Fue un día difícil sin ninguna necesidad. Me encontraba bajo la influencia del jet lag, pero no hay pretexto. Hay días improductivos pero agradables. Ayer solo hubo lo primero. Hoy habrá borrón y cuenta nueva. Me encuentro a bordo de un avión y ando en busca de un golpe de buena suerte. Tuve una semana agitada. En un típico desplante de desidia fui dejando la escritura del artículo hasta el último momento. Ayer, lunes, era mi día libre. Ya habría tiempo.
Me levanté temprano para empezar. Minutos después me encontraba frente a un rico café. Mi estado de ánimo era positivo y optimista porque solo había dos pendientes: hacer las maletas para el viaje que se avecinaba y escribir el artículo.
Tomé el café con calma. Después se me puso enfrente un libro interesante. Ya estaba listo para empezar pero me sentía cansado. Decidí hacer una micro-siesta de 20 minutos que se alargó hasta dos horas. . .
¿Hay que buscarla o llega sola?
Antes pensaba que había gente con muy buena suerte, con estrella. Todo les sale bien a la primera, sin esfuerzo aparente. Yo, que solía ser el eterno pesimista, pensaba que a mí simplemente se me complicaba todo. En mi imaginación tenía que luchar más que los demás para lograr algo.
Afortunadamente ahora sé que las cosas no son así. No entendemos el esfuerzo de los que aparentemente todo se les facilita. Hay que salir en busca de un golpe de buena suerte. No va a llegar sola. Pero también hay que saber esperar porque suele aparecer de sorpresa, en el momento en que ella misma decide.
Viene en dos presentaciones
Lo he repetido en varios de los 74 artículos que llevo escritos hasta hoy: en la vida, por el solo hecho de existir, nos van a pasar cosas buenas y malas. Es estadística simple y pura. Nadie está exento.
De estas, un pequeño porcentaje consistirá en eventos terribles. Otra pequeña proporción estará compuesta de las grandes oportunidades que se presentan una vez en la vida.
¿Qué debemos de hacer en ambos casos?
- Estar preparados física y psicológicamente para la mala suerte. Contar con un plan B. Hacer todo lo posible por minimizar sus difíciles efectos.
- Estar en busca de un golpe de buena suerte. Cuando llegue, hay que saber aprovecharla. Esos eventos pueden crear un cambio positivo en nuestra vida.
Hay que empaparse
El día menos esperado llegará ese golpe de buena fortuna. Por eso hay que estar constantemente al acecho, en busca de la buena suerte.
Lo que menos sirve en ese momento es la pasividad. Hay que estar listos, aprovechar la oportunidad. Sí no, cuando nos demos cuenta, la habremos desaprovechado.
Todas las mañanas, al despertar, hay que decir: “hoy puede ser el día”.
Con un poco de conocimiento y preparación será más fácil aprovechar el momento. No dejemos pasar la oportunidad. Cuando andamos en busca de un golpe de buena suerte, la encontraremos de frente.
En busca de un golpe de buena suerte
Estoy de vacaciones y a bordo de un avión que nos llevará a una nueva aventura. Siempre alerta y en busca de un golpe de buena suerte.
Aprovecho la ocasión para hacer una lluvia de ideas.
1.- Aprender de manera constante.
No importa el tema. Hay que leer todos los días. Acabo de terminar la autobiografía de una estrella de rock y ahora leo sobre economía básica. Todo tendrá sentido en algún momento. Hay que estar preparados.
2.- Aprender de los demás.
Dicen que somos el promedio de las cinco personas con las que pasamos más tiempo. Hay que decidir con el corazón y con la cabeza a quién queremos a nuestro alrededor.
3.- Tomar riesgos inteligentes.
Cuando se está en busca de un golpe de buena suerte hay que arriesgar. Si no se arriesga, no se gana. Sin embargo, una buena decisión se toma después de un buen análisis.
4.- Lugares y situaciones propicios.
Para que llegue el tan esperado golpe de suerte, hay que estar en en lugar y en el momento adecuados. Hay que salir a buscarlos si es necesario.
5.- Recibir los consejos con cautela.
La gente que más nos quiere tiene las mejores intenciones. Pero a veces nos dan consejos basados en fantasmas imaginarios y frases paralizantes. En ocasiones uno cuenta con mejor información. En otras, no.
