La literatura de autoayuda con sus temas recurrentes

En el aspecto literario me considero afortunado. Mis padres,  desde niño, siempre me inculcaron el hábito de la lectura. Además tuve una profesora de Literatura en la Preparatoria (bachillerato) un poco diferente a la norma. Gracias a ellos me volví un ávido lector de varios temas. Tardé mucho tiempo en darme cuenta, o en remotamente encontrar que se podía sacar algo de la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes.

Fue rápido. No estábamos ni a la mitad del año escolar y ya nos había dejado leer todos los libros que son obligatorios durante ese año del bachillerato (si no recuerdo mal, era el segundo año). Entonces la profesora nos puso una tarea que, al menos a mí, me sorprendió. Llegó un día con una lista de libros para leer. Tal vez la lista incluía unos 15 o 20 títulos de libros de varios temas (en general literatura clásica, de la época del romanticismo, o algo así).

Solo nos pidió una cosa: leer tres libros de ese catálogo. Los que fueran, al ritmo que fuera y en el tiempo que fuera necesario. Al final de año debíamos entregar un resumen. Nos quedamos todos confundidos. ¿Cómo: si normalmente debíamos leer varios libros y entregar resúmenes con estrictas fechas de entrega? ¿Por qué nos daba entonces tanta libertad?

La libertad de leer lo que se te dé la gana cuando se te de la gana

Recuerdo mi elección como si fuera ayer: “La Cartuja de Parma”, de Stendhal. Tomé el libro en mis manos sin gran prisa. Tenía varios meses para leerlo. Ahora sí podía darle vuelo a la desidia. Leí la primera página… y la segunda, y la tercera. “Ven a comer, ven a cenar, ya vete a acostar”.

No recuerdo en cuánto tiempo lo terminé. Lo que sí puedo asegurar es que lo devoré. Siguió entonces “Rojo y Negro” del mismo autor… y también lo devoré. Para no hacer la historia tan larga, cuando llegó la fecha límite para leer tres libros, había devorado la mayoría de los 20 títulos opcionales.

Muy inteligente esa profesora. Hizo que al menos yo (seguramente otros de mis compañeros también), aprendiera a leer como se debe: sin limitaciones de tiempo, a la velocidad que a uno le plazca, sin pensar cuánto falta para acabar. Es más: con la opción de abandonarlo a la mitad si en realidad no era lo que esperábamos.

Posiblemente gracias a eso, y claro, a la influencia de mis padres que son ávidos lectores, me volví también un ávido lector. Ha habido altibajos, pero en general siempre me acompaña un libro donde esté. ¿No sabes qué regalarme en mi cumpleaños? Un libro es una buena opción. Tal vez lo deje a la mitad si no me gusta, pero agradeceré el detalle infinitamente. Incluso si es sobre la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes

Libros de ficción y libros de no ficción

Durante el tiempo, desde aquellos años mozos hasta ahora, mis preferencias literarias han cambiado, o diría yo, progresado un poco. Durante mucho tiempo leí únicamente libros de ficción. Los temas de no ficción se me hacían aburridos.

Me gustaron los libros de ficción desde el principio. La sensación de que dejas de ver letras y estás viendo las imágenes descritas en la historia es invaluable e indescriptible. Espero que todos mis lectores hayan pasado por eso. Nada más de escribirlo me emociono. Esa sensación es adictiva. La adicción a esas imágenes me dejó durante mucho tiempo atado al género de ficción.

Preferencias cambiantes

Hace algunos años, empecé a tener curiosidad por algunos temas específicos, alejados de mi campo de conocimiento, tales como la historia y la sociología. En esa época empecé a mostrar interés por los libros de no ficción. Ese interés me llevó ahora a leer casi exclusivamente libros de no ficción. Pasé de un extremo al otro. A pesar de que no lo practico actualmente, creo que lo mejor es alternar libros de ficción con libros de no ficción.

