Las frases célebres que paralizan

“Si la pagas toda te vas a descapitalizar.” Fue la frase que me dijo alguien cuando le comenté que pensaba pagar toda mi deuda 14 años antes de su vencimiento. ¿Sería una de las frases célebres que paralizan, o en realidad tenía razón? En ese momento no sabía qué pensar. No era la primera vez que alguien me lo decía. Estaba confundido porque mi situación no era la más óptima en ese momento. Y la información que recibía generaba un conflicto interno entre lo que oía y lo que pensaba.

Acababa de perder mi trabajo en un momento inoportuno. Estaba apenas empezando. Todo pintaba muy bien y justo en ese instante me vi enfrentando la realidad. La deuda en cuestión era de un departamento que había comprado, a crédito, un año antes. Nada del otro mundo y dentro de mis posibilidades. Pero la sorpresa de mi nueva situación me hacía ver una negra nube en el futuro y quedaban mil preguntas sin contestar.

Para hacer las cosas más interesantes, el crédito, a 15 años, no era en moneda normal sino en una algo llamado Unidades de Inversión (UDIS). La ventaja, con respecto a una hipoteca normal, era que podía empezar a reducir el capital desde el primer pago. La desventaja, que tal unidad de deuda podía sufrir de fluctuaciones en el mercado. El primer año conté con un ingreso constante. Me dediqué a lanzar toda mi artillería contra la deuda. Hice uso de ahorros, bonos, aguinaldo y, por supuesto, el pago mínimo obligatorio.

¿Liquidar o no liquidar?

El desempleo llegó al menos con lo que posteriormente supe que era “una liquidación perfecta.” Eso me daba la oportunidad de comprar un poco de tiempo en lo que me reagrupaba para atacar la nueva situación. Tiempo que aproveché para barajar mis opciones:

1. Pagar la mensualidad mínima y no descapitalizarme (como se me había recomendado).
2. Liquidar completamente la deuda. El sobrante (muy poco) sería un margen de seguridad en lo que llegaba un nuevo trabajo.

Tomar los consejos con escepticismo

Muchas veces alguien dice muy sabiamente una de las frases célebres que paralizan. ¿Qué pasa? Que nos quedamos paralizados. Tomamos lo dicho como un hecho y así pasamos a la siguiente preocupación.

Lo malo es que no solamente pasamos a la siguiente preocupación. Nos gustó tanto dicha frase que la repetimos sin parar. Se la decimos a familiares y amigos que quedan impresionados con nuestra sabiduría. ellos, a su vez, se dedican a repetirla a su grupo de amigos y familiares. Entonces la famosa frase se convierte en una regla no escrita y que todos obedecemos ciegamente.

Me declaro culpable. Muchas veces he dado consejos que suenan muy inteligentes. En realidad nada más estoy repitiendo como perico. Me siento mal porque tal vez mi consejo no fue bueno. Tal vez no fue malo. La solución es analizar antes de actuar.

Buena intención

Las frases célebres que paralizan se dicen la mayoría de las veces con buena intención. Simplemente queremos ayudar a nuestro interlocutor. Y cuando las recibimos nos sentimos ayudados. Un gran consejo. ¡Qué alivio!

Tengo el problema de ser impulsivo. Cuando escucho este tipo de consejo lo aplico inmediatamente. He cometido errores en mi vida por eso. No han  afectado demasiado, pero sí han hecho un poco más lento el proceso de crecer como persona.

Quiero aclarar que no culpo a las personas que me han dicho las frases célebres que paralizan. El culpable siempre he sido yo. Puedo dividir mi culpabilidad en dos casos:

• Cuando las llevo a cabo.
• Cuando las transmito a otras personas.

