Deja de pelear contra ti mismo

Los lectores más asiduos saben que hace un año llegó a la familia un nuevo miembro: Nieve, una gata que adoptamos después de que, sin esperarla, apareciera en nuestras vidas. Es tranquila, sabia y entiende la importancia del presente. Y tiene un nuevo pasatiempo: ver a un pajarito que lleva tres semanas peleando con su reflejo en la ventana. Parece como si quisiera decirle: “Pajarito: deja de pelear contra ti mismo”. O tal vez solo se lo quiere comer.

En este momento, mientras escribo, nuestro alado amigo pelea con él mismo. Me encantaría explicarle que lo que hace no lo lleva a ningún lado. Estar vivo es un privilegio en sí. Que no pierda el tiempo. Que lo aproveche y no esté enojado. No tiene ningún caso  lo que hace.

pájaro peleonero
Deja de pelear contra ti mismo, por favor

Aparte de perder su propio tiempo, también se lo quita a Nieve quien, en lugar de estar echada dormida, se la pasa maquinando estrategias para la cena. Hay que agregar la frustración que siente cada vez que abro la ventana y él vuela. Entonces Nieve sale a la cornisa, huele sus rastros y se queda esperándolo. Es tonto pero no tanto el pájaro. Solo regresa cuando no ve gato.

¿Por qué no entiende que no está peleando con otro gorrión? Él cree que libra una batalla territorial con un rival. Pero solo está luchando contra él mismo. . .

Perdona, no pelees

La semana pasada analicé algunos hábitos que no he implementado del todo. Tal vez fui un poco duro. ¿Estaré peleando contra mí mismo? ¿O estoy buscando huecos que faltan por tapar mediante un proceso de mejora constante?

Creo que la respuesta es la segunda. En otras épocas de mi vida no fue así. Viví años con conflictos internos innecesarios e irrelevantes. Si pudiera viajar al pasado, me daría dos consejos muy simples:

  • Deja de pelear contra ti mismo.
  • Perdona tus errores. Solo tú lo puedes hacer.
gorrión peleonero
¿Tiene caso vivir enojado con la vida?

Si el yo del pasado encontrara al del presente y siguiera los consejos anteriores, se ahorraría algunos sinsabores. Sin embargo, lo aprendido de esas experiencias es muy valioso. Por eso es que no se puede viajar al pasado. La paradoja del abuelo, discutida con anterioridad, lo impide.

Deja de pelear contra ti mismo

A veces nos parecemos al pequeño gorrión de la ventana. Vemos al prójimo como a un enemigo. Nos ponemos entonces el atuendo de guerreros para iniciar luchas inútiles, contra personajes imaginarios, por causas inexistentes. Es nuestro mecanismo de defensa en un mundo hostil.

El ego es muy poderoso. Nos damos más importancia de la que tenemos y creemos que los demás están en nuestra contra. Pero ellos están ocupados librando sus propias batallas, sin ponernos demasiada atención.

Lo anterior es una excelente forma de perder nuestro valioso tiempo. Este podría aprovecharse en disfrutar más de la vida. Pero en lugar de eso, creamos problemas imaginarios y luchamos contra fantasmas inexistentes. Para evitar esto, ofrezco una simple propuesta: deja de pelear contigo mismo.

Tu mejor amigo

león
Siempre ayuda la presencia de un felino para evitar conflictos internos.

Todos tenemos un mejor amigo. Nos apoya en las buenas y en las malas. Festeja nuestros logros pero también nos pone en nuestro lugar cuando lo necesitamos. Aceptamos sus consejos sin enojarnos. De hecho se lo agradecemos. Hay malentendidos y molestias, pero en general es una relación cordial y tolerante.

Lo que yo espero de mis amigos, ellos esperan de mí. También llega el momento en el que debo darles una lección de realidad, sin tocarme el corazón. Hay momentos divertidos y también lecciones que aprender. Para eso son los amigos.

Te propongo que te hagas de un nuevo amigo: tú mismo. Acepta quién eres, celebra tus logros, analiza los fracasos, perdona tus errores y, por supuesto, deja de pelear contra ti mismo.

Yo pasé años peleando con mi reflejo. Como el pajarito, pensaba que otros me hacían daño, que todo era personal. Tras un largo proceso de reflexión me di cuenta de que me hacía daño. Entonces decidí quedar en buenos términos conmigo mismo. Desde entonces me apoyo, me regaño y me perdono.

Los efectos de pelear con uno mismo

¡Qué predecible soy! Haré uso de un recurso fácil y que me ayuda a dar volumen al artículo y, por supuesto, de poner mis ideas en orden: hablo, por supuesto, de una lluvia de ideas.

Deja de pelear contra ti mismo. De esta manera evitarás los siguientes efectos:

  1. Perdemos tiempo buscando problemas sin encontrar soluciones.
  2. Canalizamos la energía de manera incorrecta, lo que nos lleva a un círculo vicioso negativo.
  3. La gente a nuestro alrededor se aburre y pierde interés en nuestros problemas.
  4. No conseguimos nada bueno pero seguimos con la lucha.
  5. Nuestro mejor aliado (nosotros mismos) se convierte en nuestro peor enemigo.
  6. Estamos enojados todo el tiempo y no logramos nada bueno.
  7. Nos volvemos ciegos a soluciones obvias por ponernos en el papel de víctima.
  8. Creemos que el universo está en nuestra contra.
  9. Los conflictos internos traen inseguridad y bajan nuestra autoestima, lo que provoca más inseguridad, que nos baja la autoestima y esta a su vez…
  10. Dejamos de ver los problemas desde el punto de vista analítico.

Conclusión

Nieve
¿Dónde quedó mi comida?

Hoy trato un tema complejo con una solución sorprendentemente sencilla. De hecho solo se necesitan tres pasos que automáticamente mejoran nuestra calidad de vida:

  • Acepta tus propios defectos.
  • Asume la responsabilidad de tus problemas sin culpar a otros.
  • Encuentra la solución a tus problemas, porque la tiene.

Pero antes que nada: deja de pelear contra ti mismo

. . . Hace rato salió volando. Tengo la esperanza de que se haya dado cuenta de que sus conflictos internos no lo llevan a ningún lado. No tengo ni idea de cuánto tiempo vive un Passer domesticus (gorrión), pero no creo que muchos años. Me da tristeza verlo todos los días tratando de resolver problemas inexistentes.

Además, se arriesga mucho. Hay depredadores rondando por ahí. Sin ir más lejos, hay uno del otro lado de la ventana. Pero está tan ocupado viéndose a sí mismo que pasa por alto el verdadero peligro (Nieve). Una buena analogía para terminar el tema del día de hoy.

9 respuestas a “
Deja de pelear contra ti mismo

  1. Excelente analogía. Pobre pájaro, lucha contra un imposible que lo puede hacer caer en las garras de la gata astuta…No sigamos su ejemplo. Buenas fotos. Te felicito.

  2. Qué grato es que ya volvió Nieve a la escena. Ella y el gorrióncito sirven muy bien de marco para el consejo que nos das hoy y que, de seguirlo, nos ayudará muchísimo. Felicitaciones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *