El gran amigo en la vida, el café

El turista estaba enojado. Hacía dos minutos le había tocado por fin a su turno de comprar el boleto de tren. Consiguió el boleto para ir a la estación Cadorna, en el centro de Milán. La salida del tren era a las 8:57. Corrió a la plataforma… demasiado tarde. Eran las 8:59. La próxima salida era a las 9:57. Decidió olvidar el enojo con el gran amigo en la vida, el café.

El turista estaba en la estación de tren del aeropuerto de Milán, Malpensa. Su enojo se debía a que sólo tenía disponible ese día para visitar la ciudad de Milán. La hora que acababa de perder valía oro. Y todo gracias a las turistas que estaban adelante de él en la taquilla haciendo mil preguntas al agente.

Salió de la estación de tren todavía de mal humor. Caminó a la terminal del aeropuerto después de haber cruzado un espacio artístico que siempre había llamado su atención. Un espacio, entre la estación de tren y la terminal del aeropuerto, en el que los pasajeros se olvidan por unos segundos del estrés relacionado con los aeropuertos. Una vez en la terminal, encontró una cafetería.

café espumoso
Espumoso y listo para volverse una experiencia inolvidable

Caminó sin prisa a la barra de la cafetería. La mayoría de los comensales pedían un café exprés*, lo pagaban, lo tomaban en unos segundos, y seguían con su vida. Él tenía todavía 55 minutos disponibles. Le sobraba tiempo, a diferencia de los demás. Pidió un cortado doble*, lo recibió, se sentó en una barra opuesta a la ocupada barra de los rápidos consumidores de exprés. Le dio un lento sorbo a su café, mientras veía caminar a los pasajeros de un lado al otro de la terminal. En ese momento sintió una carga de energía viajando por toda su sangre. Se alegró de haber perdido el tren. En ese instante, el turista dejó de ser turista y se convirtió en viajero.

La larga relación con el café.

Desde hace varios años el gran amigo en la vida, el café, ha sido un buen compañero. Lo tomo en las mañanas con mis amigos después de dejar a los niños en la escuela. Más tarde, otro con mi esposa. Son innumerables las experiencias que han surgido al lado de una taza de café.

Cuando tomo café me pongo en un estado en que dan ganas de realizar grandes proyectos. Es difícil describir la sensación. Al lado de un café con amigos han salido grandes planes. La conversación es más amena frente al aroma y al sabor del café. Sea en una cafetería o en el rincón favorito de la casa,  parece que todo se alinea para crear un ambiente agradable en el que me siento como pez en el agua.

El gran amigo en la vida, el café, ha sido muy importante en mi vida. Con el tiempo he aprendido a tomarle cada vez más gusto. Gusto no solo al café. También a los momentos que crea.

El gran amigo en la vida, el café

vaso de colores
Dale color a tu vida con un café

Gracias a mi trabajo, he tenido la oportunidad de viajar a la Bella Italia**. Desde la primera vez me ha llamado la atención la cultura de café que tienen en ese país, y la verdad es que los envidio. Desde la gente que pasa rápido a tomarse un exprés, dejando un euro en la barra, tomándolo de un trago y siguiendo con sus obligaciones, pasando por las parejas que están sentadas en la calle platicando con entusiasmo del futuro, hasta el turista que se transformó, gracias a que el gran amigo en la vida, el café, lo convirtió en un viajero, mientras veía pasar la vida en la terminal del aeropuerto de Malpensa.

Esa cultura del café la he querido trasladar a cualquier lugar en el que estoy, y me ha funcionado muy bien. La experiencia se ha convertido en un momento especial de mi día y también del de mis compañeros de café.

No sólo es el café… es todo lo que lo rodea

Otras grandes oportunidades que he tenido relacionadas con el gran amigo en la vida, el café, es el haber tomado el café Luwak de Indonesia. O el excelente café de Kenia. También el haber recibido como regalo de un buen amigo un café de Panamá, considerado uno de los más finos del mundo. Un amigo se acordó de mi y me trajo recientemente un excelente café de uno de sus viajes.

Puedo sentirme orgulloso de que en mi país, México, el café es de excelente calidad. Pero la calidad no sería nada sin los momentos. Los grandes momentos con amigos y con mis hermanos, platicando y cambiando el mundo enfrente de una taza de café.

Un proyecto pendiente

Desde hace años he tenido el sueño de estar al frente de mi propia cafetería. Sé que algún día lo voy a lograr. Y cuando lo haga, documentaré el proceso en este blog.

cafetera
Esperando su turno para convertirse en un buen café

He aprovechado los viajes a Italia para tomar café, y para tomar, discretamente, notas de todo lo que veo en las cafeterías. Desde cómo está distribuido el lugar, qué hace el personal, la decoración, las tazas, todo lo que se me ocurra. Sé que algún día esa información le va a  servir a mi proyecto. Seguiré el ejemplo de los grandes.

Y el día en que esté al frente de mi cafetería, veré en carne propia cómo el gran migo de la vida, el café, hace en otros el efecto mágico que ha hecho en mi durante tantos años.

Todo tiene sus límites

Como ya lo he documentado en el blog, hace dos años mi vida se volvió muy aburrida. Me puse a correr, bajé de peso, he luchado para tener las finanzas al día. He buscado una vida más sana y simple, todo mientras lucho constantemente contra el miedo y la desidia. Para realizar todos esos cambios con buena disciplina me puse algunas reglas, una de las cuales es tomar menos café.

