corporativa muy sofisticada.

Ahora enfrentemos el mismo objetivo pero con reglas simples:

  1. Eliminar comida chatarra y refrescos.
  2. Caminar media hora al día como mínimo.
  3. Bajar 13 kilos para llegar a 70 kg. **

De esta manera el problema se está atacando de frente, con acciones concretas y una meta específica.

El ejemplo anterior se puede modificar y darle uso en infinidad de circunstancias. No siempre es fácil, pero los resultados se ven casi de manera instantánea.

Conclusión

Unas cuantas reglas simples traen resultados sorprendentes y positivos. Deben de ser pocas, realistas y muy específicas. Pero hay que imponerlas de manera generosa. Al alcanzar más metas y solucionar más problemas con este método, tendremos más tiempo disponible y mejorará nuestra calidad de vida.

Propongo escribir tres reglas simples ante cada problema u objetivo. Deben de llevar poco tiempo y ser de fácil ejecución. Esto complementa los procesos de mejora constante que tengamos ya en acción. Al principio los cambios serán imperceptibles pero con el tiempo crecerán como una bola de nieve así como lo hace el interés compuesto.

regla simple
Bueno: no todas las reglas son simples pero esta es la única que encontré a la mano.

. . . Tracé una serie de complicados diagramas de flujo. Se entrecruzaban diferentes objetivos que tenía en mente. Cada uno estaba encerrado en un cuadro. Había cientos de ramificaciones entre ellos. Mi vida estaba casi resulta en esa hoja de papel.

Eso creí. Pero en realidad me estaba complicando una vida que en sí era complicada ya. Como no aislé los problemas, todos dependían entre sí. Había que tomar acciones muy complejas para ejecutarlo. Se veía muy bien en el papel, eso sí.

No sabía por dónde empezar. Por eso no empecé. Me llevó muchos años darme cuenta de que los cambios deben de ser pequeños, pragmáticos y siguiendo reglas simples.

Notas

* La llamo oficina pero no es más que un escritorio empotrado en una litera que jamás se usó. Consejo para nuevos papás: los bebés y las literas son incompatibles. Compren camas normales y sencillas.

** Esto me da una índice de masa corporal de 22.1, justo a la mitad del “peso normal” en la tabla del enlace.

4 respuestas a “
Reglas simples en un mundo complicado

  1. Simplicidad para resolver problemas: una regla fácil, (aparentemente porque compicamos todo) y efectiva.
    Muy ameno tu artículo y las fotos excelentes. Felicitaciones.

  2. Yo soy horrible para eso. Tengo la muy mala costumbre de complicarme la vida.
    En cuestión de trabajo, soy organizada y práctica. Pero en la vida diaria puedo complicar hasta un simple paseo.
    Creo que es porque tiendo a irme al lado abstracto.
    Pero sí, con reglas simples se puede corregir eso y disfrutar más de las pequeñas cosas.
    Y estoy de acuerdo en que los problemas hay que atacarlos uno por uno.

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