Para lavar mis culpas he decidido recopilar en este artículo algunas de las frases célebres que paralizan. He usado mi ya conocido método de las diez ideas. Intenté que la recopilación incluyera temas variados, aunque como se va a ver a continuación la mayoría tiene que ver con las finanzas personales. Es un tema que por alguna razón muchos, incluyendo un bloguero que anda escribiendo por ahí, se sienten expertos en la materia. Lo peor es que se ponen a dar consejos y a usar…

Las frases célebres que paralizan

Considero que el término paralizan es adecuado. Algunas veces recibimos el consejo y seguimos con la vida. En otras ocasiones nos imponen miedo e inseguridad, creando una parálisis. De manera ideal, deberían dejarnos una duda y sembrar una semilla que aumente la curiosidad y nos haga analizar el tema en cuestión. Bien. Finalmente, ante ustedes: las frases célebres que paralizan:

1.- Rentar es tirar el dinero a la basura

Esta frase puede o no ser cierta. En zonas caras de la ciudad puede ser más conveniente rentar. El precio de la propiedad puede ser exorbitante. La renta puede ser más accesible. Esto es cierto en muchos casos.

También puede ser que rentar nos deje la oportunidad de invertir la diferencia en algo que nos de un mejor resultado que la compra de dicha propiedad.

Si tenemos un trabajo en el que tenemos que cambiar de domicilio constantemente, rentar puede ser una mejor opción que comprar y vender varias propiedades a lo largo de la vida.

2.- Invertir en la bolsa es especular

Hay inversionistas y hay especuladores. Comprar acciones de una empresa es en realidad comprar una pequeña porción de esa empresa. El dinero se usa para su operación, la creación de productos y empleos, investigación, desarrollo, etc.

Algunas veces las noticias hacen que el valor de las acciones fluctúe, dando buenas oportunidades a algunos. Eso da la impresión de que la bolsa se mueve de acuerdo a la especulación. Al final, con el tiempo, el precio de la acción refleja el valor que representa.

3.- Los creadores de los grandes proyectos son visionarios

Me atrevo a decir que esta es la frase que más nos paraliza y nos afecta. Nos dice que para hacer algo grande en la vida se necesita un don mágico o esotérico del que definitivamente carecemos. Si los grandes logros son de gente que nació con un gran don, me paralizo y dejo de intentar.

La gente que está al frente de los grandes proyectos es sin duda muy preparada e inteligente. También es gente normal que tuvo la iniciativa de actuar y convertir sus ideas en realidad. No se dejaron llevar por las frases célebres que paralizan.

4.- Estar endeudado es bueno

Oigo esa frase con frecuencia. Que es bueno para el historial crediticio. O que si no tienes un crédito es más difícil conseguir otro.

Prefiero luchar constantemente contra las deudas. De esa manera no necesito tener un historial crediticio. Tampoco tendré ganas de obtener más créditos. Mi filosofía es cero deudas, a excepción de las que sirven para generar ganancias mayores. En ese caso, finalmente, quien se endeuda es una empresa y no una persona.

5.- No corro porque no me quiero lastimar las rodillas

Cuando empecé a correr me dolían las rodillas. Decidí no hacer caso. Unas semanas después los músculos alrededor de la rótula se desarrollaron y el dolor desapareció.

Sin duda el exceso de ejercicio puede crear lesiones. Hay gente que tiene problemas en las rodillas y no puede correr o hacer otras actividades. Pero son la minoría. En todo caso, darlo por hecho sin averiguar o sin recibir la confirmación de un experto paraliza.

6.- Eso [Insertar condición, reto, negocio, habilidad, etc] es imposible

Entusiasmado, comento a alguien mi nueva idea, proyecto o locura que se me ha ocurrido. Esa es la respuesta que he recibido infinidad de veces de gente que lo dice con la mejor intención del mundo.

La verdad es que si no intentamos no sabremos qué tan imposible es algo. Según mi experiencia, prácticamente todo lo que nos proponemos es posible. Si resulta que en realidad era imposible, al menos aprenderemos algo en el proceso.

7.- Trabajando mucho llegarás muy lejos

La realidad es que la mayoría de la gente en el mundo trabaja mucho y muy duro. Algunos llegan muy lejos y otros no. También existen personas que con relativamente poco esfuerzo, pero con mucha inteligencia y eficiencia llegan muy lejos.