La decisión der tomar menos café la tomé porque antes lo hacía sin límites y completamente fuera de control. Era realmente un exceso. Demasiada cafeína, que me causaba estar nervioso constantemente. El estómago también empezaba a sufrir por el exceso de café. Era el momento justo para hacer algo antes de que fuera demasiado tarde.

Me di cuenta de que tenía dos opciones:

  • Seguir así hasta que un doctor me prohibiera el café, o
  • Bajar la dosis diaria y poder seguir disfrutándolo por el resto de mi vida.

Me decidí por la segunda opción. Una vez que tomamos conciencia de las cosas que hacemos, se vuelve más fácil controlarlas. Establecí una regla muy sencilla: 4 cafés (exprés) al día, como máximo.

Esto me vuelve más consciente y me ayuda a controlar la dosis diaria de café.

Esta regla me ha sido de gran utilidad por algunas razones:

  1. Antes de tomar un café me aseguro de que sea en una ocasión en la que lo voy a disfrutar.
  2. El momento en que el gran amigo en la vida, el café me acompaña, se ha vuelto un momento especial.
  3. No me he sentido nervioso como antes.
  4. Mi estómago se ha portado de maravilla.
  5. Como las ocasiones son limitadas, busco café de buena calidad.
  6. Limitar los cafés afuera me ha ayudado a mejorar las finanzas personales.
  7. Espero con anticipación y anhelo el momento.
  8. Me aseguro de tomarlo en la compañía adecuada. O, si estoy solo, con el libro adecuado.
  9. Cuando tomo mi último café del día, ya estoy pensando con entusiasmo en el de mañana.
  10. El café y el momento se vuelven divertidos.
café vacío y libor
Se acabó el café, pero queda un buen libro para seguir leyendo

Conclusión

Como se puede ver, disfruto mucho del café. Ya sea con amigos, solo, en compañía de un buen libro, o cuando estoy en lugares interesantes, siempre hay un buen pretexto para disfrutar de un buen café…

…El turista que se convirtió en viajero disfrutó mucho su café antes de su viaje a la estación de Cadorna en Milán. Cuando no es viajero, o turista, es esposo, compañero, amigo, o tal vez un solitario soñador que se sienta con tranquilidad e disfrutar con el gran amigo en la vida, el café

Notas

*Cuando decidí empezar el proyecto del blog, me puse una regla: todo debe estar escrito en español. En el caso de este artículo, esta es una gran limitación. Un “cortado doble” no le hace justicia a su nombre en italiano: “Doppio Macchiatto“. También suena más interesante un “espresso“, que un “exprés”.

**Igual que en la nota anterior, aunque aquí hice un poco de trampa: Bella Italia se escribe igual en español que en italiano, aunque hubiera sonado más elegante “Bellissima Italia”, lo cual no está permitido en el artículo. ¿Por qué? Por mis tontas reglas.

27 respuestas a “
El gran amigo en la vida, el café

  1. Para mi cuerpecillo, un expreso cada dos días es más de lo que necesito, y, por mucho, ¡menos de lo que deseo! Comparto el gusto por el café, aunque me he restringido mucho más. ¡Gracias!

  2. Qué rico el café…Excelente. Ameno y bien ilustrado. Me encantó la relación entre el café y la amistad, el hacer énfasis en lo bueno de compartirlo con amigos y familiares. Te felicito.

  3. Al igual que tu, me encanta el café y su aroma es como despertar con entusiasmo!
    La hora del café es un momento en el que aunque sean 5mins es para mi.
    Es el momento de consentirme!
    Y bien dicho “todo en exceso es malo ”
    Yo en lo particular tomo 2 al día pero si la compañía y la atmósfera lo amerita hay un 3o!

  4. Un gran amigo el cafecito de cada día. Para mí también el café está ligado a muy buenos recuerdos de mi vida, a gente muy querida, a lugares hermosos, a libros, a proyectos, a ideas.

  5. No cabe la menor duda de que el café es un excelente compañero pero , el placer que te da al tomar cada sorbo es de un placer inigualable. Saludos Ale

  6. Me encanto!! Yo adoro mi café de las mañana con los amigas y una buena platica.
    Un gran compañero en mi vida☺️

  7. Muy buen artículo Ale, la verdad es que si, no hay como un café en buena compañía, aunque confieso que como hoy cuando nos encontramos es mi compañero mientras corro con los trámites de la mañana.
    Es el amigi con el que rompo la rutina….

    Slds

  8. El artículo me hizo pensar no sólo en café sino en todo lo relacionado con él, como muy bien lo expresas. Felicidades.

  9. Mi marido dice que me tomo el cafe como si fuera Whiskey… Des pa ci to 🎶
    Y es que lo disfruto un montón.
    ¿No has probado el café en Vietnam? Es excelente. De los mejores que he tomado.
    Por. cierto, ya tienes un socio, Jorge sueña con tener una cafeteria llena de libros, revistas y dulcitos. 😜

    1. Es que así se debe de tomar… des pa ci to.
      Sí. He tenido la fortuna de probar el café de Vietnam. Muy rico. Además un país con buena cultura de café.
      Desde hace varios años he soñado con una cafetería. Así también… con libros, revistas, periódicos, etc.

  10. Espero pronto disfrutar un rico cafecito contigo y una charla interesante con nuestro gran amigo, que hara mas ameno el momento y con un aroma que le pone mas sensibilidad a la platica.

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