6.- Experimentar.
Si no se mezclan los conocimientos adquiridos mediante la experimentación, no nos vamos a exponer al tan esperado golpe de buena suerte, lo que nos lleva al siguiente punto.
7.- Exponerse a los medios.
Hay que romper la burbuja y salir en busca de un golpe de buena suerte. A veces es necesario ensuciarse las manos y pensar más allá de la norma.
8.- Cambiar el rumbo en la vida.
El estancamiento es cómodo pero no ayuda mucho. A veces es necesario implementar algunos cambios radicales a lo largo de la vida.
9.- Buscar negocios de baja inversión.
Un negocio puede ofrecer grandes beneficios con una inversión relativamente pequeña. Es una buena forma de buscar la buena fortuna sin poner en riesgo las finanzas personales.
10.- Lo bueno es escaso.
Por eso hay que moverse y estar en busca de la buena suerte. Cuando salga una buena oportunidad, hay que atacarla sin piedad ni remordimiento. No se debe de dejar pasar.
Conclusión
En la vida vamos a encontrar, de manera inevitable, situaciones en las que no podemos creer en nuestra suerte. Vendrán en dos variedades: buenas y malas.
Hay que aprovechar las grandes oportunidades. Esos momentos crean cambios positivos y duraderos. No dejemos que se escurran en nuestras manos.
. . . Desperté después de la siesta y era hora de comer. Fuimos a un restaurante. Después, por supuesto, un rico café.
Llegué a casa. Hice rápidamente la maleta. Eran las 6 de la tarde. Había tiempo de sobra. Pero hubo un problema: nunca llegó la tan esperada inspiración. Me quedé sentado frente a la computadora sin hacer nada, por horas.
A la una de la mañana me di por vencido y me fui a la cama para dormir 4 horas.
Había que levantarse a las 5 de la mañana para iniciar unas merecidas vacaciones.
En estos momentos estoy a bordo de un avión.
Encontré la oportunidad de escribir estas líneas en la incomodidad del teléfono”inteligente” con un auto-corrector descarriado. Tuve la mala suerte de que mi computadora portátil se descompusiera hace un par de días.
Sin embargo, hoy apareció la buena suerte y llegó la inspiración.
Nota
La demora en la entrega de este artículo (primera vez) merece una explicación:
- Desidia durante la semana.
- Falta de inspiración.
- Llamada al banco para bloquear una tarjeta usada de manera fraudulenta.
- Rotura del cable de la computadora, dejándola temporalmente inutilizable.
- Pérdida de un vuelo de conexión.
- Escritura del artículo en un teléfono celular.
Después de todo esto me pregunto si esta semana habré elegido el tema adecuado.
Si estuvo bien el tema, lo platicas, lo comentas y se da vuelta a la hoja, ya en tu país y con tu gente es diferente, además de lo feliz que haces a la familia. Gracias por regalarnos esos momentos tan esperados, apesar de tantos contratiempos que pasan. Los queremos. Ahora, los malos ratos solo son recuerdos.
Mo
Claro. Los momentos de”mala suerte” son solo parte de la aventura.
Hay que valorar los buenos ratos y disfrutar de los momentos agradables.
Siempre hay algo que agradecer a la vida y esos son los momentos de buena suerte.
¡Gracias!
Salió muy bien el artículo a pesar de los contratiempos. Que en estas vacaciones te te topes solamente con la buena suerte. Te felicito.
Digamos que fue una aventura interesante, sobre todo por haberlo escrito desde el celular.
¡Gracias!
Qué bueno que finalmente llegaron la buena suerte y la inspiración, y muy bien que llegaron juntas.
El artículo tiene muchas grandes verdades, como por ejemplo: la buena suerte no llega sola, también que en la vida hay buena y mala suerte. O así lo entendí. Lo malo es que una y otra vienen en medidas diferentes. Gracias por un artículo interesante
Llegaron juntas y espero que para quedarse.
¡Gracias!
Qué bueno que llegó la inspiración y nos regaló el artículo que ya extrañabamos.
Muy buenas fotos (y muy familiares).
Felices vacaciones.
¡Gracias!