Cómo organizar los proyectos

En la escuela secundaria me dio por dibujar aviones durante clases. Al principio los copiaba de revistas. Después los trazaba de memoria, con resultados aceptables. En la misma época escribí algunos cuentos cortos. Tampoco eran malos. Ambas actividades, sumadas a otros pasatiempos, absorbían gran parte de mi tiempo. Llegó el momento en que no sabía cómo organizar los proyectos, de tantos que eran.

Al llegar a casa había otro tipo de actividades no menos placenteras. Jugaba futbol con mis amigos, por ejemplo. Me gustaba ir al supermercado local donde pasaba horas en la sección de deportes y de juguetes viendo modelos de aviones para armar. Era un muchacho activo.

Rana y dinosaurio con ojos en las patas.
Bueno… los resultados no siempre son los óptimos pero aprendemos algo en el proceso.

También le tomé gusto a la música. Era introvertido; no me gustaba compartir mis gustos musicales. Por eso me ponía audífonos. Así pasaba largos ratos escuchando a los Beatles, o a bandas más ochenteras, como Queen o A-Ha. Si alguien me llamaba, ni me enteraba.

Semejante estilo de vida era demasiado bueno para ser realidad. Un día la escuela decidió entregar la boleta de calificaciones en presencia de los papás. El que nada debe nada teme. ¿Verdad, Alejandro? Días después estaba sentado junto a mi mamá en el auditorio de la escuela. Llamaban a los estudiantes en orden alfabético La letra “M” se acercaba . . .

El que mucho abarca…

Siempre hay mil cosas en mi cabeza. Mi pobre cerebro se satura y no sabe cómo organizar los proyectos que se acumulan. Todos parecen tener prioridad. Me siento como el portero de un equipo malo. Trato de enfrentarlos de la mejor manera posible.

Hay unos diez proyectos, con diversos niveles de ambición, que me entusiasman hoy. El trabajo, la desidia y otras obligaciones se interponen entre mí y su cumplimiento. Además, los enfrento de manera desordenada, brincando de un tema a otro.

Esto no es bueno. Para saber cómo organizar los proyectos debo de cambiar algunos métodos.

…Mucho aprieta

Tener muchos pendientes a la vez es deseable desde el punto de vista estadístico. Algunos de mis proyectos no verán la luz del día. Otros simplemente fracasarán. De los sobrevivientes, pocos serán aceptables. Pero tal vez uno se convierta en el cisne negro que espero con ansias.

Por eso doy la bienvenida a la maraña de pensamientos caóticos que habitan mi mente. Si me expongo y cometo errores no catastróficos*, aprendo. Hay que dar lugar a las ideas más descabelladas. Si parecen imposibles, mejor.

Lo anterior no quiere decir que el desorden absoluto sea bueno. Hay que encontrar un balance, un especie de caos ordenado. La creatividad no debe de tener reglas. Pero a la hora de decidir cómo organizar los proyectos se deben de seguir ciertos lineamientos.

Amanecer
A empezar el nuevo día dispuestos a dar un paso más en el cumplimento de los proyectos.

Los problemas

Es en el punto anterior donde suelo fallar. Tengo buenas ideas pero fallo en su ejecución. Esto es por problemas y deficiencias individuales. Todos conocemos nuestras propias debilidades. Hoy comparto algunas de las mías.

1.- Mala memoria

Hace un par de días le conté a mi esposa algo gracioso que vi. Su expresión facial me lo dijo todo. “Ayer te conté exactamente lo mismo”. Mi mamá me decía de niño que no pierdo la cabeza porque la tengo pegada, aunque no recuerdo por qué. ¿Cómo puedo organizarme con mala memoria?

2.- Muchas ideas a la vez

En este momento estoy editando el blog. Además hay mil proyectos que quiero adelantar hoy. Tal vez me esté complicando la vida de manera innecesaria. ¿Cómo puedo ser creativo sin saturarme?

3.- Limitaciones de tiempo

Ayer corrí 13 kilómetros, además de otras actividades. Hoy dejé a los niños en la escuela. De ahí fui a tomar un café con un buen amigo. Mi esposa me alcanzó poco después. Al menos no me tocó trabajar. ¿Hay manera de aprovechar mejor el tiempo?