Mejor aún: he leído que lo mejor es leer no ficción durante el día y una buena novela durante la noche, antes de dormir. De esa manera se evita pasar insomnio provocado por quedarnos analizando lo que acabamos de leer. Lo ideal, entonces, sería leer dos libros al mismo tiempo, cosa que no he hecho. Dada la filosofía del blog, suena como un experimento interesante. Reportaré en el futuro.

Últimamente, como mencioné antes, me he concentrado en el género de no ficción. Ha aumentado mi curiosidad por aprender sobre muchos temas en los cuales no he recibido ninguna preparación profesional, pero que sin embargo me interesan. Algunos de esos temas están incluidos, algunas veces, en la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes.

Algunos temas interesantes

Lo increíble de los libros de no ficción es que en unos cientos de páginas podemos aprender algo sobre temas que el autor ha estudiado durante años. Algunas veces el escritor ha sido la autoridad en el tema. Le ha dedicado toda su carrera profesional y, generosamente, nos regala todos esos años de experiencia para que los absorbamos en unos cuantos días. Eso es realmente invaluable.

Mis intereses a lo largo de la vida han cambiado constantemente. Al final de cuentas, se trata de experimentar mientras no se descomponga nada, ¿no? Junto con mis intereses han cambiado los temas de los libros que he leído. Algunos temas, sin un orden específico, son:

• Divulgación científica
• Historia
• Biografías
• Sociología
• Psicología
• Negocios
• Finanzas
• Inversiones
• Computación

Y… finalmente…

• La literatura de autoayuda con sus temas recurrentes

La literatura de autoayuda con sus temas recurrentes

Durante años me negué a leer libros de autoayuda. La verdad es que hasta la fecha los tomo con precaución, ya se pueden encontrar algunos libros escritos por charlatanes, o por gente cuya única intención es vender libros vacíos y que no dejan nada al que los lee.

Por otro lado, algunos de los libros de autoayuda están escritos por gente que ha estudiado mucho y traen por detrás años de investigación científica sobre el comportamiento humano.

La literatura de autoayuda con sus temas recurrentes es a veces un juego de azar. Hay libros con títulos o cubiertas muy llamativas, con un diseño gráfico excelente. Son libros que se antoja comprar nada más de verlos. Lo que he descubierto con los libros de autoayuda es que algunas veces las apariencias engañan.

En este rubro he descubierto que libros con títulos no tan llamativos y en general de autores que tienen buena preparación son los mejores. He recibido gratas sorpresas y algunas de las lecturas han sido realmente interesantes, con buenas historias que dejan pensando y grandes lecciones. Es en este tipo de títulos que me concentro en este artículo.

Algunos títulos que considero relevantes

A continuación doy una lista que incluye la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes, leída recientemente por mí. Como ya saben, todo es sin buscar la perfección. Algunas advertencias:

1. No conozco exactamente la línea que divide un libro de autoayuda con libros de otros temas. Algunos pueden ser considerados como no de autoayuda. Sin embargo, sí me han ayudado a ayudarme, los incluyo como tales. Al final de cuentas, escribo y leo sobre lo que se me de la gana.
2. Algunos títulos seguramente se me olvidarán, y después recordaré que no los incluí. Tal vez los agregue en el futuro.
3. Debido a mi lugar de residencia y a los lugares a os que viajo por trabajo, tengo más fácil acceso a libros en inglés. Mi filosofía es leer en el idioma original del autor. Si el autor escribe en inglés, en ese idioma leo. Un libro cuyo autor escribe en español, lo leo en castellano. A un autor sueco, en cambio, lo leo en… español o inglés, que son los únicos idiomas que conozco. Incluyo títulos en su idioma original. Si el libro en cuestión está traducido al español, incluiré su título.

