Aventuras de un introvertido

Se estaba organizando la salida a cenar. El grupo era grande aunque yo secretamente deseaba que se juntara menos gente. Alguien propuso hablarles a otros para que asistieran también. Me debatía internamente si debía asistir o no. Al final decidí hacerlo. Este tipo de eventos, normales para la mayoría de la gente, para mí son aventuras de un introvertido.

Nos encontramos afuera del hotel a la hora estipulada. Hubo que esperar a los demorados. Cuando estábamos todos juntos tragué saliva. Éramos muchísimos. Caminamos todos juntos al restaurante que se había decidido por consenso. Cuando llegamos, los meseros tuvieron que juntar varias mesas. El momento en que el terror se apoderó de mí fue cuando alguien propuso que pidiéramos de todo, al fin que podíamos compartir.

Vista de Tolosa
Esta era la vista desde mi cuarto de hotel. Una ciudad tranquila, pero muy alegre

Hace un año tuve la fortuna de asistir, por parte de mi trabajo, a un curso en la bella ciudad de Tolosa*, Francia. Pasé 22 días en esa ciudad y de verdad que la disfruté. Como se puede deducir de lo anterior, no estaba yo solo. Era un buen número de personas. Algunos se iban mientras otros llegaban a la ciudad. El tiempo que pasábamos juntos era mucho y era divertido. Disfruté mucho la compañía de todos e hice buenos amigos. Pero así como disfruté las salidas en grupo, también lo hice en los momentos de soledad, o en compañía de uno o dos amigos.

Tímido vs. introvertido

Hay una idea generalizada y errónea de que la gente introvertida es tímida. Le cuesta mucho expresarse; no se desenvuelve bien con otras personas; se le dificulta hacer amistades y odia las reuniones. No es así. Esta idea no conoce las aventuras de un introvertido. La mente de un introvertido está en constante ebullición. Le gusta platicar y expresarse. Se desenvuelve bien con otras personas, especialmente en grupos pequeños.

En lo particular, disfruto mucho la compañía de la gente. Muchos me ven como una persona callada y tienen razón. Me esfuerzo constantemente para oír más de lo que hablo. Así tengo la esperanza de aprender más, aunque hay quien dice que cuando digo algo, hay que cuidarse. No sé a qué se refieren.

Sin embargo, quien me conoce mejor dirá que lo que acabo de decir no es del todo cierto, ya que en algunas ocasiones hablo hasta por los codos. Para que esto suceda, se tienen que cumplir algunas condiciones:

  • Estar frente a una o dos personas nada más.
  • Con gente a la que le tengo confianza.
  • En pocos casos, se me facilita hablar y abrirme con gente que acabo de conocer.
  • Un ambiente propicio, sin mucho ruido y sin aglomeraciones.
  • Así como pongo atención cuando escucho, espero recibir atención cuando hablo.

Para resumir, no me considero tímido. Soy introvertido, aspecto que considero más una suerte que una limitación.

Times Square
Los grandes grupos de gente y las aglomeraciones se me dficultan.

Introvertido vs extrovertido

En aquel viaje a Tolosa pasé bastante tiempo con un amigo que era todo lo contrario a mí. No podía estar solo un rato. Es una persona carismática y con una gran habilidad para organizar gente. Puede ser considerado un líder nato. Él es un extrovertido. Yo en cambio disfruto con alegría de las aventuras de un introvertido.

Nos hicimos buenos amigos. En las mañanas salíamos a correr 8 kilómetros. Un poco más tarde caminábamos mientras buscábamos dónde comer o dónde tomar un café. Al llegar la noche él era el que organizaba a todos para ir a cenar en caóticos episodios como el descrito al principio. Todos esos momentos los disfruté por igual.

Las diferencias

De dicha interacción y de un excelente libro que leí he llegado a la conclusión de  que tanto los introvertidos como los extrovertidos disfrutan el tiempo de soledad y el de compañía. Lo que cambia es la forma en que recargan energías.