No es solamente la cantidad de trabajo o el tiempo que le dedicamos lo que cuenta. Debemos concentrarnos en la calidad, la eficiencia y el uso del tiempo. Es importante también adquirir constantemente nuevos conocimientos. estos se adquieren, por cierto, aprovechando el tiempo en que podríamos estar trabajando muy duro.

8.- Al que hace el bien le va bien / Al que hace mal le va mal

La vida no va a lanzar la espada de la justicia contra los que se portan mal. Tampoco va a ayudar a los que se portan bien. Todos vamos a experimentar sucesos buenos y malos a lo largo del tiempo. Hay gente mala que lleva una vida sin grandes problemas. Por otro lado hay gente honrada y trabajadora que enfrenta problemas terribles.

Es cierto también que si se hacen las cosas derechas y con honestidad, será más fácil evitar algunos problemas. En cambio, la gente que hace las cosas de manera ilegal, cuida su espalda constantemente. Eso tiene más que ver con las decisiones propias.

9.- El dinero atrae más dinero

Ojalá así fuera. En parte es cierto, pero esta frase está simplificando algo que es más complejo en realidad. Como si se tratara de algo mágico.

El dinero se genera trabajando, haciendo negocios o invirtiendo. Con buenos hábitos financieros y conocimientos básicos de ahorro e inversión, entonces sí que podremos poner nuestro dinero a trabajar por nosotros y a multiplicarse mientras dormimos plácidamente.

10.- Mientras mayor es tu ingreso, mayores son tus gastos

Esta la he oído infinidad de veces. No tiene que ser así. Si controlamos nuestros gastos, vivimos de manera frugal y nos pagamos anticipadamente, no hoy necesidad de perseguir constantemente un estilo de vida más caro.

Mucha gente, ante rumores de aumentos de sueldo, o frente a la llegada de un bono inesperado, sabe de antemano en qué lo va a gastar. Esperan “mejorar su nivel de vida”. Si vivimos por debajo de nuestros ingresos, esta frase no tiene que ser necesariamente cierta.

Conclusión

Las frases célebres que paralizan traen con ellas algo de verdad. Por algo se repiten tanto de manera popular. En algunos casos simplemente no tienen validez. El género humano es muy diverso. Lo que para algunos es cierto, para otros no. Cada caso es diferente.

Al recibir estos bienintencionados consejos, debemos agradecerlos pero también analizarlos. Después de sopesar las opciones que se nos dan (o que no se nos dan), entonces podemos aceptarlos, rechazarlos o modificarlos.

Por mi parte, prometo pensarlo dos veces antes de transmitir las frases célebres que paralizan. Poniendo en la balanza las opciones que tiene la persona de acuerdo a su situación particular, decidiré si doy un consejo o si mejor me quedo callado. Algunas veces las personas más cercanas necesitan más nuestro apoyo que nuestros consejos.

Epílogo

Mi decisión fue pagar la deuda por completo. Analicé la situación y decidí que, descapitalizado o no, iba a tener dónde vivir. También me di cuenta de que si mi situación empeoraba podría quedarme sin dinero para pagar la hipoteca y el banco se quedaría con la propiedad. Hubo que apretarse el cinturón, pero la situación se libró tras 10 meses de desempleo.

Si la condición se hubiera convertido en emergencia, contaba yo con la propiedad. Una opción era ponerla en renta parcialmente o en su totalidad para recibir un ingreso. En un caso extremo la hubiera puesto a la venta, lo cual hubiera venido con un margen de ganancia debido a su apreciación.

De haber seguido pagando la hipoteca, en estos momentos estaría a unos meses de hacer el último pago. Las UDIS aumentaron de manera exponencial en ese período. Agregando a eso la tasa de interés, hubiera pagado muchas veces el valor original. Al adelantar pagos desde el principio, ataqué el capital y pagué muy pocos intereses. Sin duda tomé riesgos y hubo buena suerte. Felizmente conseguí trabajo, me pude capitalizar y mantuve esa propiedad. He vivido los últimos 15 años tranquilo y libre de deudas.