Las finanzas personales como negocio

Debo empezar este artículo con una aclaración: no estudié negocios y mi experiencia en el campo  es bastante limitada, con algunos experimentos y un pequeño negocio propio. Sin embargo me gusta leer mucho sobre el tema, y en mis contados experimentos he aprendido mucho. Algo que he aprendido es que se pueden tratar las finanzas personales como negocio. No solo se puede, sino que deberíamos hacerlo de manera constante.

Las finanzas personales como negocio

Este artículo es parte de la serie “Finanzas personales según Alejandro“. Me extenderé en algunos de los puntos tratados ahí. También trataré puntos nuevos.

Aquí simplificaré mucho el asunto: para que una empresa funcione, debe tener uno o más productos o servicios a la venta. El costo de estos productos o servicios debe ser más bajo que su precio a la venta. Los costos se dividen en fijos y variables. Es un asunto más complejo, obviamente, pero en este caso lo quiero dejar así, simple.

Haciendo una comparación, para que las finanzas personales funcionen como negocio, los costos fijos o variables (gastos familiares o personales) deben ser más bajos que el servicio o producto que tenemos a la venta (nuestro trabajo). Es decir, debemos vivir por debajo de nuestros recursos.

Debo aclarar que en este artículo trataré de manera intercambiable el caso de finanzas personales o familiares. Referente a nuestro trabajo, esto incluye tanto trabajar para alguien que nos emplea como para nuestro propio negocio.

El margen de utilidad

En el caso de las finanzas personales: si gasto más de lo que gano, manejo mal mi “negocio”. Si pido dinero prestado para contrarrestar esas pérdidas, me estoy metiendo en problemas. La única excepción a esto sería si el préstamo que estoy pidiendo me va a dar utilidades en el futuro.

Así es como las empresas piden dinero. No lo piden para tener edificios más altos o aviones corporativos más lujosos. Lo piden para crear productos o servicios que saben, o estiman, les traerán un ingreso suficiente. Suficiente para cubrir el pago de la deuda y para tener un margen de ganancia.

Este margen de utilidad les da la capacidad de invertir en infraestructura, tal como aviones corporativos y edificios. Digo invertir y no gastar, porque esta infraestructura no es para tener más lujos. Es para que la empresa sea más productiva y eficiente.

Desgraciadamente nosotros en casa hacemos lo contrario: incurrimos en deudas para comprar artículos lujosos que en el momento no necesitamos. Estos artículos deberían ser adquiridos únicamente con los sobrantes de nuestras ganancias. Y La decisión de adquirirlos debería ser tomada después de un análisis profundo.

¡Es el flujo de efectivo!

Edificio Euro
El flujo de efectivo es muy importante en el funcionamiento de cualquier economía

Leí en algún lado una historia. Un académico preguntó a sus alumnos en la escuela de negocios qué es lo más importante para el buen funcionamiento  de una empresa. Todos empezaron a contestar con las clásicas frases trilladas del mundo de los negocios, que se dicen todos los días en juntas y cursos en todo el mundo. Palabras como creatividad, misión crítica, innovación, procesos, ventaja competitiva, etc. El profesor escuchó pacientemente. Un tiempo después un alumno le dio al clavo: ¡es el flujo de efectivo!

Las empresas funcionan cuando tienen dinero en efectivo disponible y quiebran cuando no lo tienen. Así de fácil. No importa la ventaja competitiva o el número de clientes que tengan o de productos que vendan. Si no cuentan con el dinero necesario para la operación del día con día, simplemente no pueden seguir operando.

Así debemos tratar las cosas si queremos manejar las finanzas personales como negocio. Cada mes debemos contar con un flujo de efectivo para que el hogar funcione correctamente. Sin ese flujo de efectivo, solo incurriríamos en más deudas y mes con mes los problemas económicos se agravarían.

Qué hacer con el sobrante

Cuando una empresa sana y con buena ética tiene más efectivo del que necesita pasan cosa muy buenas. Se crean nuevos productos, se invierte en infraestructura más eficiente para que el negocio funcione mejor. También aumentan sueldos, dan bonos y repartos de utilidades a sus empleados. A sus inversionistas y socios los premian con jugosos dividendos.

Cuando un hogar tiene un flujo de efectivo sano, también pasan cosas muy buenas: lo ahorran para tener un margen de seguridad, lo invierten en mejorar su infraestructura (casa, coche, muebles, etc). También otorgan repartos de utilidades y dividendos a todos sus miembros. Estos aparecen en la forma de domingos y dinero para gastos de las cosas que disfrutamos. Además, claro está, ahora sí podemos darnos unos lujos o tomarnos unas merecidas vacaciones. Así, estrictamente, en el orden en que lo acabo de escribir.

Y tú seguramente sigues todo esto al pie de la letra…

¡Para nada! Ni modo que esté aquí dando consejos y presumiendo cómo hago todo bien. Eso sería muy aburrido. El tema de este blog es de intentar. Si no se ha descompuesto, seguir intentando. Ha habido desidia también, por supuesto. Como parte de mi lucha contra ella, sigo intentando y tratando de mejorar constantemente.

He cometido muchos errores financieros. Desgraciadamente esos errores se arrastran por mucho tiempo volviéndose muy molestos y poniéndose en el camino de las finanzas saludables. El objetivo es entender de manera simple cómo funcionan las empresas y manejar las finanzas personales como negocio. Así seré capaz de revertir algunos de los errores del pasado y mejorar en el futuro.

Considero que tratar las finanzas personales como negocio me puede ayudar a cumplir muchos de los objetivos que hay en el hogar a corto, mediano y largo plazo.

Bolsas de compras
Todavía hay mucho por hacer, pero el plan se ha puesto en marcha

¿Qué piensas hacer al respecto, entonces?

Como de costumbre, una lluvia de ideas (¿no se estará volviendo todo muy repetitivo en este blog?). Las escribí tal como salieron de mi cabeza, no están en orden cronológico, detallando cada una de las entradas.

1.- Antes que nada, separar el ahorro

En cuanto cada miembro activo de la casa recibe su sueldo, separar, por adelantado, las ganancias (ahorro).  Inmediatamente dejarlas fuera del alcance de las tentaciones humanas. Este tal vez sea el paso más importante, ya que así nos aseguramos de que las utilidades se quedan como utilidades.

2.- Coche nuevo, cuando se necesite, práctico y utilitario

La compra de vehículos, únicamente cuando sea necesario. Las empresas compran vehículos utilitarios y nosotros deberíamos tener una mentalidad parecida. Algo que nos guste pero que también nos sirva. Lo más importante, eso sí, sin endeudarnos.

3.- Vivienda: hacer un análisis de compra vs. renta

Tardé mucho en darme cuenta de que algunas veces conviene comprar la casa y  otras veces conviene rentar. Hay que hacer un análisis muy profundo para decidir qué es lo mejor en cada caso. Aquí sí está permitido endeudarse, pero con la filosofía de las empresas. Si pedimos un crédito, será para vivir de acuerdo a nuestras necesidades. La deuda la pagaremos lo más pronto posible. De lo contrario crecerá como una bola de nieve.

4.- Invertir las utilidades (ahorros)

Acciones, bonos, certificados de depósito, bienes raíces, negocios, etc. Esto de manera inteligente y diversificada. De esta manera nuestros ahorros se vuelven un activo que nos dará utilidad y flujo de efectivo.

5.- Divertirnos con el sobrante

Lo que sobró al final del período (quincena, mes, lo que sea), usarlo para darnos los gustos que nos merecemos: comidas, compras, vacaciones, etc.

6.- Contar con flujo de efectivo constante

Calcular cuál es el mínimo de efectivo que necesitamos para la operación del día con día. Lo demás dejarlo invertido y trabajando para nosotros.

7.- Contabilidad básica

Calculadora, lápiz y papel
Herramientas avanzadas para la buena contabilidad del hogar

Tema aburrido pero necesario. Para llevar las finanzas personales como negocio, hay que aplicar principios básicos de contabilidad. Analizar nuestros ingresos, ahorros, gastos fijos y gastos variables y hacer un presupuesto básico. Un buen comienzo es seguir el paso número 1. De esta manera no podemos tocar los ahorros y automáticamente creamos un presupuesto.

8.- Ver los gastos de manera analítica

Antes de hacer gastos, pensarlo más de una vez. Ver el potencial que tiene los lo que vamos a adquirir para manejar las finanzas personales como negocio.

9.- Las pertenencias como activos o pasivos

Ver las pertenencias más como activos y pasivos que como solo algo de nuestra propiedad. Incrementar los activos y reducir los pasivos al máximo, como hacen las empresas más eficientes. Recordemos que queremos imitar a los campeones.

10.- Incrementar las fuentes de ingresos con el fin de diversificar

Buscar el constante incremento y diversificación de las fuentes de ingreso en el hogar. Mientras más diversidad haya, más protección contra las sorpresas. Las empresas hacen esto buscando constantemente incrementar la variedad de productos y servicios que ofrecen. Así, si un producto se vuelve obsoleto, los ingresos de la empresa están protegidos.

Conclusión

Manejar las finanzas personales como negocio no es tan difícil como pudiera parecer. Si analizamos más detalladamente la forma en que manejamos nuestros ingresos (cómo hacemos hacemos negocios), nuestros gastos (costos), utilidades (infraestructura), nuestras fuentes de ingreso (productos y / o servicios), entonces nos podremos premiar con las cosas que más nos gustan y disfrutamos (bonos, repartos de utilidades, dividendos, aumentos de sueldo).

Será difícil al principio, pero a la larga podremos disfrutar una vida plena, sin estrés. Si creamos un margen de utilidad suficiente, las preocupaciones relacionadas con el dinero quedarán, poco a poco, relegadas. Así podremos vivir la vida más tranquilos con las personas que más nos importan.

12 respuestas a “
Las finanzas personales como negocio

  1. Muy buenas ideas y consejos se pueden sacar de este artículo que, además, está muy bien escrito y en forma amena. Felicidades.

  2. ¡Muy buena idea la de hacer flujos de efectivo en casa! Se puede hacer de manera general, sencilla. Pero anotar cuánto y en qué estamos gastando nos ayuda a tomar conciencia de en qué y por cuánto se nos está pasando la mano

  3. Hola Alex, que chido tu Blog , congrats, y este artículo ameno ,muy digerible, básicamente la disciplina se verá con el tiempo.
    Saludos Carnal

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