Una bella vista desde el lado positivo

Un fin de semana todo pagado en el bello puerto de Acapulco debería de ser atractivo para cualquiera. Para Alejandro el introvertido no lo era en esa ocasión. ¿Por qué? Soy enemigo de las aglomeraciones. Mi estancia en aquella ciudad sería en plena Semana Santa. Pero una bella vista desde el lado positivo me haría la existencia más fácil, sin duda. Ya que estaba en esas tenía que disfrutar y aprovechar el momento.

Cohete al espacio
Con optimismo se puede llegar muy alto

Se trataba de un viaje de trabajo. No podía decir que no. No quedaba más que aprovecharlo. En el futuro podría repetirlo con la familia en temporada baja, mi favorita para ese tipo de destinos. Ante este razonamiento me resigné, sin estar del todo conforme.

Este era mi estado de ánimo mientras preparaba la maleta. La aventura comenzaría pronto y la perspectiva de millones de personas presentes ahí me ponía nervioso. Necesitaba dejar de pensar en eso para poder disfrutarlo. No sería difícil, me repetía. Seré introvertido pero no antisocial… eso espero.

Finalmente aterrizamos en Acapulco. Saliendo de la congestionada terminal del aeropuerto nos esperaba una transportación. De inmediato noté que la densidad del tráfico era tal y como lo esperaba. Nos movíamos lentamente. Había gente por todos lados.

Practiqué la virtud de la paciencia , lo que hizo más llevadero el trayecto. Finalmente llegamos al hotel. La recepción estaba llena de gente. Hicimos una larga fila cuya recompensa fue una forma para llenar. Una vez completada, se me entregó la tarjeta que haría la función de llave durante mi estancia. . .

Pasado oscuro

En estos días disfruto de una bella vista desde el lado positivo. No siempre ha sido así. Esto es algo nuevo en mi vida. Me llevó mucho esfuerzo lograrlo y los resultados han sido buenos. Antes era un pesimista de tiempo completo.

En el pasado me convencí de que era mejor ser pesimista. Según mi lógica, pensando de manera negativa y esperando siempre lo peor, disfrutaría más cuando algo me saliera bien.

Así andaba yo por la vida: siempre pensando que algo iba a salir mal; en espera del evento que echaría a perder la efímera felicidad del momento. Era entonces cuando todo volvía a una “normalidad” completamente ficticia y que habitaba solo en mi imaginación.

Presente claro

Hace casi cuatro años implementé algunos cambios sutiles en mi vida. Estos, cuando se acumularon, se materializaron en forma de grandes avances. Entre otros, me deshice de malos hábitos que tenía desde hacía años. ¿Cómo lo hice? implementando buenos hábitos que tomaron su lugar. Pero esto no es todo.

Poco a poco noté que hay una bella vista desde el lado positivo. Esos pequeños pasos cambiaron mi mentalidad sin que lo notara. La constancia en su implementación hizo que se acumularan, que se multiplicaran de manera exponencial, como el interés compuesto pero no en lo económico sino en lo espiritual.

Lo curioso es que el Universo sigue siendo el mismo. Se rige bajo las mismas reglas que antes. Nada cambia. Hay maldad y bondad; eventos afortunados y trágicos. Vivimos en el mismo lugar. Lo único que cambia es la perspectiva del observador.

Lente gigante
Es necesario enfocar nuestros esfuerzos hacia lo bueno.

Todo está en la mente

Entender lo anterior es muy importante. A veces es necesario dar un giro de 180 grados a nuestra mente. Los eventos que antes nos ponían de mal humor se vuelven agradables. Hasta podemos sacarles provecho. Lo único que hay que hacer es buscar el lado bueno.

Ese sencillo cambio me volvió un optimista. Lucho constantemente para que así sea pero no siempre es fácil. Es como un edificio en constante remodelación. Pero en general los cambios han sido buenos. Ahora, más que nunca, disfruto de una buena vista desde el lado positivo de la vida.

¿Estará Alejandro haciéndose un lavado de cerebro? Tal vez. Si disfruto los buenos momentos, perfecto. Si mi mente está clara para enfrentar los problemas sin dar la espalda a la realidad, no me importa. Una pequeña dosis de auto-sugestión no hace daño.

Realismo al rescate

¿Cómo se disfruta de una bella vista desde el lado positivo?

Con optimismo, pero manteniendo una saludable dosis de pesimismo y realismo al mismo tiempo. El primero nos mantiene alto el ánimo. Los segundos proporcionan las armas necesarias para no salirnos de la realidad. Así se logra un equilibrio ideal.

Esta mentalidad positiva pero realista ayuda a enfrentar las eventualidades que se presentan de manera inevitable. También nos prepara para las terribles crisis que suceden a lo largo de la vida. Por otro lado, no nos cierra los ojos ante las grandes oportunidades.