El extrovertido tiene poca tolerancia a la soledad. Cuando está en esta situación necesita recargar sus baterías. Esto lo logra en lugares bulliciosos y rodeados de mucha gente.

El caso del introvertido es todo lo contrario. Después de un rato o varios días en que ha interactuado con mucha gente, necesita también recargar sus baterías. Esto lo hace en un lugar solitario y silencioso.

Aventuras de un introvertido

Soy una persona introvertida y no tengo ningún problema al respecto. A continuación enumero algunos de los aspectos que me hacen introvertido. Algunos lectores sentirán que el artículo está escrito a su medida. Espero: de otra manera pensaré que estoy un poco loco.

  1. Mi porcentaje de asistencia a fiestas o reuniones a las que soy invitado es bajo. Cuando voy las disfruto y nunca me arrepiento.
  2. Mi trabajo me da mucho tiempo de soledad, que aprovecho para caminar, comer, y hasta ir al cine, solo.
  3. En grupos grandes puedo dar la impresión de que no estoy a gusto, sin ser ese el caso.
  4. Funciono muy bien con poca gente a mi alrededor. Me siento como pez en el agua. Entonces me cuesta quedarme callado.
  5. Se me puede encontrar caminando en la calle con un libro en la mano, o con una mochila casi vacía (que contiene un libro).
  6. Si se me encuentra en esa condición, voy camino a disfrutar de un buen café y de un buen libro.
  7. Soy enemigo de lugares ruidosos y con mucha gente. El mejor momento para ir a un centro comercial es en la mañana cuando no hay nadie.
  8. Si espero ver a uno o dos amigos y por alguna razón terminamos muchos, se me viene el mundo encima.

Conclusión

Invito a los amables lectores a entender las aventuras de un introvertido. Adentro hay todo un complejo mundo lleno de energía y cosas que compartir. Y lo mejor de todo es que nos gusta compartirlo. En mi caso particular, disfruto, participo ávidamente y aprendo mucho de las conversaciones interesantes. No soy tan callado como parezco.

Durante aquellos 22 días en Tolosa no solo absorbí los objetivos del curso al que asistí. Me llevé otra lección importante: entendí las similitudes y diferencias de dos tipos de personalidades que parecen totalmente contrarias, pero que en realidad se pueden complementar.

tolosa
Otra vista de la ciudad

Debo confesar que no todo fue aprender. Disfruté mucho mi estancia. La comida es excelente y el ambiente de la ciudad es muy alegre. Conocí gente nueva en las grandes reuniones, y por supuesto disfruté mucho las aventuras de un introvertido; los momentos de soledad. Tal vez suena aburrido pero para mí no lo es. No puedo esperar el próximo café en un lugar silencioso.

Nota:

*A pesar de que es más conocida por su nombre en francés (Toulouse), su nombre en español es Tolosa.

8 respuestas a “
Aventuras de un introvertido

  1. Sí. Defines muy bien dos tipos de personalidad que, al fin, se complementan. Yo también he vivido, y muchas veces sufrido, las aventuras del introvertido. También, muchos de los mejores amigos que he tenido, son extrovertidos.
    Si todos fuéramos iguales, el mundo sería muy aburrido, ¿o no?

    1. De acuerdo.
      Ambas personalidades se complementan. La diferencia es más bien cómo ambos recargan sus energías. Ambos disfrutan tanto de la compañía de otros como de momentos de soledad. Esto, por supuesto en diferente proporción.

  2. Soy introvertida, me molestan las muchedumbres y disfruto de la soledad aunque también de los momentos compartidos con personas especiales. En mi juventud tuve pocos amigos pero siempre conté con ellos en los momentos difíciles y también en los de esparcimiento y alegría. Comparto tus conceptos. Te felicito. Muy buen artículo.

  3. Buen artículo y buena confesión. Se ve que para ti es fácil diagnosticarte como introvertido. Hay personas que después de años y años no podrían decir qué son en este sentido.
    Artículo interesante y bien escrito, como todos los demás.

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