Finalmente incluyo la lista (no en orden específico… como salieron del librero):

 

• The 80 20 principle – Richard Koch
• Think and grow rich (Piense y hágase rico) – Napoleon Hill
• Rich Dad Poor Dad (Padre Rico, Padre Pobre) – Robert T. Kiyosaki
• A Random Walk Down Wall Street (Un paseo aleatorio por Wall Street) – Burton G. Malkiel. Más bien de inversiones, pero lo incluyo.
• The Power of Habit (El poder de los hábitos) – Charles Duhigg
• The 7 habits of highly Effective People (Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva) – Stephen R. Covey
• Good to great (Empresas que sobresalen) – Jim Collins (más bien de negocios, pero lo incluyo también)
• The $100 Startup – Chris Guillebeau
• Give and Take – Adam Grant
• Quiet Impact – Silvia Löhken
• The 4-hour Workweek (La semana laboral de 4 horas) – Timothy Ferris
• Work Clean – Dan Charnas
• Like a Virgin – Richard Branson
• Simple Rules – Donald Sull y Kathleen M. Eisenhardt

A pesar de que leo muchos libros en español, me doy cuenta de que todos los libros de autoayuda (o parecidos) que he leído son en inglés. Eso trae un problema: la mayoría son escritos por autores norteamericanos y tratan a veces los temas de una forma muy local. Pero si tomamos las cosas desde nuestro abierto y flexible punto de vista, podemos entender el mensaje desde nuestra única perspectiva.

¿A qué hora vas a tocar el tema que mencionas en el título?

Ah. Lo olvidaba. La lectura es un tema que me apasiona tanto que ya prácticamente escribí todo un artículo y no he tocado el tema principal:  la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes.

Pasemos entonces al tema que nos interesa el día de hoy. Normalmente cuando leo un libro trato de absorber lo más que pueda. Sin embargo, no soy de las personas que leen, releen, toman notas o marcan frases célebres o interesantes. Yo simplemente leo, y lo que se queda, se queda. Lo que no, pues me lo perdí.

En los libros de autoayuda que he leído, he encontrado temas recurrentes. Una y otra vez me topo con los mismos consejos y los mismos temas. Creo que si se repiten tanto es porque algo bueno podemos sacar de ellos. Pues bien. Aquí lo tienen: la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes. Sin un orden específico (lluvia de ideas).

1.- Es más importante escuchar que hablar

Cómo me cuesta trabajo aplicar este principio. Estoy en una conversación y ya estoy pensando cómo voy a contestar, o la historia que quiero a contar. Algunas veces ni siquiera sabemos de qué habla mi interlocutor.

Hago constantemente un gran esfuerzo para escuchar. Queda claro que algunas veces, nada más por oír a la gente y sus conversaciones, aprendemos más. Lo que queríamos decir ya lo sabíamos. Lo que escuchamos no lo sabíamos. Es totalmente nuevo. Recomiendo en este caso hacer preguntas cortas para hacer que el interlocutor se adentre más en el tema.

2.- Hacer ejercicio casi todos los días.

En lo particular me gusta correr. Sé que el ejercicio es algo personal y que cada quién tiene sus preferencias. Hacer lo que a uno le guste. Al menos caminar media hora al día, tratar de mover todas las articulaciones diariamente.

El ejercicio hace que circule la sangre, nos ayuda a aclarar la mente. El cerebro trabaja mejor, además de que segrega endofrinas, que nos hacen sentir más felices.

Así como debe haber ejercicio, debe haber también descanso. Uno o dos días de descanso deben ser obligatorios.

3.- Organizar las finanzas personales

Tener un colchón económico nos va a dar el mismo efecto que la circulación de la sangre. Nos va a dar la libertad de pensar con claridad y de buscar las cosas que nos gustan y que nos llenan, dándonos el lujo de no pensar en su beneficio económico.

Ya escribí todo un artículo al respecto y no voy a repetir. En resumen, para tener unas finanzas sanas debes:

• Vivir por debajo de tus posibilidades
• eliminar tus deudas
• ahorrar (pagándote antes a ti mismo)
• tener un colchón económico que te dé tranquilidad
• invertir lo que ahorres

Así de fácil

4.- Ponerse metas y objetivos

Ya escribí todo un artículo sobre metas y objetivos. Disfrútalo.

5.- Alimentarse sanamente

Lo dice alguien que ha estado a ambos lados en la alimentación. No sólo para bajar de peso. Una buena alimentación hace que mejore la calidad de vida.