Tanto los terribles eventos como las grandes oportunidades son escasos. Es importante estar preparados para ambos. Con una actitud negativa desaprovecharemos los grandes eventos que se van, para nunca más volver. Esto trae dos posibles consecuencias:

  1. Nos volvemos todavía más negativos.
  2. Aprendemos de nuestro error y aprovechamos la siguiente oportunidad que se nos ponga enfrente.

Una bella vista desde el lado positivo

Como todo en este blog, sigo aprendiendo. Una serie de eventos recientes me pusieron a prueba. Fueron extremadamente difíciles. Me costó mucho trabajo mantener una actitud positiva y pesimista cuando todo alrededor se veía sombrío.

En contra de terribles fuerzas como tristeza, preocupación e incertidumbre, hice un esfuerzo para pensar de manera optimista. Todos los días, a pesar de que mi corazón estaba oprimido, me senté a ver el lado bueno del mundo. Y me encontré con una bella vista desde el lado positivo.

Las tormentas cedieron de manera milagrosa. Ahora el porvenir muestra calma y mares tranquilos. Solo queda mirar hacia adelante y seguir caminando cuesta arriba. Seguirá siendo un camino cansado y con obstáculos pero sé que no habrá problema.

banca y mar
A veces basta solo con sentarse a apreciar una bella vista desde el lado positivo

El sorprendente poder de la mente

A veces los niños están de mal humor. En ocasiones, cuando les pregunto qué pasa me contestan que es “el peor día de su vida”. Quiero ser un ejemplo positivo para ellos. Por eso, este tipo de pensamientos está prohibido en casa.

Entonces los obligo a que mencionen cinco eventos positivos del día. Empiezan de malas, pero saben que no los voy a dejar en paz. Numeran los primeros dos a regañadientes. De repente, como por ahí del tercero, pasa algo interesante: sonríen. Al terminar, dicen:

“¿Sabes qué, papá? Creo que el día no fue tan malo como pensaba”.

Esto me dio una idea. ¿Por qué no aprender de ellos? Cada día escarbo en lo más profundo de mi mente para encontrar tres cosas por las que estoy agradecido. Funciona hasta en los peores días. Y la recompensa es una bella vista desde el lado positivo.

Conclusión

La vida en general pasa tranquila. De manera rara pero inevitable suceden eventos terribles y se presentan oportunidades de oro. Con una mente clara se pueden enfrentar los primeros y aprovechar las segundas. Para eso se necesita una actitud positiva y un optimismo realista.

Siempre, pase lo que pase, hay algo que agradecer a la vida.

He decidido disfrutar de una bella vista desde el lado positivo. No hay vuelta atrás. El proyecto está en marcha y lucharé contra viento y marea para que continúe. El pesimismo tiene que ser cosa del pasado. Piensa positivo.

. . . Con llave y maleta en mano tomé el elevador. Estaba, por supuesto, a reventar. Como pude, me metí en un hueco que alguien me hizo. Pedí de favor que alguien apretara el botón de mi piso que yo no alcanzaba.

bateria con polo positivo
Ponte las pilas.

Paró, como era de esperarse, en prácticamente cada piso. Al menos se iba vaciando poco a poco. Después de lo que pareció una eternidad, llegó mi turno para abandonar el elevador y caminar hacia mi cuarto.

Caminé por los pasillos en busca de mi número. Llegué a una esquina. Inserté la tarjeta en la ranura y abrí la puerta.

Ante mí estaba el cuarto de hotel más grande que había visto en mi vida. Lo que yo no sabía era que como el hotel estaba lleno, se me había asignado una de las suites más lujosas. Los grandes ventanales mostraban la belleza de la bahía de Acapulco en todo su esplendor. Salí a un enorme balcón.

El mar se perdía en la oscuridad de la noche, interrumpida por algunas luces de barcos lejanos. Abajo se oía el bullicio de los miles de turistas que seguían en la playa. Me senté y respiré profundamente. Disfruté de una bella vista desde el lado positivo.

4 respuestas a “
Una bella vista desde el lado positivo

  1. Excelente articulo y muy aleccionador. ¿Por qué siempre estamos esperando lo peor que nunca ocurre? Y cuando lo peor aparece ni lo presentíamos. Hay que ser optimistas sin dejar de ser realistas. Tarea difícil pero necesaria. Muy buenas fotos. Te felicito.

  2. El artículo contiene una gran lección para los pesimistas crónicos. Lo que más me pareció interesante fue ver cómo el día más triste de los niños se va cambiando por otro en que no todo fue malo.
    Bien por el lado positivo. Felicitaciones.

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