4.- Por dónde empezar

Hace dos semanas se me ocurrió una nueva idea: un teléfono inteligente, de código abierto, encriptado que nos libere de las corporaciones que usan nuestra información para su beneficio. Suena bien (al menos para mí) pero: ¿Por dónde empiezo?

5.- A dónde llegar

Tengo una idea vaga de lo que espero en el futuro. Nada más. Me falta una visión clara. Mis objetivos no son concretos. ¿Cómo decido a dónde quiero llegar?

gaviota
¡Listos a emprender el vuelo!

Soluciones: cómo organizar los proyectos

Afortunadamente todas las preguntas anteriores tienen una respuesta:

1.- Pastillas para la memoria

No se compran en la farmacia. Se encuentran en la papelería o en línea. Su nombre científico: calendario. En el instante en que pongo un recordatorio (con alarma), lo puedo eliminar de mi mente.

2.- Dieta de ideas

Las lluvias de ideas me ayudan a crear nuevos proyectos, algunos descabellados. Esto es bueno. Pero si llegan al punto de saturar la mente y mi funcionamiento, es hora de simplificar y eliminar las menos importantes.

3.- Uso eficiente del tiempo

Contamos con una cantidad limitada de tiempo. Su paso es lineal e inevitable. Esto hace necesario eliminar lapsos inútiles. Así damos lugar a las actividades que nos llenan y nos apasionan.

4.- Pasos pequeños

Para cumplir con los grandes proyectos hay que dividirlos en pequeños pasos. Así algo que parecía imposible se vuelve realidad. Una pequeña contribución diaria nos acerca cada vez más a la realización de las metas.

5.- Metas concretas

Todo buen proyecto tiene una meta concreta y dinámica. Mientras más difícil, lejana y descabellada, mejor. Hay que actualizarla y adaptarla constantemente. Su incumplimiento no es el fin del mundo. De cualquier modo llegaríamos más lejos que si no hubiéramos hecho nada.

Conclusión

Es común no saber cómo organizar los proyectos que enfrentamos. Por un lado no hay que poner límite a la creatividad. Por el otro hay que ejecutar con orden y método. Es importante ser conscientes de nuestras carencias para trabajar alrededor de ellas.

En resumen: las metas deben de ser ambiciosas y los métodos sencillos. Es recomendable tener varios proyectos a la vez mientras no saturen la mente.

Reloj desarmado
¿Cómo organizar los proyectos? Con creatividad, dedicación y un poco de orden.

. . . Cuando oí mi nombre me levanté para recoger mi boleta de calificaciones. Mientras caminaba veía al frente pero sabía que todos los ojos estaban puestos en mí. Regresé a mi asiento y nervioso se la entregué a mi mamá.

“¡No entregaste ciento quince tareas!” fue lo primero que oí. Al menos las calificaciones eran aceptables. Si no, no estaría escribiendo esto.

Tenía razón en enojarse, pero… ¿Cómo organizar los proyectos más interesantes de mi vida y a la vez cumplir con esas odiosas tareas? Había aviones que dibujar y armar, cuentos por escribir, libros para leer, acetatos de grandes bandas y tiempo que perder en el supermercado o jugando futbol con mis amigos.

Hoy regañé a uno de mis hijos porque no quería hacer su tarea. ¿Será hipocresía o no?

Notas

* Catastrófico en este contexto se refiere a algo que no cause daño irreparable. De ser así se convierte en un error inaceptable.

Recomiendo leer este artículo en combinación de este otro. Ambos se complementan.

4 respuestas a “
Cómo organizar los proyectos

  1. Es difícil llevar a cabo demasiados proyectos pero, como dices, alguno se concretará. Mucho mejor tener tantos a no tener ninguno. En cuanto al final de tu artículo, pienso: ¿será hipocresía? No, creo que maduraste . Además has tenido éxito en tu vida y en tu carrera a pesar de las tareas sin entregar. ¿Qué más se puede pedir? Te felicito.

  2. Ese mismo método de organizar proyectos puede aplicarse para solucionar problemas. De manera organizada. Uno por uno. Y estableciendo prioridades.
    Pero de veras, ¿¿¿115 tareas sin entregar???
    Excelente artículo y muy ameno, como todos.

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