6.- Leer y aprender constantemente

De los temas que a uno le gusten e interesen. No importa que no estén relacionados con lo que hagamos. Hay que agarrar libros que nos llamen la atención y leerlos. Algo aprenderemos, y algún día todo ese conocimiento va a tomar forma y nos va a ayudar en la vida. Hay que tener paciencia.

7.- Buscar a un mentor o “maestro”

De preferencia alguien que sea experto en el tema que nos interesa. Si no lo encontramos, entonces los libros son nuestros mejores amigos y sus autores se pueden convertir en nuestros mentores.

8.- Rodearnos de gente más inteligente que nosotros

Y con esto me refiero a toda la gente. Cualquier persona sabe más que nosotros en al menos un aspecto. Esto lo debemos aprovechar y aprender de toda la gente con la que interactuamos. Es sorprendente pero podemos recibir información relevante desde cualquier lado.

9.- Re-inventarnos constantemente

No nos quedemos atascados en nuestras especialidades, o en los rubros en los que somos expertos. Si algo nos interesa, vayamos atrás de ello. No importa. Busquemos nuevos territorios, territorios interesantes pero difíciles. El “no puedo no existe”. Más bien la pregunta debe ser “¿cómo puedo lograrlo?”. Este último enunciado es, una y otra vez, parte de la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes.

10.- La importancia de administrar el tiempo

Podemos tener muchos recursos a nuestra disposición: conocimiento, libros, mentores, dinero, salud, gente inteligente a nuestro alrededor. Todo lo mencionado en los últimos puntos. Pero el tiempo es un recurso no renovable. No lo podemos crear, no lo podemos comprar, y una vez que se fue, no lo podemos recuperar. Lo único que podemos hacer es aprender a administrarlo y aprovecharlo de la mejor manera posible.

La única forma de lograrlo es volviéndonos organizados, planeando y realizando tareas repetitivas de manera eficiente. Esas cosas que son obligatorias pero que si hacemos de manera desorganizada, se comen nuestro tiempo.

Conclusión

Dada la forma en la que se dio este artículo, creo que lo debo considerar más bien como introductorio a un tema que llevaba mucho tiempo queriendo incluir en el blog: reseñas de libros que he leído y que considero interesantes. Es la plataforma de lanzamiento del tema de libros en el blog. Creo que se nota que es un tema que me apasiona.

Algunos de los libros mencionados pueden no entrar en el rubro de autoayuda, aunque sin embargo, como dije antes, los considero como tales. Por lo tanto los incluyo en la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes.Es interesante, pero los diez temas mencionados arriba son tratados incesantemente por este tipo de libros.

A veces he sentido un poco de vergüenza cuando alguien me pregunta qué libro estoy leyendo y se trata de un libro de autoayuda. Más de una vez me han mirado con una cara un poco peculiar y no los culpo. Yo pensaba antes que este tipo de literatura no dejaba nada relevante y estaba equivocado.

Si analizamos bien lo que queremos leer y no nos dejamos llevar por temas de literatura barata que abundan y nos concentramos cambio en libros de autoayuda que dejan buenas enseñanzas, que están escritos por autores que son expertos en sus respectivos temas y que han hecho extensas investigaciones a lo largo de su carrera, definitivamente recomiendo la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes.

Se solicitan sugerencias

Si los amables lectores quieren que escriba un artículo sobre alguno de los libros que menciono en este artículo, me dará mucho gusto hacerlo. Es algo que prometí en el primer artículo. Mucha gente ha mostrado interés por reseñas de libros en el blog, y sin embargo no he sabido por dónde empezar.

Si, por otro lado hay un libro que me recomienden y que no he leído, me dará también mucho gusto recibir la recomendación. Lo leeré sin duda y probablemente hasta haga una reseña. No importa si no es sobre la literatura de autoayuda con sus temas recurrentes. Cualquier sugerencia de cualquier tema es buena.

Propongo que el medio para dejar ambos tipos de sugerencia sea a través de la forma de contacto de este artículo. Cuando la cantidad de comentarios se vuelva lo suficientemente grande, escribiré un nuevo artículo en el cual agregaré libros recomendados por los lectores sobre cualquier tema.